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EDITOR: REPERTORIO AMERICANO García Monge SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Desde que Garrison fundó su Liberator no hubo paz en la Unión: cómo crecen las ideas en la tierral José Marii.
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Giro bancario sobre Nueva York.
Corroos: Letra Un libro de Fombo na De La Voz. Madrid, 14 de marzo, 1933 una existencia, definir una personalidad y hacer una obra. Blanco Fombona ha sentido con violencia todos estos temas y los ha sujetado en una armonía pletórica bajo la disciplina de una mente clara y un corazón recio.
un Alguna vez creo haber contado cómo he conocido a este ilustre escritor his. panoamericano. Fué en París, en la ter.
tulia de Luis Bonafoux, Rubén Darío, Gómez Carrillo y algunos otros para ini personalmente desconocidos. Entablé con uno de los últimos diálogo, que se hizo polémico sin duda por el tono exaltado de mi interlocutor. Le contradije.
Cuando salíamos, ya de noche, bajo una lluvia fina de otoño, Carrillo, que se apoyaba en mi brazo, me advirtió en su tono suave, e insinuante: No sabe usted el riesgo que ha corrido. Se ha atrevido usted a discutir con el gran Blanco Fombona, y sin duda le ha caído usted en gracia, cuando no le ha dado a usted un tiro. Fombona es el homR. Blanco Fombona bre más terrible que se pasea por Paris. Pobre Gómez Carrillo! Rei la boutade. Pero algo había quedado Gacetilla en mi ánimo de aquella humorada. Ru De Luz. Madrid fino Blanco Fombona, además de gran escritor, era para mi desde entonRufino Blanco Fombona publicó (Edito ces un hombre bravo. Después, ya en rial América) su «Camino de imperfección. España, conocí más de cerca esta recia subtitulado «Diario de mi vida. Comprende personalidad: temperamento violento y los años de 1906 a 1913, trascurridos en Caduro de país joven, alma hispana aparacas, Anisterdam, Paris, San Cugat de Vallés, sionada y romántica, inteligencia euroMadrid, Aquisgran y otras grandes y pequeñas ciudades. Se mezclan en el a Diario» la política, pea cultivadísima y abierta a todos los las letras, la vida privada del autor, sus relahorizontes. Advertí cómo Fombona vi ciones epistolares, sus peripecias amorosas, todo vía consagrado a la más ardua de las cuanto en esos años pudo, a su juicio, ser dig.
profesiones: nada menos que la de ser no del recuerdo escrito. No faltan en el volutodo un hombre. Los grandes valores men consideraciones filosóficas. y religiosas humanos fueron su obsesión y el estímumezcladas a relatos de cruda intimidad, a car lo constante de su actividad. no sólo tas de amor redactadas en todos los tonos y se ha movido por amor a la verdad y temperaturas. Cuanto concierne a Rubén Dario a la belleza, como él mismo dice, sino es especialmente de sumo interés. Abundan las anécdotas literarias que reflejan exactamente por lo que juzgo todavía más excelso. la vida espiritual de Paris en los primeros años por amor a la justicia Con ser Fombodel siglo, minuciosamente conocida por Blancona un exquisito poeta, un apasionado Fonibona. Libro dinámico, de musculoso autor, del arte, lo es acaso en mayor grado de cofre en desorden como la vida repleto de la justicia y de la libertad. No pelea por reliquias, preciosas unas, sólo para el autor, abstracciones. Todo en él es vital. Pa otras, de indudable interés para la historia liladea como un excelente catador las más teraria del llamado «novecentismos y, en gericas esencias de la vida. En este senti neral, de la evolución espiritual y politica de do, ninguna obra podía superar a esta ese período sin grandes relieves en que un siglo que acaba de ofrecer al público, verdaha muerto y otro apenas ha aprendido a andar.
dero regalo espiritual: Camino de imTodo el libro revela una gran preocupación de perfccción. Diario de su vida. Un diahombre de letras que quiere marcar detalladario de la vida de Fombona no significa mente la trayectoria de su mente y, en general, de todas las energias de su organismo la monotonía de un tema único (sensaen marcha.
ción o pensamiento. sino la armonía Benjamín Jarnés jugosa de una existencia en plenitud, cargada de todos los afanes legítimos.
Nada le es ajeno. Es una síntesis admi una lectura el perfil de una rable de temas vitales este íntimo diario. ditación filosófica, y por último la Al lado de la nota vibrante y cálida de constante inquietud del amor, con tosu pasión política, que le lleva a una ac dos sus matices, desde la desnuda imtuación dramática en su país, con su cor pulsividad instintiva hasta la suprema tejo de persecuciones (cárcel, destie delicadeza de un culto a la mujer.
rro. y que en el fondo no es sino Con cualquiera de estos temas vitales, anhelo de justicia, está la nota sentimen. sentidos todos y cada uno con la intental y tierna, jugosa por sincera, de cvo sidad temperamental propia de este caciones familiares, o la huella rápida egregio escritor, habría bastante para de su valor crítico, como impresión de conseguir las siguientes cosas: llenar Fombona ha sentido y ha compartido con nosotros las alegrías y los dolores de esta última fase de la vida española.
Ha sufrido también persecuciones en nuestra tierra por servir a la justicia, que no podía ser tan sólo española simplemente porque era tan sólo justicia. puesto que comencé con una anécdota, terminaré con otra. Fué en los tiempos de la Dictadura, en un célebre ban.
quete que sirvió de plataforma para una exteriorización política; se dieron vivas entor. ces punibles. Entró la Policía y se llevó, entre otros, a Blanco Fombona.
Di al punto noticia de ello a Francos Rodríguez, presidente a la sazón de la Asociación de la Prensa, quien hizo aquella misma noche varias gestiones sin resultado para rescatar la libertad del escritor. Se me dijo días después por varias personalidades, Francos entre ellos, y quiero recordar que también el conde de Romanones, que existía el pensamiento (verdaderamente cruel) de entregar a Fombona a su país y en las propias manos del presidente Gómez, a quien nuestro amigo combatía. Visité al punto a la única persona de la situación que yo trataba: al señor Calvo Sotelo. Calvo, que no conocía personalmente a Fombona, según me dijo, me prometió gestionar la libertad, y añadió que no me extrañara si no me escribía sobre este asunto, cualquiera que fuera el resultado de sus gestiones; pero me aseguraba y justo es consignarlo ahora que él haría cuanto pudiera de su parte. La verdad es, coincidencia o no, que al día.
siguiente Fombona se paseaba conmigo por la calle de Alcalá. Sólo entonces le enteré de cuanto me habían dicho que se pensaba hacer con él. Por qué exclamó indignado se me había de expulsar de España? Yo no hago política en España: hago una política universal.
Hay causas que no pertenecen a ningún país, como son la de la justicia y la de la libertad. Dió entonces un grito de. abajo la tiranía y viva la libertad! tuve que aconsejar calma a a quel hombre, cuya bravura es indomable para no claudicar jamás en la defensa de sus ideales, por los cuales tornaría cien veces a sufrir persecución hasta la muerte.
o meVictoriano Garcia Martí Imprenta LA TRIBUNA Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica