Bourgeoisie

REPERTORIO AMERICANO Tomo XXVI SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA San losé, Costa Rica. 1933 Sábado 29 de Abril Año XIV. No. 632 Núm. 16 John Galsworthy.
John Galsworthy y el patriciado inglés El hogar Con una Junta al parecer desmemoriada.
Cuaderno de Apuntes Esperanza.
Ventos del anochecer.
SO MARIO Alberto Nin Frias Gota.
y Alberto Gerchunolf. Una profanación literaria Pedro Mourlane Michelena Antonio Josó Restrepo Elena Torres Juan del Camino El presidiario Lamentación ante la momia de Pizarro.
Ingenia Carta Enrique Banchs Cuestión de opiniones Allonsina Storni Sanin Cano Armando Solano John Glasworthy Alberto Guillén Carlos Jinesta Enrique Naranjo ba exuberante John Galsworthy Desde hace treinta años, novelación inglesa no ha producido un novelista dotado de estilo más hermoso ni De La Nación. Buenos Aires de pensamiento más hondo, ni cuya filosofía de la vida interprete mejor el nuevo espíritu de la edad en que vive, que Juan Galsworthy. No pocos criticos le conceden el primer puesto entre los escritores de Inglaterra. bien se lo merece tan señalado encumbramiento quien analiza las intrincadas circunstancias de la vida en un estilo perfecto con generosidad, anotando de paso su sincera simpatía por las víctimas de la inexorable fatalidad. Su conmiseración por los yerros humanos es sincera y excluye esa vanidad complaciente de ciertos moralistas que se envanecen de estar libres de la taras que describen. El creador de la Forsyte Saga. empresa parecida a l: de Zola en la pintura de la familia de los Rougon Macquart, mas apartándose de describir groseramente los instintos más bajos de la humanidad, produce a veces el efecto de un Balzac maduro, ordenado y dotado además de un sentido estético más exquisito que el poseído por aquel inventariador de la realidad huJohn Galsworthy Retrato de Randall Davey mana.
En novelador alguno puede observarse pesar de haber sido consagrado reciencon mayor nitidez el cambio sobrevenido, temente por el premio Nobel, no era John a raíz de los grandes y perturbadores Galsworthy un escritor difundido. Era celebre sin ser realmente conocido. Sus novelas y sus descubrimientos de la biología, en la acti dramas no se dirigian con especioso interés tud hacia los males de la existencia. An hacia ninguno de los sectores sociales. Setes bien que a la aceptada trilogía para veramente, austeramente, se amargaba con explicar la perversión del hombre o su la amargura colectiva, sufria con la desdicha, padecia con el dolor humano, sin presentir decadencia moral, constituída por las su el apoyo de nadie, sin buscar la coincidencia tilezas de la pasión, la crueldad de lo fa con nadie. De esta manera combatió la intal o el despiadado haz de circunstancias justicia, sirvió al menesteroso, sin sonrosarse adversas, Galsworthy se inclina, y esto de candor optimista ni ensombrecerse deliberadamente con la realidad. Vivió en la es un distingo constante en toda su obra. dignidad y se ausentó sin tumulto. Tal vez.
a achacar a la debilidad humana la tra con el tiempo, cuando la humanidad vuelva gedia de la vida. En este sentido es a ser clásica, esto es, a tener un ritmo, Gals To Let. el último volumen de la novela worthy se aparecerá al hombre ya apaciguado como uno de sus hermanos más benévolos.
cíclica antes nombrada, una obra maestra, por sus atisbos de belleza, lå piedad Alberto Gerchunoff para el caído que emana de la sabiduría. Caras y Caretas. Bs. As. el deslumbramiento de los episodios extraños y conmovedores. Esta novela ha Galsworthy es un maestro que se ha sugerido la comparación de su técnica, aprovechado de todos los progresos aporde su modo de fabular, a la de la incom tados a la técnica de la novela por sus parable Jane Austen, cuyos caracteres grandes predecesores, principalmente literarios fueron: una gran lucidez, penepor Henry James, cuyos principios del tración psicológica, alegría interior y el punto de vista y del relato directo ha don de expresarse concisa y bellamente. aplicado con considerables ventajas.
Describe To Let el desenvolvimiento Empieza a escribir hacia los finales de un amor con todas sus calidades de del movimiento neo romántico y cuando rapidez, de inconsistencia y del presto decrecía la influencia de Kipling. Acaagostamiento de su belleza.
baba de terminar la desgraciada guerra boer, y como siempre acaece, tras una costosa victoria, la sociedad pensante inglesa encomenzó a meditar sobre la fragilidad del Imperio. Era un momento de autocrítica nacional acerba. Los partidos populares, alejados del poder desde hacía treinta años, eran elevados a la jefatura política, de la cual ya no saldrían jamás.
Paralelamente a estos acontecimientos se producían cambios importantes en el medio artístico, acentuándose el amor a la ironía y a la paradoja, que hace tabla rasa con todas las nociones victorianas de orden moral, tan largamente mantenidas en Inglaterra, Galsworthy entra de lleno en esa corriente revolucionaria. Hijo él de un abogado, hombre de leyes él también, nutrido de cultura francesa, se halla, por sus excepcionales. conocimientos, como muy pocos noveladores, habilitado para describir a la burguesía insular. ello viene a agregarse, el aprendizaje insustituible de los viajes. El contacto con otros pueblos donde la expresión de las ideas y la exposición de las costumbres son más libres, le convierten en el historiador más completo de la vida inglesa contemporánea. Llega él, en plena madurez, a dar su veredicto sobre la civilización actual de su país, frente a la estructura ideal que maduran los filósofos.
Su héroe de The Island Pharisees ha nacido con la manía del altruísmo.
Estudia íntimamente a la sociedad, y la ve ciega a cuanto no concurre a afianzar la propiedad y la riqueza individual.
El buen tono puesto en boga por los snobs. los ociosos adinerados y los diletantes, substituye al código mosaico.
Este snobismo. que se mece como pluma al viento, forma el soberano bien del mundano de este género; cual un nuevo Moloch, exige para su sustento la entrega de los más capaces en inteligencia. El cuadro de una sociedad que todo lo sacrifica a ciertas necias supersticiones está trazado con vividez y fuerza. En The Man of Property (1906)
ataca al propietario, que es el esclavo sumiso de sus bienes, y, en The Country House (1907. la vida del terrateniente acomodado, muy conspicua todavía en Inglaterra. El egoísmo, en sus fases más repugnantes y odiosas, es analizado con verdadera fruición de letrado a lo Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica