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66 ver en consenes.
a gozar de lo vió probarlas todas sucesiva. humanos en la superficie de la Venecia es distinta a lo que interesaba, no había Ha redactado durante personaje. Quiere ver y con las comodidades de los países y a menudo ofrecen al pueblo REPERTORIO AMERICANO hogar incita a salir a menudo gresar con gran precipitación de su casa.
OCTAVIO JIMENEZ para contar que ellos han esPuede ser que hubiera tetado allí. Montaigne les ennido esa razón para emprenABOGADO y NOTARIO señará que hay que saber meder viaje. pero tenía, para deOFICINA: 50 varas al Oeste de la Tesoreria dir hasta su curiosidad y que cir la verdad, una más impede la Junta de Caridad.
demasiada curiosidad impide, riosa todavía, pero no más Teléfono 4184 Apartado 338 frecuentemente, bien.
amable. Padecía desde hacía Acaso no es edificante esta algún tiempo de gota y de anécdota de un volumen ma.
mal de piedra; había probanuscrito de Séneca, que le do sin éxito las aguas de BagSu viaje no se asemeja en No es un viajero sublime, ni mostraron la Biblioteca Le habían hablado de nada a esas néres.
trayectorias de un insensible, ni uno de aquevaticana, sin que lo hubiera las de Plombiércs, de Bade, hólidos ciegos que describen llos que nada asombra ni dede Padua y de Lucca; resol hoy día millarcs de cuerpos cepciona. Ha encontrado que pedido, cuando el embajador de Francia, a quien este libro Tierra. No tiene horario fi se la había imaginado y un mente y sin tregua; su eclecjado de antemano. No trazo poco menos admirable. pero guido verlo, y le había aseguticismo se aplicaba a las aguas ninguna línea determinada, ni permanece alli una semana y rado que no lo mostraban.
como a todas las otras cosas.
Esto hace decir a Montaigne, recta, ni curva. ha dicho de se encuentra a gusto. Prefiere Tiene cerca de cincuenta con mucho juicio: Todas las su propia filosofía; lo mismo la realidad a los sueños. Toaños cuando emprende viaje; hace con su ruta. Si la curio da su vida ha desconfiado cosas son así; fáciles por cier.
ha sentido ya la vida, conoci sidad lo tienta, se desvía para nos dice en su Viaje. del tos caminos e inaccesibles por do sus cargas y sus dolores, ir a ver algún lugar o algún juicio de los demás respecto a otros. La ocasión y la imporsus pesares, sus ligeros bietunidad tienen su privilegio, muchos años los Ensayos nocer, No sale de su casa pa extranjeros; no sabiendo, cada lo que rehusan los reyes.
ra volverse a encontrar entre cual, apreciar más que siguiende Frecuentemente, la que. justamente, acaban curiosigascones, sus compatriotas, do el orden de sus costumpublicarse. Bien sabe que su dad se abstiene ella misma, sino para ver otras naciones, bres y de la modalidad de su ausencia no será de pocos como también lo hace la granotras costumbres y a través pueblo.
días. Efectivamente, viajó un deza y la potencia.
de ellas, un poco más adelan Durante más de diecisiete año y medio.
Fuerte lección para todos te, el fondo del hombre mis meses, no se preocupará ni Para compensar su edad y aquellos que piensan que la mo. Para conocer bien la de sus costumbres ni de su cl peso de sus males, se hace diversidad de costumbres pueblo, y sin olvidarlos, sin importancia del viaje depenescoltar por cuatro jóvenes de modalidades nos dice su se embargo, sabe de de la distancia y del dinebuena familia, de los cuales cretario. se dejaba servir en que ve.
ro que se emplea, y no única.
ninguno tiene todavía veinte todas partes a la moda de caSu ardor calentará el da país, cualquiera que fuera venes compañeros de llegar a. Toa La prisa que tenían sus jó mente de la calidad del viajeaños.
Montaigne les enseñará suyo.
la dificultad con que tropeza Roma, por la agradable reque sus viajes precipitados, a los cuales a veces dan tanta Antes de ponerse verdade ra. en su Diario se le putación de que gozaba enimportancia, no son gran coramente cn marcha. va a Pa ve sin cesar, prestar atención tonces, debió hacerles aceprís para presentar al rey Enri. al beber, al comer, al dormir, tar, a veces, con cierta impaen comparación de aquel quc III sus Ensayos y consin apuro y del a la vestimenta de los hom ciencia, la indolencia de Monducir a su última morada a un bres y de las mujeres; obser taigne.
cual no pensó publicar el re Sin ellos, tal lato.
Viajó sin la preocupaamigo que el fanatismo reliclase de almohadas hubiera ido nos dice a Cración de hacer un libro, pero gioso acaba de llevar al otro de mantas. la de los utensi covia o bien a Grecia, hacia mundo. Bajo esos fúnebres lios de cocina; nada se le pa donde su humor lo llevaba.
abriendo los ojos, el oído auspicios y molestado a meatento, escuchando bien y hasa inadvertido. No es un via Puede lamentarse que su viablando poco.
nudo por su enfermedad, pe jero sublime; la menor cosa je no haya conocido tales desro arrastrado por sus jóvenes lo detiene: lo consigna exac víos; pero tal como es, por El les enseñará. Elles compañeros y su propia curiocnseñaría. si quisieran estamente. tranauilamente, sin Lorena, Suiza, Baviera, el Ti.
sidad, se encamina gallardacreer haber hecho un impor rol e Italia, encierra ligeros cuchar: pero quién podría vamente hacia Italia, nagloriarse de enseñar a esos tante descubrimiento. sin pen dibujos trazados por una maEse viaje no es turistas torrenciales, sujetos un simple sar que nadie jamás ha obser no maestra y segura.
paseo. más de que frecuen vado nada antes que él.
a horarios y a guías, compaSi no se hubiera enterado, tcmente tiene que ñeros casi tan odiosos como levantarse Verá todo lo que el azar del mientras estaba en Lucca, de mucho antes de la aurora, a viaie le proporcione; será su que sus compatriotas lo ha la gota y el mal de piedra, pesar de su habitual pereza cesivamente una ejecución ca. bían nombrado alcalde de Bur enemigos de nacimiento de la de levantarse temprano. via pital, una ceremonia de ju deos, su ausencia y su Dia sociedad, la más ventajosa ja a caballo y a veces tiene dios, el exorcismo de un po rio hubieran sido más ex que haya que asegurarse paquc cstar diez horas montaseído. Mientras tanto, prue tensos; pero no es ni por la Ta un viaje: la de la indolen.
do. He aprendido a hacer ha las aguas; observa ane la duración ni por la singulari cia y del azar, mis jornadas a la española, de Plombiéres deja en la bo dad que su viaje y su Dia De regreso de sus agitacio.
de una sola tirada. dice en ca una suavidad igual a la re rio pueden servir de ejem nes precipitadas y estériles, los Ensayos. además, galiza. todo le da vida pa plo a los viajeros de nuestra sentados al lado del fuego en cn 1580, las rutas no siempre ra nosotros, por pequeños he época, sino por el espíritu que el barrio tranquilo de una ciuson seguras; la peste reina en chos de este género.
presidió tanto al uno como al dad, o en la quietud de una ciertos lugares; le impide ir Ticne cincuenta años y el otro.
casa de campo, tal vez, si el a Zurich; en otros, son los mal de piedra, pero la vista Montaigne nos da ahí el sa. Viaje de Montaigne les cae bandidos y el rumor de sus de los monumentos o de los ludable ejemplo de su indolen entre las manos, reconocerán hazañas lo que le hace desviar paisajes no basta para conten tc placer. Los viajeros de hoy su sencilla y fuerte sabiduría se de su camino entre Bolonia tarlo.
Los primeros tiempos día son casi todos, según la y honrarán, un poco tarde y y Roma, Pero ni sus males, de sus estadías en Venecia y fuerte expresión de Enrique con cierta envidia, al patrono ni el cansancio, ni los peli en Florencia, se queja de no de Montherlant, viajeros per saludable y cordial de los que aun saben, como la tortuga gros, lc arrancan una queja, haber visto todavía lindas mu seguidos. llevados por el de.
ni lo hacen apurar, jeres en Italia.
seo de alcanzar lo más rápi de la fábula, asegurarse una damente no se sabe qué, de provechosa lentitud.
EN La Lectura de Miguel Guzmán (Callejón del Rey, Poniente, 160. llegar lo más pronto posible Guatemala, Rep. de Guatemala) halla Ul. el Repertorio.
a un punto del mundo y reG. Jean Aubry sa que él hizo vez va. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica