Bourgeoisie

REPERTORIO AMERICANO 243 CAFIASPIRINA John Galsworthy y el patriciado inglés incontestadas. No pinta bello paraíso alguno tras todo este desorden, que no termina a pesar del ejercicio de nuestra Ríase usted de cualquier dolor por fuer. razón razonante. y deja entrever que te que sea, si tiene a mano la famosa el único medio de recuperar nuestra perdida nobleza humana, fuera como ya lo sugirió Rousseau, el retroceder al estado No sólo da inmediato alivio, sino que salvaje o, cual lo postulan muchos pensadores modernos, convertirse en un varegulariza la circulación de la sangre, levanta las fuerzas, proporciona un sa.
gabundo sentimental.
ludable bienestar y no afec.
ta el corazón ni los riñones.
Galsworthy sobrevivirá como un cláBAYER sico, por su estilo diáfano, nítido y pul Si es BAYER a Buenon R.
cro, y, asimismo, por la lógica y el senCAFTASPIRINA (M. Eter compuesto etánico del ácido orto oxibenzoico con Cafeina tido de la perfección que presiden la construcción de sus obras.
Sin duda, es el más naturalista de los noveladores británicos, pero en el sentido estrecho y noble del vocablo. Toda charlatanería e insinceridad de los artis Es cierto; y se les ve día a día y su ya vasta obra novelada y dramática tas, de la rapacidad de las clases infe hora a hora redoblar sus precauciones se reduce a narrar, a través del alma de riores y de los empleados, de la ignoran contra sí mismos. Coca, o Loarre Guasus personajes, las rebeldías que expericia y pereza mental de las clases dirigen damur, o Peñíscola, se han encastillado mentan al constatar el triunfo de la metes, en una palabra, de todos aquellos menos berroqueñamente que ellos. No diocridad adinerada, del orgullo de la noactos falsos, deshonestos y equívocos, hay barbacana ni sillar de cubo que rebleza de la sangre, de la infidelidad de que se ocultan tras la careta de la hi sista lo que los prejuicios de los Forsyte.
los jurisconsultos a las leyes, de la cienpocresía solapada.
Aunque sí; estos hombres, y Soames, el cia infusa que pasa por justicia, de la Alberto Nin Frías protagonista de Galworsthy, sobre todo, conocen el desfallecimiento ante la voz que mueve a los astros, como a los corazones, a la cortesía en la atracción irreparable: Shall compare thee to a summer day?
Thou art more lovely and more temperate. De El Sol. Madrid nostalgia John Galsworthy sigue a George Es el grito de siempre: sociedad y a las pompas en que parsimode la forma en criatura carnal que pasa Moore en el viaje sin retorno. Presiden niosamente se reclina.
te del Pen Club y laureado del premio Días después de estas exequias, la nahacia la muerte; la criatura, que ese la Nóbel, Galsworthy es para nosotros el ción despierta con el alma trocada. Heestrella y el escollo, la gracia y la perdiSoames novelista de La saga de los Forsyte.
ción, la salud y el pecado.
moz cambiado confiesa un duque en sus Cumplo pronto los sesenta y cinco. Es Memorias de temperamento nacional Forsyte es, como los suyos, de naturaleza escarpada de orgullo, o como Galsta es ya la vejez, que nos cierra con sus y hasta de clima. Esta es la mudanza tempestades de nieve el paso.
que John Galsworthy refleja en La saworthy dice, abrupta. Esta isla de orgullo será bien pronto la isla encanta. Se atribuye el escritor, meses antes de ga de los Forsyte que es, de todos sus da. Ve Soames vacilar dogmas de clamorir, una edad que no es la suya. Perlibros, aquel en que el arte de novelar tenece al grupo de novelistas que sigue culmina para siempre.
se, prejuicios y pudores que eran cimieninmediatamente a la promoción última Hay en este primer libro, casi en la to y argamasa de su seguridad. la sonrisa de la criatura carnal que pasa de la era victoriana. Wells, Con primera página anota el lector más lú hacia la muerte corresponde una grieta rad y Arnold Bennet nacen en el mismo cido de Galsworthy aquende el Canal, en la armadura de altivez de Forsyte.
äño que Galsworthy, diez años después un pasaje célebre: es aquel en que se ve Ella basta para que el amor vulnere y que Kipling y algunos antes que Joyce, en la antecámara de los Forsyte, en el cante victoria sobre las fuerzas de un hiy que Lawrence. Son muy jóvenes el colgador, entre los tubos de ocho rejo del Imperio.
día en que la Reina Victoria se extingue flejos de estos potentados de la City, co En esta gran ruina que bate en breen el castillo de Osborne, de la isla de mo un animal de otra especie, algo así cha el credo de los Forsyte y disloca uno Wight, después de haber regido un Im como una fierecilla peligrosa: el flexitras otro los artículos de su fe escribe perio durante sesenta y cuatro años. ble del arquitecto Philippe Bosinney. Se Gillet hay algo que subsiste y que vieCon la Soberana se han apagado las luadivina que todas las tormentas van a ne de más lejos que la educación y que ces de una fiesta de la Historia, de la que salir de ese sombrero como de la caja de los dioses mismos: es la energía, la reliaun se aspira el recuerdo. La han prePandora.
gión de la sangre, que resiste a todos los sidido las constelaciones más altas de la Todo el libro, en efecto, es la historia asaltos; es esta certidumbre de una raza rectitud y de la inteligencia. De manos de esta gran familia. enfrente de esque no se, aviene a perecer y que como de la Reina toman el Poder, uno tras te gran intruso: el amor. Nada imun barco sacudido y desarbolado a través otro, lord Melbourne, Peet, Russell, pone más que esta vigorosa burguesía, de las tempestades mantiene su confianDerby, Aberdeen, Pálmerston, Disraeli, en la que las tradiciones de honor, de za en la ola, y en los astros, y en la poGladstone, Salisbury y Rosebery. Com carácter, de trabajo y de opulencia se tencia desconocida que lo conduce al bate Inglaterra, entre 1837 y 1901, en mezclan con menudas supercherías soterritorio canadiense, en el Afganistán, puerto. Esta doble mística, humana y ciales, y en la que la dignidad de la vida nacional, explica la popularidad del auen el Celeste Imperio y en la India, es exaltada a la altura de una religión tor y de su novela.
contra los sikis en Crimea, en Abisinia, como el tubo de estos señores y la se Así es; y La saga de los Forsyte. en los frentes aschanti y zulú, en Egip lle de boeuf de los banquetes del domin después más aun que en vísperas del viato por la reconquista de Nubia, en Bur: go.
je sin retorno de Galsworthy, será el lina, en el Transvaal, Consolida la na fuerza de someter impulsos, de pro bro de familia de Inglaterra. De la Inción su mando o su tutela bajo todos los hibirse mucho y de gobernarse con im glaterra que se encontró con el alma trocielos. Anima la época que Galsworthy perio, estas gentes han llegado a cons cada después de los funerales de la Reive desprenderse, al morir la Reina Vic truir un edificio de convenciones y de na Victoria.
toria. Tanto como una opoteosis son los virtudes que ha adquirido la consistenfunerales de esta Soberana el adiós a una cia y la solidez de la roca.
Pedro Mourlane Michelena Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica