344 REPERTORIO AMERICANO Las ideas de Cuvier LAS REVOLUCIONES DEL GLOBO De La Prensa, Buenos Aires (Véase el 2 del tomo en curso)
Las ideas de Cuvier fueron el patrido de columna fuerte, el sistema de las monio de una generación europea. Los ideas cuverianas, por más que se contra.
círculos sabios las hicieron suyas; algudiga abiertamente con el positivismo nas, incluso, gozaron de popularidad.
que preconizó aún antes de que el posiSe aliaron en la obtención del éxito, tivismo ortodoxo se vertebrara en toraparte del genio del naturalista, la idono a una doctrina.
latría científica de la época y el estilo.
Latían potentes en la actitud del sa No es Cuvier se pregunta Balzacbio sus sentimientos religiosos y tradıel más grande poeta de nuestro siglo?
cionalistas. Aceptaba al pie de la leAdemás de proseguir años enteros mitra las sagradas escrituras y acomodanuciosos trabajos de investigación, Cuba los acontecimientos geológicos a la vier sabía remontarse a la zona de las edad de la tierra que consignan, sin forideas generales para contemplar en vuemular las sutiles exégesis a que se enlo audaz el conjunto de lo creado. Potregaron más tarde los teólogos cuando co importa que luego, en un movimiento se evidenció que el planeta tiene una polémico. reflejo de una de sus últimas duración infinitamente más dilatada.
y firmes convicciones, condenase cuanCalcula Cuvier que la edad actual de to no fuese la búsqueda paciente del dela Tierra no pasa de ó 000 años.
talle. Aplicado con rigor el concepto a Rechaza, pues, la que señaló Buffonla propia obra, quedaría derrumbada la 80. 000 años Debió sonarle a herejía mitad del edificio construído en cuarenta Georges Cuvier esta cifra. Peos, mucho peor, era a sus años de trabajo asiduo.
ojos la postura de Lamarck, quien se Medallón de David Angers La verdad es que sintió en diversas etamostraba convencido de que la Tierra pas de su vida el anhelo imperioso de es lo suficientemente antigua como paunificar las ideas directoras que fluían ra permitir, en pausadas evoluciones, la o informaban sus investigaciones. Ex pone Cuvier. iQuién sabe si en París total formación de los seres. Cuvier no pone la más célebre en los Discursos no la escuchó en labios del elocuente se dignaba tomar en serio el aserto; y sobre las revoluciones del globo. Sirsabio!
como a la sazón casi nadie lo comparvieron de introducción a una de sus ¿Los fundamentos de la famosa teo tía, pudo reír despreocupadamente de obras fundamentales de especialista. ría? Es curioso, pero es así: el princi los naturalistas que cuentan mucho Es conocida la teoría catastrófica pal si no el único antecedente que hace, con millares de siglos acumulados en el que en ellos desarrolla: la tierra ha sido valer Cụvier para presentar a las catás trazo de una pluma.
asiento no de una sino de varias crea trofes del globo con tanta realidad como Al año siguiente al de la muerte de ciones. De tiempo en tiempo el glo si asistiéramos a su desencadenamien Lamarck, Cuvier produce la impresión bo es arrasado por espantosos cataclis to, es el hallazgo, realizado por el na de anonadar a Geoffroy, sostenedor de mos. Océanos y mares desbordan, en turalista Pallas, de cadáveres enteros una tesis análoga a la de aquél. Justatran en erupción los volcanes y las cor de animales corpulentos como el rinoce mente en el mismo año en que se llevadilleras, cual si fueran juguetes, ruedan ronte, el hipopótamo y el elefante en las ba a cabo la controversia, aparecía en despedazadas al suelo. Perecen total. frías latitudes de la Siberia. Cuatro de Inglaterra, insospechada, la obra que mente la fauna y la flora. Al instante cenios después volvió a conmover el rederribaba la teoría catastrófica. La coel mundo se repone de tanta tragedia. sonante descubrimiento: se encontrasa era tremenda, mas por el momento Como por arte de magia pasa a otra eta ron, al borde del mar Glacial, los restos no produjo estrépito, y en Francia no pa: una nueva creación reemplaza a la intactos de un elefante, cuyas carnes se enteraron de la publicación. No la devastada. Animales y plantas, sin eran tan frescas que se las disputaban conocieron Cuvier ni el mismo Geofvínculo alguno con los extinguidos, pue los osos y los perros. Cómo explicar froy, quien la habría acogido con inblan el planeta hasta que la próxima co la existencia de esos seres propios de menso júbilo. Los Principios de geolera de los elementos los aniquila y sus tierras calientes en zonas heladas? Aquí logía de Lyell confirmaban su tituye.
venía a insertarse cómodamente la teo cepto transformista. Colocado en el ¡Cómo cambian los criterios! Esa teo ría del sabio francés. Milenios atrás punto de vista opuesto al de Cuvier, ría, realzada por el vigor pictórico con habría sobrevenido una catástrofe que, Lyell, apoyado en pruebas muy serias, que la presenta su autor, parece hoy en trastrocándolo todo, mudó también ra explica sencillamente todas las transdía una novela. En su hora contó con dicalmente el clima. Quedaron congeformaciones sufridas por el globo el apoyo decidido de los sabios, sedujo lados los habitantes de las regiones tó virtud de cambios lentos debidos a caual público culto y durante treinta años rridas, convertidas, de golpe, en frígi sas que siguen obrando en nuestros dió triunfalmente la vuelta al mundo. das.
días, Por pequeñas e insignificantes Corría de boca en boca, mencionada co Según Cuvier se buscará en vano en que sean las transformaciones que exmo una adquisición definitiva. Muchos las causas actuales y menos en las que perimenta en el curso de un siglo, la la erigieron en dogma. También halló operan con lentitud, la explicación de Tierra llega holgadamente a su actual auspiciosa acogida en estas remotas co tamañas revoluciones y catástrofes. Perestado en los 240. 000 milenios que le marcas americanas, a extremos de que manecería así en el misterio y en un asigna el sabio inglés.
Sarmiento, al fustigar a Rosas en Fa misterio impenetrable la comprensión La cifra no fué uniformemente acepcundo. encuentra la forma de referir del fenómeno: sí ya no actúan se esfuma tada; pero a partir de entonces, todas se, como a una verdad inconcusa, al la misma posibilidad de dar con los las que se registran son enormemente caos que precede: a cada una de las agentes determinantes de semejantes superiores a la de Cuvier. La geología creaciones sucesivas de que nuestro glo cataclismos geológicos. Obedecerán, en de Lyell condujo muy naturalmente a bo ha sido testigo. Bien pudo ser Ri suma, antes que a la cólera de los ele la biología de Darwin. En nuestro sivadavia quien trajo la novedad a nues mentos de que hablábamos hace un ra glo De Vries reacciona ruidosamente tras playas: en su biblioteca figuraba to, a la auténtica cólera de Jehová. La contra las variaciones lentas. Esgrime la obra en cuyo jugoso prefacio la ex causa divina sostiene, en efecto, a mo(Sigue en la página 351)
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