242 REPERTORIO AMERICANO ir a ur. a determinada cueva cada esta das, me acerqué, le golpeé la nariz; y Otro hecho referente al bárbaro trato ción. La joven serpiente pronto aban le pregunté a un paisano viejo que esta del caballo pampeano y que parece fordona a sus mayores para llevar su vi ba por ahí, el sentido de ese acto. Creo talecer mi tcoría, queda por mencionar.
da y cuando llegan los tiempos fríos que se muere me contestó. los ca No es cosa fuera de lo común que un el invernadero suele quedar a unas treinballos vienen a morirse a las casas. caballo que se ha escapado con montuta millas del barrio natal. La vuelta la mañana siguiente el pobre animal fué ra y. con riendas, acabe por volver a anual es un instinto seguro, como el de. encontrado muerto como a veinte me. las casas; en ese caso es evidente que ciertos pájaros que en otoño buscan un tros del alambrado, aunque cuando me el animal vuelve en busca de alivio. La clima más caluroso.
le acerqué en la tarde precedente no te acción del caballo que vuelve al patrón, Es sin duda favorable para las ser nía aspecto de enfermo.
de quien siempre ha huído, para ser despientes el pasar el invierno amonton. Al verlo muerto, recordé las palabras pojado de la montura y del freno, es indas. Esa costumbre de dirigirse anual del gaucho y me pareció tan maravillo dudablemente más inteligente que la del mente a un antiguo lugar nos induce a so e inexplicable que un caballo pudie caballo moribundo volviendo para que le pensar que los individuos tal vez una ra hacer semejante cosa, como si una alivien los males; pero el motivo es idénpareja al comienzo que frecuentan fiera viniera a exhalar su último suspiro tico en ambos casos. En el portón es una cueva bien seca, muy profunda, se a la puerta de su enemigo constante. donde los únicos dolores del animal se guro rcfugio contra sus enemigos, ten Ahora comprendo que las sensaciones han originado y es también allí donde drían una considerable ventaja sobre sus de la enfermedad les recuerdan a los tuvieron fin; y cuando el impulso de alcompañeros, y aumentarían más y más caballos criollos las penas, tan a menudo gún nuevo sufrimiento lo aflige tanto codurante el verano.
experimentadas, del hambre, de la fati. mo el anterior, ahí es donde va.
Posiblemente la mayoría de las ser ga y ce la sed, combinados con la opre Volvamos al guanaco. Después de repientes no sucumben de muerte natu sión de la pesada montura o recado, con traer el instinto hasta sus poéticos oriral; decir, que una sobre mil conoce su monstruosa cincha apretada hasta genes, la costumbre adquirida por el ani.
la vejcz no sería exagerar, pero si tuhundirse en el cuero y privar al animal mal de buscar refugio en un sitio detervieran tan pocos enemigos o accidentes de cómoda respiración. El dolorido ani minado, conviene especular un poco más como otros animales menos prolíficos y mal recuerda como al fin vino el alivio schre la naturaleza de ese peligro.
mucho más complejos, de suerte que cuando las doce o quince horas de tor Si la raza del guanaco es antigua sobre muchas alcanzaron el término natural tura cesaron; el enorme trabajo y la bz tierra como los naturalistas suponen, de la vida, sería dable suponer que en necesidad, y como luego le quitaron el debemos creer que ha sobrevivido no so.
una naturaleza ardiente el fracaso de los freno y la pesada montura y tuvo liber lamente a un variado número de mamípoderes vitales simularía las sensacio tad, pudo comer, beber y descansar.
feros, sino que ha soportado muchos camnes causadas por una temperatura en des Junto a la puerta de su amo había sen bios en condiciones de vida. Digamos.
censo y haría que la serpiente vieja o tido el repentino alivio, y allí se suele pues, que en un lejano período, una enferma se arrastrara al refugio conoci dirigir en la enfermedad, el temor domi transformación se operó en el clima de do, en el que había sobrevivido a tantas nado por el sufrimiento, para buscarlo la Patagonia, que fué haciéndose más frío heladas.
de nuevo.
debido a alguna causa que afectaba El guanaco nunca ha sido animal de Discutiendo este punto con un amigo. únicamente a ese trozo de la región aninvernal, pero debemos suponer que, co hombre de espíritu y gran conocedor tártica; por ejemplo, una vasta acumumo el crótalo del Norte, había formado de caballos, éste me dió una explica lación de montañas de hielo en la costa la costumbre de juntarse con sus comción. diferente y que él cree más probable, norte del continente antártico que aupañeros para pasar ciertas temporadas sobre la acción del caballo a venir a mentó con los siglos hasta bloquear una en un mismo lugar; que eso aconteció en morir a las casas.
Es ésta: el animal considerable parte del mar. Si el cambio épocas de sufrimiento para el animal, moribundo o enfermo se aleja instinti fué gradual y la nieve se hizo más propues la incomodidad o el peligro fueron vamente de sus compañeros funda y duró más cada invierno, un anilos que produjeron el hábito. Si también ción defensiva propia del individuo. en mal inteligente. gregario y excesivamensuponemos que ese hábito perduró has oposición al conocido del animal sano te fuerte activo como el guanaco, ca.
ta hacerse un instinto, como el de la serque llama a la tropilla entera para per paz de alimentarse de las fibras leñosas piente, de manera que los guanacos jó seguir al enfermo, destruyendo así sus más secas, podría soportar el cambio advenes se dirigieran solos al meeting posibilidades de mejoría. Al animal su auiriendo nuevas costumbres para afrondesde cualquiera distancia, no hay más friente no le basta con dejar a sus com tar el nuovo peligro. Uno de ellos sería que un paso hasta la creencia de que pañeros: quiere hallar un rincón solita nue, a la proximidad de las nieves honuna vez cambiadas las condiciones, ese rio donde éstos no lo puedan alcanzar. das y de los fríos mortales, la tropilla conocimiento instintivo perduraría en Pero en las pampas pastoriles, donde. entera se congregara en ciertos parajes ellos y les haría emprender el viejo cason tan visibles los caballos en el terreno de los valles de los ríos, donde la vegemino cuando los estimulara una herida, liso, sin árboles, no hay ningún escon tación es más densa y es posible hallar o el malestar de una enfermedad o el dite. En ese trance, el animal picado por alimento, mientras la nieve cubre los aldecaimiento de la energia vital, cuando el miedo busca el lugar que siempre han rededores.
los sentidos se debilitan, la respiración temido todos, Se entiende que los guanacos eligieran se entorpece y la sangre es débil fría.
ciertas localidades que son utilizadas Voy a relatar un caso que yo he obahora como sitios de muerte. Allí estaservado y que me parece oportuno; de rían al abrigo de los pamperos; la corteantemano postulo que se trata de un za de los árboles y las ramitas serían su alimento, el calor de todos los anihábito adquirido, pero esto no afecta en nada mi argumento, pues he asumido males reunidos serviría para derretir en que el guanaco. una de las más sagaAbogado y Notario parte la nieve y les impediría aterirse, mientas el enmarañado ramaie formaces especies de vertebrados empezó ba encima como un techo de nieve, haspor adquirir la costumbre de buscar un OFICINA: recordado asilo, y que dicha costumbre ta que la primavera los libertaba.
era como el modelo en arcilla del perEs digno de mención que sólo en el 50 varas Oeste de la Tesorería fecto e indestructible instinto que se forconfín austral de la Patagonia hay cemó después.
de la Junta de Caridad. menterios de guanacos. Esto no sucede en el Norte, ni en los Andes bolivianos Una tarde de verano en que yo salía, Tel. 4184 ví a un caballo de los del establecimienni en el Perú.
Apdo. 338 to con la cabeza apoyada contra el portón; estaba sin montura y no tenía rienGuillermo Enrique Hudson una acOCTAVIO JIMENEZ Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica