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REPERTORIO AMERICANO 361 Buffon, el trabajador. De Lecturas Dominicales. Bogotá Jorge Luis Leclerc, se llamaba antes Europa y el Asia, y dándose los afanes de que su rey le elevase la tierra a conde la instalación de ellas. Fué el misdado, el naturalista relator de los animo Fay quien indicó a Buffon para sumales.
cederle en la labor de ciencia y de Montbard, la ciudad de su nacimiencariño que había sido la suya, y Buffon to, queda del lado de la Borgoña, en. entraba por la mejor puerta al cargo tierras de viñas, de unos largos invierque a su edad parecía excesivo, pues nos feos y de unos estíos radiosos.
aquella era una época de altos funcioSu familia es la familia burguesa de narios vejentones.
donde salen casi todos los intelectuales La ocasión era excelente para un homdel tiempo, y el origen tirará fuertemenbre capaz y ambicioso de la ambición te de Buffon hacia la nobleza que es el buena y él la aprovechó bien.
apetito por el cual el burgués del siglo xviii pena y vive, y le pesará como lasClasificación y creación tre bueno en los hábitos ordenados cuaEl jardín Botánico tenía anexo un gajados y casi astronómicos.
binete o museo de Historia Natural, del Nosotros, gentes españolas de señoque Fay se había ocupado. Buffon ortones ociosos, tengamos cuidado al leer dena la confusión de objetos, y buscando este dato del señor de Buffon de no servir al público, que no sabía nada de llamarlo burgués a secas y llevarnos un ciencias naturales, se puso a hacer un fiasco: trabajador más encarnizado con Catálogo Razonado del pequeño mula presa de la obra y hombre de jornaseo, a organizar géneros y familias reda de ocho horas como este conde, nos vueltos en un enredo feroz, a colocar al costaría hallarlo en Europa y en nues. Bufton lado del objeto una noticia elemental tras tierras, ni con bují sobre la pieza, que guiara al visitante como a un niño.
Mocedad capitosa le vea en este tiempo de mozo rico que complace su cuerpo de toda complacenClasificación de plantas a la cual ateLeclerc se educó en Dijón, naturalnerse no había sino la de Linneo y él.
cia, puede creer que la fiesta continuamente en colegio jesuíta, y no asustó a rá hasta aventarle el patrimonio, y se detesta aquel artificio pedante del suesus profesores con habilidades extraorequivoca en redondo. Lleva la plomaco que engloba a veces con desparpajo dinarias. Un profesor recordará de él da de la razón francesa, el borgoñés, y en una misma familia el castaño con la cierta seguridad anticipada de sí mismo, en cuanto sabe que hay asuntos de parpimpinela. El prestigio de Linneo no lo la de los que creen en la constancia totición en Montbard, por la muerte de la sujeta; él va a clasificar racionalmente zuda en vez de creer en el dinamitazo madre y el segundo matrimonio del paaunque los clérigos de la botánica rugenial. Como la enseñanza de las ciendre, se vuelve a su tierra a establecerse jan, y él va a atacar toda su vida los cias naturales que serían su reino casi cuadros falsos del sueco. Su irritación y sosegarse.
no existía, fueron las matemáticas quiecontra Linneo se sale del chisme de grenes le recibieron las primerías de la El gran señor mio, cs la repugnancia del sabio franvocación, y en ellas, la física. Los estuLe gusta la gran casa en medio de la cés, el menos pedante del mundo, el más dios de derecho a que le enderezan desvasta hacienda, un poco a lo terrate natural para explicarlo, contra un es.
pués, parece haberlos seguido por ruti nte feudal que posee demasiado, pe pecialista vicioso de fórmulas y que esna burguesa de hijo que complace al ro al revés del feudal, en su honradez cribe en una jerga iniciática.
padre. Al tener la licenciatura, segundo de asistir su feudo y hacer su vigilancia Despachado el trabajo de las tablas, bozo viril del muchacho con fortuna, de todos los días sobre el bien y los Buffon piensa en medio de la infancia Leclerc se va a Amberes a estudiar copienes del suelo. Agranda la tierra de que vive Europa en ciencias naturales, sa muy distinta de las que le han dislos Leclerc comprando el castillo arrui que hay que contar la tierra a las gentes traído y se inscribe en la Facultad de nado de Montbard, desde donde se avi en el lenguaje común, válido para todas Medicina.
zora de la Borgoña entera, y para co las cosas. Es lo mismo que piensan los Tiene veinte años, y de aquí hasta municar las dos posesiones, construye enciclopedistas; Buffon divulgará tanto los veinticinco, escapado de la tutela de catorce terrazas que van trepando airo como ellos, pero poniendo en la nueva los padres y de la que crea la ciudad samente las lomas y rematan en la todidáctica una brillantez que los sobriodonde se vive, diablo suelto. Leclerc rre de lo alto. Esta será la famosa to secos de Alembert y Montesquieu no hace una larga temporada de viajes, de rre de Buffon. en la que se encerrará le sirven a su clientela. Orgullosamente, aventuras subidas de color y de estudios a trabajar gozando al levantar la cabe dirán otros, en verdad sólo con el brío revueltos; rabelasea bastante el que va za uno de los terrones más jugosos del y la desenvoltura del muy capaz, Buffon a olimpear más tarde, moviéndose enagro francés.
comienza la formidable Historia Natutre el Mediodía, Italia e Inglaterra, Buffon llega a la Academia de Cien ral. que le llevará cincuenta años, acompañado de dos extranjeros curio cias a una edad en la que nuestros sa cuanto él va a vivir, y que comprenderá sos, un duque inglés y su secretario ale bios de hoy no piensan todavía en me desde las imaginaciones fértiles de las mán; el primero es un gozador munda recer. a los veintiséis años, y en poco edades de la tierra, hasta el estudio de no en grande y el otro un roussoniano más le dan la Intendencia del Jardín los minerales, retardándose en los anicurioso de la naturaleza. La pareja le Real. Este nombramiento decidirá su males, por darle gusto a su gusto.
llama al mozo sus dos gustos en ciernes carrera de un golpe. Yo encontré mi Los jaleos de la mocedad los ha tide fasto cómodo y de conversación cien destino en un jardín. podría decir él rado; a la vida mundana le da lo menos tífica, y con ellos se mueve de París a mejor que el persa.
que puede un funcionario real; las coLondres o de Roma a París. Buffon se El bueno de Fay, a quien nos ha hemodidades que él necesita para trabajar, divierte como el francés se ha divertido cho querer el elogio de Fontenelle, ha. también como una especie de Luis xix siempre, evitando la disipación, guar bía transformado un jardín de plantas de la naturaleza, se la sigue creando en dándose la salud, que el calaverón inglés medicinales en un jardin botánico de el fundo de Montbard; es un gran sese estropea más, cuidándose bien de veras, canjeando a duras penas, en tiem ñor que trabaja tanto como el pobre diacomprometer el resto de su vida. Quien po de transportes costosos, plantas de blo que revienta para ir viviendo. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica