REPERTORIO AMERICANO SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA San José, Costa Rica 1933 Sábado 21 de Octubre Tomo XXVII Núm. 15 Año XV. No. 665 Jovellanos Méjico y la orientación económica en la Conferencia de Montevideo.
La ascensión.
Con el dañino caporal de la Rep. Dominicana.
Verios El caso de Vargas Vila. SUMARIO Americo Castro Francisco Contreras, Vargas Vila Arturo Torres Rioseco Notas sobre Alfonso Reyes Raúl Silva Castro Alfonso Reyes Una hora con Alfonso Reyes Max Jiménez Noticia de libros: Juan del Camino Graciany Miranda Archilla José Marti en Costa Rica, por Carlos Jinesta. Alejandro Alvarado Quirós Armando Solano El anti Rodó.
Luis Alberto Sánchez.
o He aqui un gran volumen en el dardo de un perenne descnn.
Jovellanos nuestra tradición de moralidad y tento. Jovellanos es una manifesactivismo. Gaspar. de Jovellatación suprema de lo que pudie(Asunto más que actual)
nos perdería en calidades si intenra denominarse el jovellanismo De El Sol. Madrid.
esencial de nuestra Historia.
tásemos aquilatar o valorar aisladamente el amplio caudal de El pasado, como tal, había frasus haberes o el escorzo ideológicasado. De qué le sirvieron a co de su doctrina. Las elegantes.
España los estudios eclesiásticos?
razones del caballero gijonés se ¿De qué la jurisprudencia. preresolverian de esa suerte en punguntaba Jovellanos. Cuáles tos de vista característicos del sison las útiles verdades que recoglo xvmi y en ecos de Montesquieu, gió por fruto de las vigilias de Condorcet, Rousseau, Locke sus sabios. El pueblo, teócrata Adam Smith.
por su gusto, había llegado a fiMas una interpretación semenes del siglo xvii, con Carlos II jante sería, en cierto modo, inaa gozar sólo de una parodia de decuada a nuestro objeto, ya que la vida. Se pensó entonces seriaJovellanos no actúa sobre ideas, mente en confiar a los cabildos llevado del propósito de tornarlas catedrales la gerencia del Ejércimás nuevas o más ágiles. Su teto, la. Marina y las finanzas púma no es ningún problema desinblicas. Vino luego la dinastia borteresadamente intelectual, sino bónica, renacen las minorías cul. aquel otro de índole práctica que tas al contacto del saber de Eurole ofrecía la realidad histórica do pa, y se hace posible la enérgica sų pueblo, asuntos de voluntad y y alegre arremetida de las huesde conducta, tareas de ingeniería tes de Carlos III. La expulsión de política y moral. De ahí que lo los hijos de San Ignacio marcó la que hoy nos parezca más admiracúspide de ese intento de desvivir ble en el excelente Jovino no sea una errada Historia. Poder civil, su pensar sobre la ciencia, la rereligiosidad templada por el sen. ligión o la vida pública, sino más tido de lo humano, esfuerzo por bien su gran ademán, su avanzar Gaspar de Jovellanos conquistar la felicidad de este grave y heroico al encuentro de mundo mediante el uso racional De un original de Goya.
una nación, que él pretende, casi de las riquezas naturales, supera: con el solo esfuerzo de su mente, ción de todo plebeyismo, urbanilevantar en vilo.
como restauradores de una decal romlires consistía en querer pres zación de los campos; todo eso y Don Francisco de Goya pintó un da grandeza a los hombres de Car cindir de lo que España realmen algo más constituye el programa.
maravilloso Jovellanos, bien ajus los III: España había venido a te era, para en aquel vacío fra. de Jovellanos. No haya lugar, ni tado a las ideales líneas de la épo menos y ellos pretendían llevarla guar otro país, con otros supues aldea, ni feligresia que no tenga ca, denso de alusiones: aristocra a más. De hecho, esa idea está tos, con distinta sensibilidad. Que enseñanza de las primeras letras; tismo, melancolía prerromántica, expresada, por ejemplo, en cadal. rer ser lo que no se es, como no no haya individuo, por pobre y convencionalismo de ese papel que so, que desearía resucitar las vir. se es. Esa pugna de las minorías desvalido que sea, que no pueda la mano abandona con fingido tudes del tiempo de los Reyes Ca contra la masa no significa, sin recibir fácil y gratuitamente esta desgaire, mirada dulce de hombre tólicos, a fin de que sus esplen embargo, algo adventicio enton instrucción. Mucho falta aun pa.
bueno, perdida allá tal vez donde dorcs revivieran. Pensando, sin ces y privativo del siglo, ya que ra que tal deseo se convierta en se forjan las abstracciones de la embargo, con más rigor, se llega lo pozervamos a lo largo de la una realidad plena, razón. El conde de Toreno, su a ver que no es ése el problema historia moderna desde el si Jovellanos es, con todo esto, el amigo, ve en él la imagen de la para Jovellanos, Cabarrús y sus glo xvi, y en el niumento presen menos abstracto de los regenerapundonorosa dignidad y apostura iguales en inquietud patriótica. te cuenta con esforzados agonis dores del siglo xviu. Aspira a ac.
de un español del siglo xvi, unida No se trataba, en efecto, de infun tas. Mi idea es que esta hispa tuar sobre los resortes vitales, al saber y al exquisito gusto del dir fuerza nueva a un pueblo, ac nidad discrepante, al mostrar su quiere movilizar la apetencia de nuestro. Achacábanle afición a. cidentalmente decaldo por gue. constancia a través de los siglos, bienestar y los estímulos placenla nobleza y sus distinciones. rras, emigraciones o cualesquiera representa un elemento esencial teros. Le inquieta la ausencia de Suelen los que escribieron acer otras causas, del modo que a un de la Historia, no debido a moti. diversiones públicas, sin las cuaca de este preclaro astur, y en convaleciente se le dan alimentos vos de accidente o capricho. La les se amortecinan los ánimos en modo general quienes se ocupan exquisitos. No. Lo utópico y a la historia de España es la de un ser el lugar pequeño, morada del tede nuestro siglo xviu, considerar vez trágico del afán de aquellos que en su flanco abierto portara dio y de la abulia. En una anto Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica