REPERTORIO AMERICANO 203 Poesías inéditas Colaboración DESPUES DE LA LLUVIA de Chopin y Beethoven y la rima sublime de algún poeta ignorado; mientras Tu recuerdo sea mi luz, consuelo y guía, De segundos el encuentro, mas de siglos el recuerdo.
Yo los busco, los persigo, y podria muy bien dar de mi vida lo que resta por volverlos a mirar, Esos ojos que yo ví no tendrán jamás su par: eran verdes, dulces, hondos, y sabían lo que es mirar. Dónde están? Los quiero ver un minuto y nada más; y después, como aquel día, que se vayan. que se pierdan.
1932.
BLANCA Anoche bajó toda esa blancura que hoy tan friamente cubre así la tierra. Va pasando. pasando.
la tardecita triste.
El sol se fué ocultando por no verla llorar.
En pañuelos de gasa todo su llanto seco; y ha quedado ahora tan quieta y silenciosa, que hasta la brisa teme hacer ruido al pasar. dónde irá a ocultarse la tardecita de hoy?
Vapasando. pasando.
Meditativo el gesto, su mirar de dolor.
habrá en mi alma alegría y reiré de la Suerte porque en tesoros tales estaré tan extasiada que aunque pase la Muerte, creerá que soy la Nada!
UNOS OJOS VI De esmeralda clara, limpia, unos ojos que yo vi.
Cual un mar en plena calma me mostraron hasta el fondo de la más extraña alma.
Te ruego que te quedes conmigo, tardecita, porque eres gris y sola mi alma te necesita.
Tú me harás compañía, yo tu hermana seré, hasta que llegue el dia que juntas, de la mano, las dos nos perdamos en la paz del arcano.
Julio, 1932.
Parecía jazmines o pétalos sueltos que mano de un ángel de arriba lanzara.
ton su paso leve la nieve ligera muy pronto cubrio toda la ciudad.
Con mis ojos se encontraron.
Dos abismos se miraron!
Me he perdido yo en tus ojos, en los míos. estás tú?
SOL El traje hace al caballero y lo caracteriza y LA COLOMBIANA DE Tan alba, tan pura, y tan frágil es, que siento al pisarla un dolor cordial.
Toda esa blancura muy simbólica es: se admira un momento, se enloda después.
Yo miro a la nieve cono algo muy mío; se posa allá fuera con indiferencia.
Pero es aqui dentro en mi corazón que siento su frio como un torcedor.
Sol que alegre retornas de aquellas tierras lejanas; dime ¡Sol. Ni una palabra de mi ausente? Si es que vive, segura estoy que tus rayos con el oro de su luz acariciaron Su ser.
Sol, yo quiero sentir el calor de tu abrazo; y también quiero beber a grandes sorbos tu luz, porque creo que estarás saturado de Aquel en quien tu luz se posó.
Primavera del 1932.
Fco. GOMEZ TALISMAN Relojito diminuto, mi precioso talisman que minuto a minuto mi vida vas regulando.
No podria pasar sin ti; es tu flébil tic tac cual vocecilla secreta que al atar Su recuerdo a cada instante que vivo da un motivo a mi vivir.
Jamás le faltará cuerda a esa joyita que adoro, pues cuando cese su ritmo, el suyo mi corazón cesará.
Como uan montaña que se acumulara muy fría toda ella mas. blanco su color.
Formas caprichosas como de Carrara tiene esta montaña de nieves de mi alma.
Estatuas queridas de ilusiones muertas ipor frias y por blancas no os quiero destruir! como allá fuera la luna ha bajado y está en su trineo resbala y resbala, Aquí en mi nevada corazón adentro se pasea muy grave el señor Dolor.
Desde mi ventana veo yo nevar; perdida en ensueños de blanco color.
De pronto algo negro corto esa blancura: un gato atrevido tras su gata amiga.
Gris Nueva York, Invierno de 1936.
NOTA. Oris es una poetisa costarricense de mucho valer, en Nueva York reolde hace años.
RIQUEZA Mientras haya una estrella en la noche serena; mientras la luna ria con risa de Pierrot; mientras se abra un flor efímera y modesta; mientras en mi ventana se pose una avecilla; le hace el traje en abonos semanales, mensuales o al contado. Cuenta con un surtido completo en casimires y operarios competentes para la confección de sus frajes.
Teléfono 3283 Frente «Al Siglo Nuevo»
Contiguo a la Iglesia del Carmen mientras a mi oído llegue la acariciante voz Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica