Democracy

REPERTORIO AMERICANO 381 Las crisis como fenómenos de la organización económica actual Sobre producción. Bajo consumo. Resultado de la sobrecapitalización o abuso del crédito Una adaptación del presente al futuro, necesaria para obtener el equilibrio económico de las oscilaciones rítmicas de prosperidad y adversidad Envío del autor cir incertidumbre, duda, desconfianza.
Algún banco u otra institución considera que se ha extendido demasiado en ¿Nos damos cuenta de las crisis. Sabemos o estamos inconscientes de sų origen, manifestaciones y efectos, como fenómenos económico sociales sujetos a la Ley del Ritmo. Conocemos acaso que hay crisis fiscales y crisis económicas, y en qué se diferencian. que las primeras afec.
tan la Hacienda Pública y las otras la estructura económica y pueden ser fi. nancieras o bancarias, comerciales y agrícolas o industriales. Se ha estudiado acaso a cuál categoría de fenómenos pertenece el que se manifiesta en estos momentos en Costa Rica. si es meramente el eco lejano de situaciones difíciles porque atraviesan las grandes naciones de las cuales depende en gran parte la vida económica del país?
Para comenzar, permítasenos analizar el fenómeno crisis en forma abstracta y.
general. Luego tratar el concreto y relativo a nuestro caso particular.
Las crisis son fenómenos de la organización económica moderna. Son el producto del sistema actual de los negocios mundiales, que se basan en la utilización del capital y del crédito. Tenemos ejemplos de depresiones económicas en los siglos anteriores al xix, pero debe observarse que ha sido con el adveniiniento del sistema industrial y el desarrollo de los mecanismos de crédito modernos, que los fenómenos rítmicos de ac y reacción, de depresión y expansión, de actividad y paralización, se manifiestan en forma de crisis. Durante el siglo xix las podemos observar, estudiar y diagnosticar en su plenitud, con una periodicidad casi rímica.
Las características del fenómeno debían scrnos familiares y no conducirnos a la exaltación y al atolondramiento como sucede ahora, antes bien al estudio sereno y profundo.
Hay una tendencia a un movimiento rítmico y hacia un punto de equilibrio en todos los negocios modernos en el mundo entero. En un cierto momento las cosas van bien, los precios suben, se aumenta la actividad general económica con vibración cada vez más intensa, crecen y se multiplican las empresas; las facilidades bancarias se amplían y se respira auras de prosperidad por todos lados. Es entonces, cuando está el organismo económico en su máximo de actividad, que algo sucede, por un motivo u otro introduciendo un principio de desconfianza en el futuro (y ya sabemos que la duda y la desconfianza engendran desintegración tanto en el camí po biológico como social. Este suceso insignificante, un mero rumor acaso, es suficiente para produCarta alusiva Sr. don Joaquin García Monge.
Repertorio Americano.
San José Estimado maestro. El problema económico social del momento. No es este de suma importancia para la vida futura de este pequeño pero modelo de democracia?
Si es de trascendental importancia su estudio sereno, franco, desapasionado. por qué no se lleva a cabo por aquellos capacitados para efectuarlo científicamente, prescindiendo de todo interés personal, tal como se analizan los problemas científicos meramente SOciales. Es de lamentar, señor Monge, que la prensa diaria de este bello país haya caído en el vicio de los interviews que tan funestas consecuencias causa, pues aunque es exponente de libertad de pensamiento, trae por consecuencia el que todo el mundo hable de lo que no entiende ni ha estudiado. asi vemos a un zapatero muy respetable en todo otro sentido, hábil artista en su línea, haciendo de pontífice en finanzas; al médico, aun con muy buena intención, debatiendo sobre temas concretos de ingeniería que requieren conocimiento técnico; al hortelano, ensayándose en cuestioncs de pedagogia. por otro lado comerciantes y agricultores, cada uno, por desgracia, en la mayoria de los casos, afilando su hachita, presentando sus puntos de vista como únicos; al capitalista rentista protegiendo su acervo de ahorros y al trabajador manual, con mucha razón, su salario y el sustento de los suyos. Cómo explicarse que en una época crítica de depresión económica, ante los graves problemas sociales que confrontamos, no se alce una voz ecuánime y serena que desde un punto de vista superior, por encima de todos los intereses mezquinos y materiales, analice la situación económica como el sociólogo que diagnostica la enfermedad de la estructura social. Es que hay crisis de hombres también. Podría este humilde servidor de Ud.
plantear algunos puntos de vista que creo trascendentales para nuestra América. desde las acreditadas columnas de su Revista que es vocero de cultura continental?
Sin pretensión de sapiencia alguna, pero con alguna experiencia en cuanto problemas económicos, creo que podría presentar a la consideración pública, algunos cuantos temas, dando así ba.
se para que los más sabios y expertos los desarrollen mejor.
Si ello es de su agrado, quedará agradecido su admirador y seguro servidor, Marcel Bonhomme De la Faculté de Sciences Sociales. Bruxelles sus créditos, y trata de limitarlos. Al esforzarse por ir contra corriente, en momentos en que la demanda de capitales está al máximum, rehusando ampliaciones de crédito, esa institución intensifica ese sentimiento de inseguridad, de duda, de desconfianza, y naturalmente, como consecuencia lógica, en la imposi: bilidad de atender todas sus obligaciones, algún negocio que creía contar con todo el crédito que necesitaba, se ve precipitado al fracaso: quiebra.
Simultáneamente todas las institucio nes de índole similar, tratan de recoger velas, procuran limitar el crédito y aun cobrar aquellas obligaciones que consideran menos seguras, en vista de la nueva situación creada. Resulta que: por una parte los acreedores piden el pago de obligaciones pendientes, y los deudores, en un esfuerzo heroico por cumplir, sacrifican valores de una u otra naturaleza que lanzan al mercado a precios inferiores, contribuyendo así a deprimirlo aún más. Los precios baian, con frecuencia en forma vertiginosa. Los fracasos y liquidaciones aumentan, produciendo así pánico, que aumenta las pérdidas y, extiende la tensión y sufrimiento a todos los ámbitos de la estructura económica.
Viene luego un período más o menos largo y continuado de depresión, de bajos precios y tiempos malos con la natural consecuencia crónica del desempleo y, salarios mínimos. hasta que por un proceso lento de reajuste viene un punto de equilibrio, y la ola de prosperidad toma el curso de una nueva marea ascendente, una nueva época de actividad y vida comercial, industrial y agrícola, un afianzamiento del sistema de crédito sobre nuevas bases. el proceso se repite, una y otra vez, en el curso de un siglo, con un ritmo típico de oscilación ascendente y descendente casi armonioso, con casi tanta seguridad como se presentan las estaciones en el año, las mareas en el día lunar. en el esfuerzo eterno de las fuerzas creadoras hacia un porvenim mejor, hacia un punto ideal de equilibrio social.
Las teorías por las cuales anteriormente se explicaban las crisis más frecuentemente son: las de sobreproducción y de bajo consumo.
La de sobreproducción mantiene, no necesariamente que hay exceso general de bienes (artículos) en el mercado. pues esto implicaría que puede existir exceso de riqueza, lo cual cs. absurdo. sino que hay en cierto momento dado, más artículos de los que se pueden vender con provecho, con ganancia. Se pensará entonces que Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica