26 REPERTORIO AMERICANO de que yo rocé en el capítulo titulado La da su velo de moléculas doradas a los El resurgimiento que habrá ocasionado sombra en mis Conversaciones litera racimos y dispone en las eras y en las en mi alma el retorno, después de toda rias. y dice: Con mi niñez, arran viñas el pan y la sangre reconfortado mi vida, a lo que Dios escribió en mi coqué de la Naturaleza para llevarlo a la res y regeneradores. Esto se ve en la razón con tan hondos trazos de vida.
Corte ini modernismo, que no fué sino ciudad, pero en el milagroso artificio Mis ojos no creyeron volver más a verdar otra vez base honda de vida y de de una custodia hecha por Arte o por los. No estoy ya, pues, casi ciego conaturaleza a la poesía. Fué un acto in algún otro mágico orfebre, a la que mo crec el público que siempre me acom. consciente de imán el llevarme tras de cuelgan un ramo de espigas y un raci pañó y me acompaña. por esto, como iní todo el mundo que había observado mo de nobles inoscateles, Mi Corpus al principio le dije, estoy alegre.
y reflexivamente contemplado desde ni son ahora todos los campos, en fecundo. estoy triste, porque resucitado ño, revolución de innovaciones y flexi reposo místico, sobre los cuales revue de ojos, resucitado de alma, resucitado bilidades rítmicas y todavía más la la pajarería de mi infancia. Sobre de mente, viendo en plena madurez mi esencias, de valores espirituales. vuestri Custodia no van pájaros suel larguísima cosecha interior, mi sementeHay un son de queja en esta declara tos, ni avispas, ni lebélulas, ni mariposas ra de ideas maduras, de emociones torción de principios. Los párrafos nás acabadas de resucitar y de estrenar los nasoladas por la filosofía, mis juicios íntimos de la carta hablan de querellas colores de sus alas; lo propio del Cor agarrados hondamente a mi: carne por literarias, de soledades y apartamientos, pus por las calles sería colgar de la las raíces, cuando se granó mi trigal y causa en otros de olvido y desdén. Hay, Custodia canarios pajizos, canarios fermento mi vendimia, es cuando. oh asimismo, el dolor del hombre herido flauta con los trinos rizados artificial Sumo Dios. me tengo que morir. No por las desgracias de los suyos, desa mente a tenacilla, escalafones regla le parece una gran tristeza, ya que los parecidos o enfermos; y llega a decir, mentados de notas. Mientras que en almíbares se han espesado y cuando enfermo él inismo, y apenas recuperael Corpus de estos pueblos cantan en hasta las cáscaras se han vuelto pulpa, da la vista que creyó perder, y que perlas viñas los pájaros que cantan mal. cuando nos hicimos catadores y sabodió, efectivamente, más tarde: Acaso es decir, que cantan bien y apropia readores porque metimos la venencia sea yo inucho más como enfermero que damente. Revuela aquí una riblanca. en todos los toneles, abandonar la vida, como poeta y mucho más inártir que traje de luto, cola de nieve, cuyas dos o decir adiós a todo y reabsorberse en lo hombre de fama.
tres notas parece que las pronuncia, no misterioso. De estas ideas estoy ahora No tengo conmigo las cartas más re un pájaro, sino una hada verde; y hay lleno en contraste con la fuerza interior cientes que Rueda me escribió. En esta una alzacola. túnica de canela y cola que hay desarrollada en mí.
que cito, al comienzo va una evocación que parece alzarse a resorte, cuyo tri Nueve años casi han pasado desde de naturaleza recuperada que atribuye buto lírico son un par de sonidos tan que Rueda escribía esta carta. En ellos, a inilagro, milagro de ciencia y habili sosos, tan opacos e inocentes, que seme cuántas nuevas tristezas apenas comdad ent un hombre, su médico. Rueda jan al verbo de las lechugas y de las al pensadas por exaltaciones como la de vió siempre al facultativo como un ina cachofas; el tontillo. o pinchahigos un nuevo libro, El poema del beso. go bienhechor. En varias ocasiones de tiene una sola nota, como si la gorjea en que no todo era nuevo. Su religiosu vida el mal se le aparecía como te ra un repollo o una col. los jilgueros sidad, tocada sin duda de panteísmo, rrible dragón y el curandero como un más aseñoritados cantan como si canvivificaba las horas más tristes. El homSan Jorge nimbado de luz. No puedo taran las espigas del trigo; no prosigo bre que se sobrevivió comienza hoy, recordar sin una sonrisa, hoy entrevera la escala zoológica para darle por bien otra vez, a sobrevivirse; con una suda de emoción, algunas conversaciones enterado de que el Corpus Christi de la pervivencia no cercada de sombras, sino suyas de este tipo. Su aspecto físico de Naturaleza tiene todas las voces fami toda luz de eternidad.
hombre de pueblo, corto de estatura, co liares del campo, todo el acompañalorado y tobusto, en los días de su mamiento inocente de los pájaros que Enrique Diez Canedo durez avanzada, no daba la menor idea aman a Cristo. Pues calcule usted.
Montevideo, abril de 1933.
de enfermedad. Al oirle, se echaban todas sus ponderaciones en el platillo de la fantasía. así lo veo yo también, reflejado en los siguientes párrafos de Soneto esa misma carta, fechada en Benaque, sú pueblito malagueño natal, y en mayo, sin mención del día, como para suPara Maria y Mariano Coronado gerir rás vivamente toda una luminosa primavera andaluza. Lo cierto es que el Universo apaDolor del mundo entero que en mi dolor estalla, rece otra vez ante mí por este ensalmo hambre y sed de justicia que se vuelven locura, científico. Ahora veo a diario, después ansia de un bien mayor que el esfuerzo apresura, de medio siglo, todos mis amigos de plumas de mi tierra, al reintegrarme a voluntad que me obliga a ganar la batalla.
la vida de la Naturaleza, lo único que es vida, porque todo lo demás es puro Sueño de toda mente que mi mente avasalla, artificio de los hombres. De nuevo he miel de amor que en el pecho es fuente de dulzura, entrado con calzador rechinante en mi troqucl, y con lo primero que tropiezan verso de toda lengua que mi verso murmura, mis ojos redivivos es, como le digo, con miseria de la vida que mi vergüenza calla.
la pajarería de estos campos: ellos únicamente entran en las viñas acabadas Poeta soy y vengo, por Dios mismo escogida, de viñar, de despampanar, de despuntar, de pisar, de tapar los racimos, y a soltar en el viento mi canto de belleza, hay un lapso de tiempo en que todo esa vivir con más alto sentido de nobleza, tá intocable, todo casto y, lleno de honestidad como seno de joven que se rea buscar en la sombra la verdad escondida, dondea y madura para la pubertad. Toda la tierra está en sagrada gestación; Y las fuerzas eternas que rigen el destino ni los dueños entran en sus viñas por han de volverme polvo si equivoco el camino!
no pisarlas, por no profanarlas, porque en ellas duerme lo religioso. Es el Corpus Christi, toda la tierra de Cristo. Claudia Lars cara suya, ojos suyos, amor suyo, que Costa Rica. Jullo, 1983, Colaboración Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica