Bourgeoisie

REPERTORIO AMERICANO 73 Don Mirócletes bi Manizales, enero de 1983.
ironía porque hizo las delicias Señor don Alfonso González.
de mi juventud. y no impor Envio del Prof. Alfonso González Ciudad.
ta que se diga que sus libros no comienzan ni terminan, Distinguido Profesor y amique se vive en lo vago y lo go: inconexo, y que no le ahorra las ceibas de la plaza al lector la palabrota soez que de Envigado dedica su último habitualmente vive en la boca libro Fernando González, y de los hombres, señores de la lo titula Don Mirócletes. y pudibundez que no del pudor.
usted tiene la gentileza de haNo importa que de sus libros cerme conocer el primer ejemse maldiga; son en todo caso plar, antes de que se haya da.
y sobre todo análisis espirido a la venta.
Comienzo por tuales de un tipo, casi de un decirle que no le es dado a prototipo, profundamente humuchas gentes mortales gusmano, autoanálisis podría detar más sazonadas primicias.
cir de una franqueza y de una Porque por discutidas que profundidad aterradoras. Resean las obras de Fernan.
cientemente Pirandello, en do González, es tal la viocarta a Cremieux, quien le pelencia de su contenido espiridía algunos datos autobiográtual, que todos sus lectores ficos, contestaba: No se qué son apasionados, en bien o en decirle, no tengo datos. Se los mal, amigos ciegos o enemidaré cuando se los pregunte a gos irreductibles. Ninguno de los personajes de mis obras.
sus libros anteriores, PensaGonzález podría decir lo mismientos de un Viejo. el Viamo; en sus personajes vive su je a pie o las andanzas espiespíritu vigilante, agudo y rituales de Lucas Ochoa en atormentado como ninguno en torno a la vida de Simón BoColombia. Hablando de Ferlívar, puede leerse con áninado hombro a Pirandello por mo tranquilo y aquella trabala impresión común, a primejosa y fugaz prosa va semra vista estrafalaria, de las brando la inquietud.
obras de uno y otro; pero la siembra la inquietud soFernando González verdad es que uno de los mébre todo en quienes reniegan ritos del primero está en que de aquella obra singular y esno se parece a nadie, o por lo tupenda que rompe todos los Conferencia en Salamina menos a nadie que yo conozca.
moldes académicos, qué digo Uno de los capítulos característicos de Don MiróEstén escritas sus obras para simplemente académicos, tocletes. Editorial Le Livre Libre. Paris. 1932.
la permanencia o mueran en dos los moldes habituales y Todos los maies de Suramérica proceden del vicio solitario. Os el recuerdo de los hombres palos más originales conceptos hablaré de esto, a 0, 50 la entrada.
sado mañana, la verdad es que de la obra artística. Para mí Entiendo por vicio solitario toda manera de efectuarse la despocas como ellas merecen el es un placer infinito observar carga nerviosa sin que sea excitada por la realidad.
nombre de originales.
como se retuercen a su contacEl padre Torres nos enseñaba mineralogía en el Seminario, to todos los metecos y los la. así: El cuarzo es blanco, de sabor tal, inoäoro y abunda en.
La última, Don Miróclenudos, mucha burguesía que No lo veíamos por ninguna parte. El cuarzo. Comprendéis. tes. supera a todo lo que yo Cuando sali del Seminario y me di cuenta de que toda mi niñez ha he podido leer como pesimisse dice periodística y hasta libia sido vicio solitario, me fui por ríos y quebradas en busca del mo y deja en el espíritu un beral. El ácido fuerte de una cuarzo, y lo traje a casa y lo olía y acariciaba, exclamando. Que dejo de inenarrable tristeza.
crítica histórica de incompano venga a mi mente la especie cuarzo en la soledad, sino al tocarMuy pocos libros dan la imrable sagacidad hace estragos te, a causa tuya, hermosa piedra!
presión de una más pavorosa en todos esos metales de baEso mismo pasó con Adán. Estaba solo y toaos sus actos ja ley, y cuando el Mayor eran pecado. Se le entrenó la imaginación hasta el punto de que realidad. Los personajes se Santander queda reducido estaba creando un mundo soñado que casi cubría la obra de Dios. mueven en un ambiente de viEste resolvió que no era buena la soledad de Adán, y creó a Eva. da indoespañola y tropical que su tamaño humano, demasiado Es la misma historia del cuarzo.
no deja duda de su realidad, humano, la gesticulación tiene propósito, también para mí la mujer fué semejante al cuartodas las cómicas apariencias me atrevo a decirlo, excesiva.
zo. Recuerdo muy bien que fué en Bello, sentados en la acera Ellos son todos buenas persodel mono antropoide recién de una esquina, en conde el mono Marceliano me repitió, reficogido de su bosque natal. riéndose a la mujer, la lección del cuarzo: La mujer es. para el nas, ni grandes ni chicos, ni Perdóneme esta disgresión magníficos ni detestables, sino tacto. etc.
vengativa contra gentes que Cuando creci un poco pensé que no era buena mi soledad y simple y aplanadoramente mese dicen vanguardistas de la me fui en busca de Eva. Eva fué la coja Matea, cabe un muro diocres. La mediocridad, en del cementerio de Bello, el muro donde está enterrada la madre el fondo, para los espíritus anmano siniestra, y en el fondo Dionisia, autoritaria y gorda, superiora ue las Hermanas de la Ca helantes y sutiles como el de no son sino una cobardía burridad. es verdad, salamineños, es verdad muy grande, gritan Fernando constituye la trageguesa ambulante o interesada.
mis huesos, carne y sangre, lo que afirma Montaigne de que nadie dia cotidiana más espantable. Le digo, pues, que ningún saha del amor hasta que yazga con una coja.
libro de Fernando puede pa La coja mía, huena coja, mi Eva coja, perdonó mis desarreglos Un personaje el más humilde sar inadvertido. No importa imaginativos, mis apresuramientos, y así espero que la humanidaa en la escena de la existencia que de ellos se diga que no peraonará a los ardientes mulatos de Suramérica su falta de reali visible, se convierte por la má.
zaciones. Esta falta de realizaciones proviene del hibridismo y de son novelas, si por novelas se gica virtud de sus evocaciola ensoñación a que invita el trópico con sus bellos ríos y las somentiende la sabia y siempre nes en un héroe novelesco que bras maternales de sus árboles.
igual y siempre armoniosa orcobra para el lector un inteSuramérica, es como el muchacho de los jesuítas, capaz de denación de una fabulación rés inusitado. El propio Don sugestionarse hasta sentir el olor de las trenzas, hasta sentir que dada como las que prepara se electrizan en agradable cosquilleo las terminaciones nerviosas.
Mirócletes, figura magna desdesde hace cincuenta años El suramericano se habituó a que la masa nerviosa reaccionara con crita con soberana esplendiPaul Bourget. lo digo sin (Pasa a la página siguiente) dez, y que directamente apea Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica