Imperialism

REPERTORIO AMERICANO Tomo XXVI SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA San José, Costa Rica, 1933 Sábado de Mayo Año XIV. No. 633 Núm. 17 Los primeros pasos de Nervo.
Domingo de Ramos Las cactáceas.
Comento a los decires de un informador superficial del Imperialismo yanqui.
Qué hora es. Aspectos de la enseñanza literaria en la oscuela común Renglones alusivos.
SUMARIO Jesús Zavala La verdadera personalidad de Aristides Briand, pacifista Victor Ml. Elizondo Los dos Cides Anastasio Alfaro La Tertulia de los Viernes.
El caso admirable de Anna Graves Juan del Camino Hayn de la Torre.
Libros y Autores.
Aurora rusa de Waldo Frank Pedro Henriquez Ureña Los libros (Ensayos de Rodó)
Rómulo Tovar Cuaderno de Apuntes Andrés Mauro Mario Sancho Fernández Moreno Roberto Liévano Serafin Delmar MI. Valle Los primeros pasos de Nervo Nada o muy poco sabemos de la infancia de Nervo. Algunos datos: dispersos, una que otra confidencia, y nada más.
Sus mismos amigos ínti. mos al hablar de ella han bordado un caneva de conjeturas y adivinaciones.
Es verdad que Nervo escribió su autobiografía, pero lo hizo tan breve y concisamente, que cuando apenas nos es dado asir el hilo sutil y misterioso de su existencia, se nos escapa de una manera insensible de los dedos.
El poeta vió la luz primera en Tepic, tal vez en la misma casa donde se deslizaron sus primeros años. En aquella vie.
ja casona contrahecha y destartalada, pero espaciosa, que alguna vez la, fotografía nos ha mostrado con su patio umbroso poblado de árboles, en uno de cuyos ángulos se ve alzarse el brocal del pozo con su chirriante y: estridente carril, del cual pende un quejumbroso y plañidero cubo de cuero, y en cuyo interior tenía su palacio de cristal una princesa, convertida en tortuga por obra y magia del encantamiento.
En dicha casa, impregnado, del aroma místico de la provincia, del perfume de las oraciones familiares, y, sugestionado por los cuentos de espanto y las supersticiones de la abuela, que tanto influyeron en su vida y contribuyeron a integrar su personalidad, creció Nervo.
Habitaban el añoso. caserón, a la vez que los padres y los hermanos, la abuela materna y una tía. Aquella tía, mistica flor de provincia, retraída y solita Envio del autor. México, Abril de 1933.
media de seda, calzón y casaca bordados, vaporosa corbata de encaje y.
peluca empolvada, y le reveló que en un rincón de la sala, hallábasc oculto un tesoro: un riquísimo cofre de peluconas.
La abuelita, sabia en materia de apariciones, se proveyó de unas varitas mágicas, que señalaron el mismo sitio del caballero y pretendió derribar un muro y cavar un hoyo. El padre de Nervo se opuso y la abuelita exclamó apesadumbrada. Hemos perdido un tesoro. Nervo, que desde entonces creyó en las cosas de esta vida, y de la otra. tuvo siempre la convicción de que la abuelita tenía razón, Rodeado de cariños, corriendo y saltando en aquel risueño patio, atravesando fugazmente las habitaciones, ocultándose en algún rincón sombrío para esquivar el castigo, y seducido por los cuentos de hadas de la abuela. en cuyos brazos se dormía, asistió al despertar de su inteligencia.
Muy temprano escribió sus primeros versos y, medroso y tímido, teAmado Nervo meroso de ser descubierto, por parecerle aquello Visto por Garcia Cabral una falta o por rehuir los aguijones de las burlas familiares, se cuidó de ria, que apenas llegada a los albores de ocultarlos; pero llegó la ocasión en que la juventud, vió un día tendida sobre una hermana los descubrió y presurosa un lecho blanco nevado de azahares. los leyó a la familia que se hallaba reuen la gran sala, y aquella abuelita, cre nida en el comedor. El padre frunció el yente y supersticiosa, a quien, como a ceño y el escapó tratando de ocultarse todas las gentes de su tiempo, sugestio en un rincón. Felizmente el padre se linaban los tesoros enterrados.
mitó a fruncir el entrecejo y el poeta En cierta ocasión, la tía soñó que se sintió por la primera vez que le brotale aparecía un caballero distinguido de ban alas.
fines del siglo xviii, que llevaba blanca Su madre, que no carecía de talento. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica