REPERTORIO AMERICANO 23 Dario en las manos de Rioseco De El Ilustrado. México, D, marzo 17 de 1932 nos La nutrida y nunca suficiente bibliografía sobre el tránsito y obra de Rubén Darío se ve acrecida con Clasicismo y Americanismo cn la obra de Rubén Darío. Estudio precedido de la biografía del poeta. por nuestro antiguo conocido Arturo Torrez Rioseco, catedrático de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de California, en Berkeley.
Lo publica Harvard University Press. Cambridge, Mass. La introducción, que es una de las partes en que, a pesar de su brevedad certera, Rioseco calentó sus hornos intelectuales hasta los términos del ardorel. libro en lo general está escrito con frialdad que no excluye erudición, nos dice que el nombre de Darío brilla en el horizonte de nuestra vida literaria, muy por encima de escuelas y tendencias. Fué romántico por su independencia artística, por su entusiasmo y su fervor, por el culto supremo de su yo; fué clásico por la pureza de su dicción, por sus altos idcales, por la armonía total de su obra y por su serenidad; y fué modernista porque trajo nuevos temblores de sensibilidad a nuestra poesía, porque abrió nuevos caminos y porque antepuso su afán de renovación a todo deseo de triunfo fácil e inmediato. Conforme a este breve análisis, Darío muestra como hombre síntesis. Justo.
Sólo que, cuando líneas adelante Ríoseco afirma que los poetas de hoy, afiliados a escuelas modernas y futuristas, han negado a casi todos los maestros del Modernismo, pero observan una respetuosa admiración por el autor de Prosas Profanas. entonces nos parece que Torres Ríoseco se equivoca, pues así como ya se va estimando de dudoso gusto por algunos aludir a Queiroz y a France, con Darío comienza a pasar lo mismo.
Lo niegan los hijos de su sangre. Se hace notar, en la misma introducción que glosamos, que Darío fué un poeta originalísimo, que poseyó en alto grado el poder de asimilación. Esta característica debió ampliarse en el capítulo sobre su americanismo, reforzando con esa peculiaridad que es tan frecuente en los escritores continentales el acertado diagnóstico. Ya Francisco Contreras en su Rubén Darío. refiriéndose a la labor poética de éste, anterior a Prosas Profanas. hacía notar que aunque adoptó procedimientos extranjeros hasta el punto de calcar algunos de sus poemas sobre modelos franceses, y forjó no pocos neologismos y galicismos de vocablo y de sintaxis, su extraordinaria personalidad logró hacer de aquellas piezas imitadas obras personalísimas, y mediante su sentido del idioma obró con tacto en la creación de esos nuevos elementos verbales.
En la biografía de Rubén, Rioseco nos ofrece, después de lo más importante de lo ya conocidos nuevos datos. epistolaen su intimidad, porque el desarreglo de su vida no le permitió acercarse a él tanto como era su deseo. Ojalá Hernán Robleto, que estuvo junto al lecho de muerte de Darío, y nos ha referido al.
gunos detalles de esos días, escriba la historia de la infancia del poeta, pues tiene datos preciosísimos al respecto. El autor, imparcial, encuentra justificada la indiferencia de Darío por las cosas de Chile, ya que la incomprensión y la desventura presidieron su estancia en el país de Rioseco. Recoge, también, esta vehemente apreciación de un prominente hombre español del 98, Ramiro de Maeztu: Si, como sintió el dualismo de la forma pura frente a la forma impura, hubiera sentido, con la misma perspicuidad, el de la vida pura frente a la vida impura, Rubén no sería meramente und de los mayores poetas de nuestra habla, Rubén Dario sino otro. Milton (a mi juicio el poeta Dibujo de Juan Carlos Huergo más grande que ha habido en el mundo. y hasta al fin de los tiempos encontrarían los hombres en sus versos la fuente res que obtuvo de los amigos del genial de la vida.
nicaragüense. Juan Ramón Avilés, RoAnalizando el casticismo en la obra berto Brenes Mesén, Regino Boti, Ricarde Rubén Darío, Rioseco observa que do Fernández Guardia y otros, proporcionan noticias que se ignoraban o eran aquél siempre fué un enamorado de España y que su real y profundo conocipoco conocidas. Fernández Guardia, almiento de los clásicos del mismo país le go puritano, refiere que hizo buenas permitió escribir a los catorce años el amistades con Rubén, pero sin penetrar soneto En la última página del Romancero del Cid. fielmente apegado al moRubén Darío do y decir del modelo. Juan Valera, a la aparición de Azul. aseguró que el. libro estaba escrito en muy buen caste. llano. De añadidura según Ríoseco la emoción racial pocas veces ha cobrado Envio del autora voz tan recia y acendrada como en las La Vida Literaria, de Buenos Aires, hapáginas de España Contemporánea y ce algunas objeciones a Torres Rioseco en multitud de poemas. Pórtico. El con ocasión de su libro Rubén Darío. Al elogio de la seguidilla. Un soneto a Cercrítico de esta revista no le parece bien vantes. Goya. Letanía de nuestro que el profesor Rioseco haya utilizado las Señor Don Quijote. Colón. Soneinformaciones de los amigos de Rubén to a Valle Inclán. etc. para ordenar la vida de éste. La vida de un hombre como Rubén Dario se hace Rioseco dedica un capítulo acucioso y precisamente de la suma de esos pequede ancho alcance investigador a las Renos detalles. Rubén no fué un tipo de surrecciones e Innovaciones Métricas de temple moral, do actitud alta. Toda su Darío, en el que mediante paralelos convida quedó sujeta a los vaivenes de las vincentes y felices demuestra que casi la circunstancias. Para denunciar su abulia totalidad de ellas no provienen de fuente nada mejor que aquellas informaciones, más o menos literarias; Si existen mefrancesa salvo excepciones. mínimas jores documentos, con aportarlos basta.
sino de las más legítimas y cercanas de No se opondría a esto el señor Rioseco. los poetas españoles antiguos. Para este También se le objeta quo al marcar los fin, Rioseco va refutando, con paso lenantecedentes retóricos de Rubén haya subto y seguro, las apreciaciones que Erwin rayado la ruta castellana. Ríoseco está Mapes hizo en su libro influence fuera ya de la tradición americana que francaise dans oeuvre de Rubén Darío. sólo creía en el mimetismo francés. Por cso, con toda libertad, con acopio de rapublicado en París en 1925.
zones y de documentos, hasta hoy no co Para el autor, Rodó estuvo en lo justo nocidos bien, trazó los orígenes de Ru cuando, en 1896, decía: Rubén Darío bén. Gracias a su crítica, éstos no están no es el poeta de América. En efecto, en las letras francesas sino en las espahasta entonces el poeta ha rehuído la inñolas. Que Ruben haya recibido, influenmediata realidad americana, grosera y cias estéticas de Francia, nadie lo ha poco estimulante, como él mismo lo hinegado. Pero ya es tiempo de aclarar términos, y el profesor Rioseco los acla. zo notar, con otras palabras, en páginas ra sabiamente.
de amargo sabor. Pero la corresponsaE. Abreu Gómez lía de La Nación de Buenos Aires, que México. llevó al poeta a España en el 98, es el Torres Rioseco Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica