REPERTORIO AMERICANO 227 Méjico y la orientación económica Un grado de estabilidad política mayor De El Mercurio. Santiago de Chile. Envio del autor.
La VII Conferencia Internacional económicos, sino que es preferible mo.
Americana habrá de celebrarse en Mon dificar previamente todo el capítulo del tevideo el próximo diciembre. El pro. programa relativo a Problemas Ecograma para ella, aprobado por el Con nómicos y Financieros (capítulo IV. sejo Directivo de la Unión Panamerica en vista de las nuevas necesidades, danna, resulta, a estas horas, deficiente, do así lugar a que los temas sean estu en vista de acontecimientos posteriores. diados con todo reposo por todos los La Conferencia de Londres, singular miembros de la Unión Panamericana, mente, ha modificado la situación de un Trátase de fortalecer la economía conmodo apreciable. Dicha Conferencia tinental, apremiante necesidad que es sea que se la considere un fracaso, cosólo una parte (la que a nosotros nos mo quieren algunos, sea que se la consi corresponde) dentro de la crisis univerdere un mero comienzo llamado a ulte sal. El buen juez por su casa empieza, riores desarrollos, como los más opti y está bien que, como primer paso, acumistas lo sostienen ha venido, en todo damos al remedio de los peligros que caso, a deslindar cuestiones y a plantear más de cerca nos amenazan. No nos claramente algunos problemas: 12s dos disimuiemos que el mundo civilizado es concepciones monetarias, la tendencia a un todo contínuo, y que en ser cada vez la abolición de barreras aduaneras, las más contínuo está el que sea cada vez sugestiones sobre facilidades países más civilizado. Pero esta totalidad sudeudores, etc. Los pueblos americanos pone el previo saneo de los sumandos.
harían mal en desatender tales proble Esta totalidad, además, ha resultado de mas, cuando para ello se les ofrece tan momento inabarcable, y aun estorbada preciosa oportunidad, como lo es la por intereses intrincados. Por eso se próxima Conferencia de Montevideo.
impone el dividir la operación en sus La necesidad de considerar las cues partes naturales. El propósito no es, tiones económicas en la próxima Confe pues, oponer la economía de América a rencia de Montevideo se impone por sí la de Europa o el resto del mundo, sino misma. Los Estados Unidos, que en la arreglar la economía de América para VI Conferencia de La Habana rehusa mejor facilitar después el arreglo generon tratar temas con este asunto rela ral. La conciencia política del Conticiondos, ahora lo desean ardientemennente será acaso incapaz de encontrar te. Después de Londres hay por toda fórmulas armónicas, a través de un orAmérica un hervir de proyectos, entre ganismno ya maduro de tradiciones eslos que no faltan tampoco las cuimeras tablecidas, como lo es la Conferencia de tal arbitrista digno de la sátira de Panamericana. Vale la pena de que Quevedo. Las Conferencias de Wash afrontemos esta interrogación con una ington, 3ntes y después de Londres, decisión unánime y franca.
acaban de enfocar y definir esta inquie Todo conflicto humano halla su raíz tud dispersa. Hay que evitar que en en las fuerzas morales, en la disposición Montevideo se sienta rondar, en torno del ánimo. Un cambio en el régimen de a los templa serena de las asambleas, la conciencia, un propósito de levantarnos tremenda inquietud económica de los por sobre pequeñas contingencias y ripueblos que no encuentra acogida. Qué vəlidades locales, una visión panorámisuredió en Londres? Oue, a pesar de ca acompañada de un espíritu de armotodos los esfuerzos hechos, desde la re nía continental aun cuando ello impor dacción de la Agenda, para que ciertas te sacrificios pasajeros del más rico er materias no se tocaran, la angustia res hien del más pobre, y el prescindir?
pecto a las deudas y el crédito externo tal o cual consideración de campanario en general llenó de pesimismo el am que pudiera habernos fascinado a fuerbiente y, desde antes de la Conferenza de contemplarla de un modo exclucia. predeterminó sus resultados.
sivo pueden, ciertamente, encaminarA estas horas resulta evidente que, nos hacia el éxito. Tal. es el estado de en Montevideo, además de los temas ca. conciencia de Méjico ante la futura pitales sobre la paz continental, debe Conferencia de Montevideo. Mas, como darse iina especial atención a las cues no basta la expresión de vagos ideales, tiones económicas. Tales cuestiones no como tampoco. basta querer sino que admiten demora, ni hay razón para apla hay que obrar, se. procura naturalmenzar indefinidamene el deber de abordar te dar a estas aspiraciones una incorpolas, en espera de ocasiones futuras y. ración práctica y eficaz, en las fórmumás o menos problemáticas. No basta las que la técnica aconseja y la expeel haber obtenido la declaración de que riencia sanciona. Méjico irá a Montevisemejantes cuestiones económicas han deo con miras desinteresadas, y dispuesde recibir, en Montevideo, un trata to a servir los intereses generales de miento preferente, sino que hay que car nuestra América, ya que nuestros progar en ellas el peso de la atención, de blemas domésticos han sido resueltos o modo que ellas determinen el carácter están en vía de favorable y modesta sode la VII Conferencia. Para obtener es lución. Así, por ejemplo, nuestra situato, no convendría en modo alguno in ción monetaria, bancaria, de deuda extroducir en la discusión, a última hora y terior, etc. satisfacen en general las como por sorpresa, los nuevos temas necesidades y posibilidades de Méjico.
que en los últimos tiempos nos permite abordar la discusión con mayor libertad y calma.
El 27 de agosto, el Ministro de Hacienda mejicano, don Alberto Pani, declara que, si la Conferencia de Londres no pudo todavía llegar a una concentración mundial de esfuerzos e intereses, reveló en cambio la tendencia a la formación de grupos internacionales, unidos por el nexo de los problemas económicos, por las posibilidades geográficas o por antecedentes históricos. añade: El continente americano, a pesar de la divergencia que pudiera haber entre las diversas razas que lo pueblan, se encuentra en el caso de poder constituir, sin menoscabo de la soberanía de las diferentes nacionalidades en que se divide políticamente, una fuerte unidad económica. De donde concluve, en cuanto a los americanos afecta, el desplazamiento de la cuestión de Londres a Montevideo.
Dos días después, los diarios de Sudamérica traen la confirmación telegrafica de que la doctrina anterior es la base del estudio que, al efecto, llevan a cabo el general Calles, el Ministro de Relaciones señor Puig Casauranc, y el de Hacienda señor Pani, a quienes el señor Presidente Abelardo Rodríguez ha confiado la definición de los puntos de vista mejicanos para la Conferencia de Montevideo. El de septiembre, se hacen públicas las declaraciones a la United Press del Ministro Puig Casauranc, en que se destacan estos conceptos: La unidad económica entre las naciones del Continente Americano deberá ser objeto de la próxima Conferencia: se espera que dicha Conferencia convierta en realidades muchas de las que hasta hoy fueron ilusiones; habría que hacer de la América: una unidad económica. en un sentido a la vez generosa práctico, sin que ello signifique la inenor agresividad para los demás pueblos; el Consejo Directivo de la Unión Pana, mericana aceptó ya la moción de Méjico para que los temas relativos a la paz continental (punto que no necesita defansa y se explica solo) así como los relativos a la cooperación económica merezcan atención preferente: pero Mé jico, no conforme con esta declaración de principio, tratará de modificar la Agenda antes de que se reuna la Conferencia, con objeto de asegurar que estos y otros asuntos, inclusive la posible adopción de un sistema panamericano bimetalista, sean cuidadosamente estudiados. Finalmente, el Mensaje leído ante el Congreso el 19 de septiembre por el señor Presidente Rodríguez, de que la prensa ha publicado extractos tan lacónicos que hasta dan lugar a confusiones, como aquel pasaje relativo a una Corte de Justicia Americana, asunto que Méjico no propondrá hace sentir que la intención principal de Méjico es levantar el nivel de la discusión internacional, abrir horizontes de cordialidad y entendimiento, y disipar obstáculos que sólo lo son porque no se los aborda de frente. Hagamos votos porque esta concepción, se abra paso Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica