EDITOR: REPERTORIO AMERICANO. García Monge Suscrición mensual, 02. 00 EXTERIOR. El semestre, 50 (El año, 88. 00 o. am.
Giro bancario sobre Nueva York.
Correos: Letra SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Algunos recuerdos de don Rubén Darío De El Sol. Madrid. 26. 11. 1933. Envio de Para olvidar. En dos ocasiones esrío aseguran que era muy extravagante?
tuvo el poeta Rubén Darío en Mallorca.
El silencio de la cartuja le ocasionó En 1906, la primera. Habitó una casita grandes y pintorescos trastornos. Model barrio del Terreno. En 1913 arribó nologaba por los pasillos solitarios al atardecer. Por la noche se sentía trande nuevo a la isla. Dos mallorquines ilustres, don Gabriel Alomar y don Juan sido por los más infantiles terrores. Por qué no habré sido yo cartuSureda, le esperaban. Los dos le acogieron con su devoción y su cordialidad.
jo. Quiero ser cartujo!
Rubén Darío marchó a Valldemosa en Alguien le entregó un hábito blanco 1913. Romántico y clásico y muy mode los que usaron los hijos de San Bruno.
derno, audaz y cosmopolita! Allí llegó. Una cuerda y un cilicio. Ay, gran bajo el signo del romanticismo. Calor Dios! Penitencia clamaba.
Marchó a su habitación y se puso el de admiración y el pan y el vino de la hábito; el hábito blanco y un gran cenamistad encontró en la casa de los secerro al cuello.
ñores de Sureda. Don Juan Sureda y, De esta guisa paseaba su esposa, doña Pilar Montaner, pintora por la cartuja y los jardines, bajo los de destacados méritos, se complacían en cipreses recortados en el azul, rasgando el silencio con voces de desesperanza: hospedar en su palacio a las más altas. El hombre más burro que ha habi figuras de la literatura y del arte. Por do en el mundo soy yo! gemía y llora. alli pasaron Azorín. Unamuno, Rusiba. No quiero recibir a nadie. Silenñol. Allí fué a parar Rubén Darío. La cio!
mansión donde se albergaba era nada El señor Sureda trató de disuadir a menos que el palacio de verano del rey Rubén de aquellas raras prácticas a que de Mallorca, don Sancho, hijo del Conquistador. Forma parte del convento de se entregaba.
la cartuja. Mansión digna de un poeta. Vete! No te quiero ver le decía Rubén Dario Rubén Darío fué a Mallorca para olviel poeta en un ataque de irascibilidad en hábito de cartujo dar un infortunado amor. Estaba ya enEres el gran inquisidor.
Retrato de Daniel Vásquez Díaz La única persona que lograba reducir fermo. Le aquejaba una tristeza infiniaquel estado de irritación, era el ama ta de vino y de angustias metafísicas.
de llaves del señor. Sureda: Francina. Una mujer, con un vulgar nombre espa He venido a morir. Por estos camRubén le gustaba mucho este nombre.
ñol, asoma a sus delicados poemas de pos de maravilla paseaba Rubén Darío.
Había tomado un gran afecto al ama de aquella época.
Su sombra se ha proyectado en todos los llaves. Entre otras razones, porque le Don Gabriel Alomar, que había calado caminos, en los corredores y en los jarhondo en el estado psíquico del poeta, dines de la cartuja. Sus angustias espiofrecía el mejor vino de la bodega.
tenía una preocupación, de la que parti rituales y sus sentimientos en La epís Quiero conocer un chueta auténticipaban otros amigos y devotos del crea tola a madama Lugones. Sol del doco. Un día, momentos después de dedor de Prosas profanas.
mingo. en donde canta los olivos pin. jar el lecho, notificó a la familia Sureda. ver si olvida a esa mujer.
tados por doña Pilar de Sureda, en su Quiero conocer hoy mismo a La mujer en cuestión no estaba cierta canción sobre el bolero mallorquín. Y, chueta auténtico.
mente muy preocupada por las tristezas sobre todo, en su poema La cartuja.
Sabido es que los chuetas son los de uno de los más grandes poetas de la Un día fué conmigo por el camino descendientes de los judíos conversos raza.
hacia una ermita próxima me dice un.
que quedan en Mallorca. Tengo entendido me dice el señor campesino de Valldemosa que conoció a Se le dijo que tendría ocasión de que Sureda que por entonces había decidido don Rubén Se hacía de noche. El es su deseo se cumpliera.
casarse con un arriero de los que pulu. taba muy taciturno. Cantaba una cam ¡Ahora mismo!
lan por la Cava Baja de Madrid.
pana en la espadaña de la iglesiuca cam Habrá que ir a Palma.
pesina. El ángelus. No dijo más aquel día. Era como ¿Don Rubén? uno que era ministro. qué ha venido a hacer a Mallorun niño grande añade el señor SureNo es necesario recurrir a la memoria ca. preguntó el campesino a don Ruda. Desapareció, y no sabemos cómo de los más viejos de la comarca. Muchos bén.
se fué a Palma. En la ciudad le enconvecinos de Valldemosa recuerdan a don morir. morir. He venido a morir.
tré bebiendo champaña en el hall de Rubén. Don Rubén? Ya sé por quién pre El hombre más burro del munun hotel, en compañía de un periodista gunta. Estuvo aquí. Creo que era mido. Las más extrañas desesperacio chueta. verdaderamente auténtico. Estaba muy alegre. Después, desapareció nistro de América.
nes aherrojaban su grandioso espíritu.
en la noche. Estaban cerrados todos los los campesinos les parece este car. Por qué los que recuerdan a Rubén Daestablecimientos de bebida. Recaló en go que desempeñó Rubén algo muy suuna farmacia y compró alcohol de 95 perior a toda posible gloria de los poegrados. Fuimos a recogerle a la Casa de tas.
Socorro. Un día dejó Mallorca. Se fué Añaden. Era muy feo y muy extravagante.
Abogado y Notario a América poco tiempo después. Murió.
En Valldemosa se le recuerda: Don Juan Sureda me aclara: OFICINA: Aquel don Rubén, ministro de. Para no andar en explicaciones inAmérical terminables, acordamos presentarlo a las 50 varas Oeste de la Tesorería gentes que preguntaban por el forastero de la Junta de Caridad. Yos cuentan la anécdota del hábito y del cencerro.
como ministro de Nicaragua, cargo que Tel. 4184 Apdo. 338 entonces representaba.
Alardo Prats un OCTAVIO JIMENEZ Imprenta LA TRIBUNA Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica