142 REPERTORIO AMERICANO ricanas. En Puerto Rico, la mitad inte simas. Por lo cual juzgo como un gran gos de criatura dionisiaca que se va volviengra de su presupuesto nacional se desbien la aparición del nuevo Diccionario do pitagorica. Dos mil metros ha echado tina a Instrucción pública. También es que contiene todos estos modismos. La cielo arriba y continúa la extraña indusde elogiar la labor de Colombia, y, en lástima es no haberlo preparado a su detria de labrarse a sí mismo, trabajando por particular, el esfuerzo inmenso de ese bido tiempo. El respeto, el amor al resus tres cráteres escondidos el día y la nogran hombre que se llama Agustín che. El faro del Salvador lo llaman los gionalismo, es un hecho inminente en Nieto.
la vida de América. En realidad, es hobarcos, y, en verdad, aupado en pocos años Yo le sugiero la idea que es estimay manipulado delante de sus gentes como un ra de que regresemos de Europa.
ble de celebrar un gran Congreso pefaro cualquiera, su nombre casi no lleva metáfora. Al revés de los demás volcanes cendagógico hispanoamericano para unifiAncr a los campesinos y a los presos. troamericanos que se aceptan, en una comcar la común labor en pro de la cultura Ya usted conoce termina diciéndonos placencia de patriarcas amables, vegetación hispánica y dar lugar a un más inteli la incomparable poetisa mis desvelos de selva y hasta cafetales sobre la caliza gente servicio de reformas escolares. E!
por los campesinos. Todo lo que me o medio cuerpo, el Izalco, superabundarte punto ideal para celebrar ese Congreso inundó de goce espiritual nació en aquede calentura todavía, se muestra en la genuisería La Habana, emplazada en lugar llas zonas rurale en que dí escuela y na calvicie ignea que conviene a la forja que estratégico para la movilización de proprediqué el amor a las gentes del camse continúa.
fesores.
po. Entiendo que es hora de acabar con Aunque se de al Izalco para elogio suyo la huinillante existencia que arrastran el nombre de faro del Salvador es otra la La República española. Me sorpren esos seres y repararles debidamente.
montaña bautizada con el nombre del país, dió el advenimiento de la República ejerEl volcán San Salvador engañó muchos Bien comprendo la emoción de Rosalía ciendo mi profesorado en una imporaños con su forma de simple montaña inode Castro, Yo así la he sentido al cen centemente cubierta de vegetación, guardantante escuela. Digo que me sorprendió, tacto con sus rudos modales, encubri do sólo en lo alto como una confesión, una porque, a pesar de ser yo una buena dores de espíritus sin mácula.
de esas lagunas maravillosas que se hallan republicana, no la esperaba todavía, El ¿Y los presos? Otra gran muier, pai en los viejos cráteres: cinco kilómetros de hecho me produjo gran alegría, pues no Sana suya, la que más admiro de todas circunferencia del gran jade líquido e intocaolvidé nunca que al frente del anhelo las mujeres, Concepción Arenal, me endo que regala con su vista nada más que al republicano nacional estaba una brillenseñó a quererlos y a compadecerlos.
cielo. Sin embargo, una tribu de conos apete pléyade de intelectuales. Un senti¡Tanta labor se debe realizar en las cárgados a la masa del San Salvador. en uca miento de fraternidad me ligaba a ellos, celes y presidios. Tanta desgracia rucachorrería geológica, insinuaba al volcán y me alegré con la nueva alegría de Esdiera ser evitada. en la masa patrona, hasta que uno de los copaña.
nos segundones, el Quetzaltepeque, confesó en pleno, en una erupción de hace pocos años, Los americanismos en el lenguaje.
Hacc tiempo que aguardan otras visisu condición de volcán. Los indios, más sa Le ruego que, en mi nombre, diga que tas el momento de saludar a Gabriela bedores del secreto de su suelo que los blenesas gentes que advierten que los ame Mistrai. Prometiendo el placer de wa cos, se sabían al volcán capitaneador de sus ricanos destrozamos el castellano son nueva entrevista, le dimos la mano y un cachorros, por las fuentes termales de las faliniustas. Una serie de países, con testimonio de viva gratitud a la mujer das y por el aire malo, atosigado de hedores ochenta millones de habitantes y un ser que les hacía interrumpir la cosecha por mumás buena, sensible e inteligente de tochos dias en los alrededores.
nuevo, no puede por menos de necesitar da la América española.
Las enormes masas de lavas del Quetzaltepara el desahogo de su particular vitalidad de expresiones lingüísticas novíXesús Nieto Pena peque se pueden ver todavía en una especie de camino negro de demonios, en una cauda de materias vomitadas a lo largo de kilómetros. De El Mercurio. Santiago de Chile Aventador de las lavas mayores, y criatira plutonesca de veras, es el volcán de San El pequeño país ha sido labrado como una que corren de Ahuachapán a San Juan de Miguel. que casi no tiene cráter, de tenerlo joya por la forja de sus volcanes, afinado del Dios, para saberse lo que es una tierra volen cada ocasión donde le place abrirlo, y refuego en tal montaña, desformado en la de cánica, es decir, el fuego en acto de posesión soplar hasta por catorce horas al mismo más allá por derrumbe o explosión; más ma de un territorio: los ausoles pequeños (futiempo dejándose ocioso el principal que es nipulado por Plutón que ningún suelo del marolas. que dan solamente una voluta de una magnífica tarasca de tres kilómetros por mundo. La Geografia del país, por esto, al humo y los mayores que muestran desde ledonde podria desahogarse el buen furor del revés de todas las geografías, es una espe jos su pesadilla revuelta de negros y grises; planeta si quisiera quedarse en sosiego. Cocie de Génesis continuado y que no se cierra las fuertes hirviendo donde desollar en una pos de vapores por todas partes y a los pies, como el Génesis de los otros lugares terres hora al buey del cuento; y la fantasmagoría un verdadero valle de fumarolas por donde tres; hay una extraña creación constante y de los geisers cargados de cal, que trabajan hacer un paseo maravilloso aunque un poco atrabiliaria que hace del lago do hoy el río como una legión de artesanos locos en hacer infernal oliéndole a la Tierra el olor subido de mañana; o de la montaña e lomo bovipirámides, agujetas y barroquería de forma de sus entrañas de azufre, de alumbre y de no, un enjorobamiento de cráteres sucesivos; las otras cosas fuertes que le gustaba chudel llano de caña o café, un cono inesperado: Se sabe entonces que de veras el fuego par a la Sibila, pero que desvanecen al pola geología salvadoreña es más el reino del miguelangelea y ticianea sobre las cosas, cobre hombre acostumbrado al puro olor de fuego que el de la tierra y está llena de una giendo y gozando las arcillas de todas las sus piñas y sus mangos.
imaginación juguetona y terrible. Nuestra calidades y los tintes desatentados ocres, El lago Mapango, de nada menos que seCordillera de los Andes también se trae su azafranes y cárdenas. De veras el fuego es senta Jilómetros, se traía locos a los indios médula espinal ignea disimulada bajo un es. tanto el tatuador como el pintador y ha to con las subidas repentinas de nivel que para pinazo elefantino; pero los fuegos de la ma mado la tierra fina de este país como un ellos eran una especie de pechada mala que trona nuestra andan metidos en más hondu herrero fantasista de mis infancias que se hacia el monstruo de las profundidades en ra y sólo de tarde en tarde alcanzan a re les había arreglado para darme, en un peda cada temblor. Procesiones de desagravio y pechar su propio obstáculo y a evidenciar su cito de hierro, todos los colores existentes acarreo de ofrendas en cada uno de estos amen372. El Salvador es la tierra del fuego a base de morados, verdes y granates.
trances, desde las guirnaldas de flores hasta en la dermis, que salta encima cuando quie La historia de los volcanes de puro extraor las bestias propiciatorias y el lago precioso y re; o, mejor que eso, un harnero hecho por el dinaria da espejeos y encandila al que la oye socarrón aceptando aquello con su indiferenviolento para cernerse con la polvareda de o la lee.
cia de dios lerdo o de dios demasiado dios, vapor, llama y ceniza, pero haciendo su El Tzalco se puso a nacer, como un hi para tomar en cuenta canastas florales aechadura al revés, hacia arriba, hacia el cie jo de hombre, a ojos vistas delante de los corderitos. Hace unos doscientos años el lo. y de todo eso ha nacido una tierra ve pobladores, allá por 1770, en una llanura ga Tlapanyo desarrolló su pirueta más gallarda getal preciosa, especiada o trufada de fuego nadera, y como un hijo de hombre ha ido de ascenso de aguas. Unos derrumbes cegaen donde se la toque.
creciendo en cuerpo erupción tras erupción, ron el rio Jioba por donde se alivia, y el lago Cada generación salvadoreña ha conocido hasta su adultez viril de volcán con faldas se puso a subir como en una prueba de at.
novedades en la cara de la Ceres que es in completas y cono perfecto. Comenzó echan letismo, y subía espumajeando como una mutable en todas partes y los niños de este do de las entrañas rabiosas peñasqueria y marmita, ya sin las lamentaciones del coro pais de cuento saben que la tierra suya es lava gruesa, para acabar en la humarada trágico de las indiadas, hasta que venció sus tornadiza y atrabiliaria como el mar mismo. mansa de este tiempo, que se disuelve en una propio. bordes y comenzó a vaciarse en un Caminar a lo largo de los 30 kilómetros ceniza dulce que le afina más y más los ras aluvión tal sobre sus faldeos asustados que El Salvador y color. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica