REPERTORIO AMERICANO 37 prensión artística, de un más Francisco Amighetti, notable artista pintor. que tiene la suavidad, la inde.
dócil instrumento para realizar (Viene de la página anterior)
finida tristeza del medio.
su obra. Es la suya una pintreg y solitarios. Así, va siendo del marco de sus xilografias y de Crespo Gastelú abarca dies.
tura elemental, de noble simpli sus dibujos, tiene algunos rápidos trabajos en color, donde se revetramente zonas físicas y espicidad, cuyo alimento plástico la su fina percepción cromática y la inteligente concepción que tiene rituales. En todos sus lienzos es frugal, siendo, en mérito de del folklore americano.
arde la llama suave de la emoestas condiciones la llamada a Como si no bastaran todas estas cualidades, Francisco Amighe ción indiana, parca, sobria, en expresar este mundo parco, sotti es todavía un inuchacho de vasta cultura, conocedor de la litera.
apariencia siempre contenida, brio, patético que es la vida tura contemporánea y pluma de condiciones tan ponderables, que siendo, sin embargo, la que más aimará en el ancho escenario varios trabajos suyos sobre critica artistica y literaria han apareactivamente se realiza en relacido en La Nación. La Vida Literaria y otras revistas de Buenos de la altipampa. Actitud vital ción al lugar.
Aires, acreditando su capacidad para la crítica y sus sobresalientes aguda, fresca, espontáneamen dotes de escritor.
La vida, el escenario aimate captada; ambiente primiti Llegado desgraciadamente en circunstancias excepcionales para ra, constituyen esta pintura vo, seguramente, en permanenel pais, acaso no podamos tributar al artista costarricense. todo el con la grandeza de su soledad; cia de novedad por lo caractehomenaje a que realmente es acreedor mañana, sin embargo, pu con la sobriedad de su moviblicaremos un juicio suyo y un dibujo tanibién suyo sobr6 Foujitarístico. que encuentra en senmiento. Paisaje, vivienda, inpero nos apresuramos a anticipar que pese a su estada de breves cillas formas expresivas su más dias, aunque no llegara a exponer sus trabajos, Amighetti desea codumentaria, actitudes, matices, absoluta posibilidad real. nocer a todos los pintores y dibujantes bolivianos, para escribir sus todo es retenido por este sagaz Por su clara retentiva de lo impresiones sobre arte boliviano y enviarlas a La Nación de Bueobservador que está creando indígena, el artista, en pocos nos Aires, donde es un colaborador preferentemente acogido. una sana, vigorosa versión del trazos, con dibujo limpio, níti. Retratista afortunado que posee el secreto psicológico en la con universo indígena tan recia y do, diáfano, precisa los rasgos cisión del rasgo, Amighetti, paisajista fino y de honda expresión, singularmente afirmado en lo llevará en sus pupilas visiones inéditas de La Paz, que mañana diesenciales de motivos entrevisaimara.
fundirá por el mundo de sus peregrinajes artísticos con ese alisio tan tos mediante fina percepción Bolivia en Crespo Gastelú.
sobrio y original que golpea en todos sus trabajos.
visual.
Pero América en sus lienzos.
Línea depurada, de consuF. de América, temario artístico de.
mado dibujante, que se rustifiviva riqueza emocional. Améca a veces para mejor reflejar rica, mesurada y enérgica anla tosca y grata cordialidad del cológico. un secreto para mente desplazados, que tien ticipación de una cultura que panorama primitivo. Línea há animar el lienzo con movibles den a o decorativo, sin bruscos se nutre en jóvenes y cálidas bilmente estilizada que es to actituces.
agolpamientos, es el suyo un raíces.
da una técnica de estudio psiColores planos, uniforme poético y dulce cromatismo Fernando Diez de Medina Selecciones de García Calderón dioses libertinos aprendieron de la raza vencida, la piedad, el don de lágrimas, la De Cantilenas. Ediciones América Latina. Paris. MCMXX desmayada dulzura del perdón. Quién BLASON kan la queja del cprimido, el yaraví. Pe sabe cuántas gotas de sangre indígena en (Sobre un tema de Samaín)
ro mujeres blancas como tú, Bien Ama mi sangre! Todos tenemos manos de Guand même! da, me hablaron de las hadas que vinie marqués como el poeta, sin confesarron de lejos, a bendecirme, por el sendero nos descendientes de mujeres cautivas Cada mañana parte mi Esperanza del mar.
que impusieron al amo la poesía de su del Arca incierta en que muriendo vivo. Después, cuando con ojos candorosos vencimiento.
Cada mañana parte mi Esperanza Sólo por este hervor de me formaba del mundo una visión esplénbuscando paz y la rama de olivo.
sangre mixta, pudimos devolver a la re.
dida y falaz, aquéllas me dijeron las historias de los bárbaros reyes que asesinacia lengua su dulzura perdida, volver a la ribera azul de mi añoranza ban a las siete mujeres. cuentos arios Manrique y su impar. concierto, cuando lleva en el cuello un nensaje cautivo; mezclaban la tristeza de sus hogares dessolemnes castellanos querían conservarla mas la viajera de 3u lontananza pojados por mis abuelos implacables: sin mudanza como una capellanía de nunca regresa al palomar nativo.
en esa resignación aprendí a no resigotros siglos. El enfático idioma resonannarme y ese coro decrépito de vencidas te comenzó a reverberar dulcemente en Desde el más alto palo de mesana en la tragedia peruana, me infundió el fu la noche selvática y marina. Toda somel alma está, como la hermana Ana, nesto y vano orgullo del mayorazgo. bra nemorosa floreció de cocuyos, toda oteando el vasto y funerario mar.
Llegaron, bruñidos e invencibles, a mis cima de turpial era canto. fue así. Bien riberas, en tiempos casi fabulosos, jine Amada, como inventamos un calofrío Ay! a despecho de la espera vana tes que cazaban a los hombres por denuevo.
salen a naufragar, cada mañana, porte y violaban a las mujeres sin amor.
nuevas palomas de mi palomar.
Era después de haber venido por tan El relincho de sus caballos estremecía luengos caminos, a través del mar amarcomo un áspero son de Olimpo griego; y ELEGIA eran dioses en realidad, dioses de hargo. Cuántos viajes, cuántos éxodos senA Ernesto Renán, en el paraíso tazgo, de lujuria, de vino, que a su imatimentales representa la voz que aciery a una amiga en París.
gen y semejanza formaron mi alma bár ta en Silva o en María! Por largos años Yo vine al mundo, Amada mía, en tu bara.
nuestro acento despertaba sonrisas. Un ciudad deslumbradora, mas conocí una encuentro camino o me le abro. es hombre vino a España de mi Lima a coninfancia triste bajo estrellas distintas, en la divisa del viejo blasón de mi solar. vertir los yermos en jardines, y lo pera un raro y lejano país. Se fundían allí Mas de la hamaca en donde vivo prepa siguieron porque era amigo de Voltaire.
todas las razas, como obscuros metales rando montoneras que sólo ocurren en mi. Algo más tarde, en la misma tierra del de una estatua, para el universal anhelo sueño, nunca gobierno mi utopía con la abuelo, español, una nueva Inquisición de algo nuevo. mi cuna vinieron a magnífica dureza de mi lejano abuelo arrullarme con sus cantas soñolientos corregidor.
nos condenaba. Toda voz joven y audaz mujeres de luto y eran los cantos gutura Porque es irónico el destino de toda parecía sacrílega. Una Santa Hermanles de las agrestes y cálidas noches en su victoria en este mundo, y en la apatía de dad de hombres de luto vigilabn la lennativo Senegal. Pálidas otras, temerosas mis horas peores resucita el lamento de gua; severos alguaciles del buen decir como si esclavas fueran todavía, suspira alguna abuela inconsolable. Aquellos iban en pos de los convictos con su irriso Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica