Violence

294 REPERTORIO AMERICANO OCTAVIO JIMENEZ Por el contrario, ya en América se sol en que se hayan fundido todas las intentan generalizaciones, de las cuales diferencias, raciales, y quede el sentido se quieren extraer las explicaciones de de la tierra suspenso e incorporado al nuestra personalidad. Ricardo Rojas, en sentido humano. Eurindia. nos explica y por tanto a Es curioso apuntar cómo la prédica nosotros, antillanos, nos, deja fuera de Abogado y Notario de la unidad de América, ha dejado el su explicación por la confluencia de sitio a la idea de una cultura americados factores: europeo e indígena. José OFICINA: na, cuya consigna sería: unidad de de Vasconcelos, en Indología. plantea signios, en manos y pensamientos que una identificación de lo criollo en el inse entrecruzan. Las voces del ameridio auténtico. Ambos intentos que ya 50. varas Oeste de la Tesorería canismo no tuvieron éxito en su inisvan teniendo categoría de clásicos en de la lunta de Caridad. mo ciiculo; pero el hombre america América no adquieren importancia en no, noviéndose hacia una concentra: razón de su mayor o menor grado de Tel. 4184. Apdo. 338 ción interior, se ha situado por sus aproximación explicativa de la realidad, esencias: en un plano de interamerica: sino como pasos de afirmación hacia genidad. El camino hacia una conciencia neralizaciones trascendentes. Hombres americana lo hemos visto no podía nuevos están realizando estudios de consu Utopía de América y Seis ensaimponerse por práctica de fórmulas pojunto, y ya se cuenta por docenas las líticas, sin virtualidad esencial. Pero en yos en busca de nuestra expresión. en obras definidoras más recientes. Cabe la concentración de los rasgos propios, el Perú, al malogrado José Carlos Macitar, en la Argentina, a Luis Franco, riátegui, con sus Siete ensayos de inse precipita un residuo que viene a ser Juan Terán, Ezequiel Martínez Es: lo esencial americano. Llamemos crioterpretación de la realidad peruana. y trada y Carlos Alberto Erro, autores de a los rnás recientes, Jorge Basadre, Pellismo a ese residuo, ya se trate de la. América Inicial. Al servicio de la rú, problema y posibilidad. y nuestro Argentina o de México. En él estarán novísima generación. Radiografía de amigo Luis Alberto Sánchez, visita de compendiadas nuestras fuerzas de susla Pampa y Medida del criollismo. claridad en plena tiranía, que en sus tentación, y nuestra tarea única será llerespectivamente; en México, a Alfonso conferencias del Lyceum, a punto de varlas a plenitud: Reyes, autor de la criollísima interpre publicarse con el título de Esquema de La fórmula de lo universal criollo, que tación Visión de Anáhuac y de nu la Cultura Hispanoamericana. hace la Carlos Alberto Erro concreto en su limerosísimos ensayos de contenido ame parcelación de nuestras características, bro Medida del criollismo. y que ofrericano, y a Samuel Ramos, en sus en por meridianos y paralelos de coinciden ció como objetivo para llegar a una vásayos sobre La cultura criolla. a Ma cias y discrepancias espirituales, camino lida verdad americana, nos parece básiriano Picón Salas, venezolano exilado en que le sirve para esta gran comprobaca. Si la carencia de perspectiva sobre Chile, clarísimo definidor en sus ensa ción: Existe un pensamiento, un arte, una cultura autóctona determinó nuesyos Hispano América, posición crítica. una literatura, una cultura americana. tra irresponsabilidad en todos los órdeen el Uruguay, a Emilio Frugoni, La Todo ese esfuerzo tiene una significa nes, nuestro empeño ha de consistir en sensibilidad americana. ya Alberto ción primera: si existe una cultura ame realizarnos desde adentro, con plena Zum Felde, Estética del Novecientos y. ricana, necesariamente existirá una fór conciencia de llevar en sí una misión de El proceso intelectual del Uruguay. al mula que la explique por entero, y esa universalidad. El caso americano es el dominicano Pedro Henríquez Ureña, con fórmula no puede salir sino de un cri de quien ha oteado muchos senderos que (MATLA) FOLLETÍN DEL Rep. Am. 14) pre pequeña, siempre débil para que Xilotl la proteja. Cacique con fantásticos cuentos, hasta cia tibia de sus lágrimas, exclama, conEntonces el joven guerrero, tomando que el dulce sueño rinda los párpados movido: dulcemente sus manos, inclinado el rosreales. Yara defiende así su vida des. Llora la pequeña princesa, que tietro resplandeciente de dicha, la dice: de hace tres lunas; pero Yara no sabe ne el cutis más terso que la seda; los Pasadas tres noches, no lo olvide ya cómo excitar su imaginación casi al cabellos como hebras del manto de la Yara, al asomar su faz la luna, Cararé agotaſse. Yara piensa que si la voluntad noche; la sonrisa como pétalos de rosa habrá perdido a su linda cautiva! Miende los dioses es que aquí concluya su esparcidos por la brisa; la mirada cotras tanto Yara debe esperar, confiar en vida, Xilotl salve la suya y corra a ser mo lámpara sagrada donde arde la eterXilotl, que la ama, la amará siempre.
vir y consolar a Kaurki. na llama de Amor. Llora cuando Apagado el eco de estas palabras apaDice las últimas palabras con un hilo los brazos de Xilotl están ansiosos de sionadas, Xilotl sale presuroso. Queda de voz que acaba en sollozo.
llevaria pronto hasta los suyos, esos sola la joven, fijos sus lindos ojos en la. Me aflige que Yara hable. asi re brazos que antes parecían a Yara el puerta que acaba de trasponer su amaplica el mozo, enternecido. Allá en Ni mejor de los refugios. Llora aunque a do. Luego, los brazos en alto dispuesta coya Yara era distinta: la más diestra su lado un hombre lleno de amor depara la oración, exclama solemne: y valiente de las mozas; admirada de pone su fiereza de guerrero y le ofrece. Los dioses de mi raza protejan a Xilotl, mi señor!
los hombres por su belleza y su coraje; la libcitad aun a costa de su vida. despertaba la envidia de las mujeres por Yara que al conjuro de las palabras Vase con rumbo contrario y sus pasu habilidad en el manejo del arco. Ya del muchacho ha ido serenándose, trans.
sos, menudos y quedos, como vuelo de ra tiene miedo al lado de Xilotl, el más portada por la emoción, responde: libélulas, se pierden en el interior. En valiente guerrero de Nicoya. No. con. Los brazos de Xilotl han sabido alla estancia, brevemente desierta, entra fía en la protección de Xilotl, que ha zar a la pequeña princesa, son fuertes. Cararé, quien ha escuchado la conver.
corrido grandes peligros para llegar sación a través del delgado, tabique.
como las ramas de un árbol; pero es hasta aquí. La vida en la Corte, ador que Yara los quiere para que a ella sola Tiene. el rostro descompuesto, contraído con violencia el ceño, las manos ceno de un palenque enemigo que roba el la enlacen; quiere su cara varonil y bealiento de la montaña y la influencia del rradas para el golpe. Con alterado acenlla, para que a ella sola siempre sonría; to, cargando cada sílaba con el calor de sol, separa a Yara de Xilotl, de Kaur quiere sus piernas potentes que cortan una ascua, las palabras del Cacique reki, de la raza que jamás sucumbió sino la corriente como corta el viento las suenan como una maldición: el arco dispuesto para la última hojas del plátano; Yara quiere ser siem Yara, Xilotl te ama, te amará siemflecha?
Yara vierte copioso llanto sobre el pecho de Xilotl, quien al sentir la cari. De Zulay, por dona Maria de Tinoco. De Zulay, por doña Maria de Tinoco.
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