Anarchism

46 REPERTORIO AMERICANO la metrópoli, suelen ser construcciones bijaba a todos: la realeza. para lo husin miras a lo eterno, y con vista a los mano; lo teológico, para lo espiritual.
intereses de la administración. Mas la Ya decía Gonzalo Fernández de Oviedo catedral de Santo Domingo está labrada en el siglo xvi, que lo único que ataba en piedra y con lujo ocioso, según con en América a los españoles de tan disvenía a quienes tomaron aquel territo tintas regiones era el ser súbditos del rio no como medio, sino como ſin en sí. rey de España. La autoridad se conseY por eso se prodigó el lujo y la inútil guía en las Indias blandiendo el nombre riqueza (inútil para el alma pobre) co del rey; en otro caso, sólo imperaba la mo se hizo en las ciudades andaluzas anarquía más vacua, Las ciudades narecobradas de los moros, cen como una evocación monárquico reEl mismo propósito generoso y señoligiosa. En 1593, el capitán don Franrial es perceptibl en Méjico, Perú, cisco de Argañaras funda a Jujuy en Ecuador y otros sitios. Nada semejante nombre de la Santísima Trinidad y de se halla en las regiones colonizadas por Su Majestad: echó mano a su espada, Inglaterra, Holanda o Francia. Ni en los y haciendo las ceremonias acostumbraEstados Unidos ni en el Canadá halladas, echó tajos y reveses, y dijo en voz. mos un solo monumento de los siglos alta si había alguna persona que contraxvii y xviii, que merezca el nombre de dijese el dicho asiento y jurisdicción, y tal. Los norteamericanos guardan como no hubo contradicción de persona algupreciosas reliquias unas insignificancias, na. en efecto, ahí está Jujuy, y con migajas de arte que los misioneros de él todas las otras ciudades brotadas al España dejaron en California. En la soplo mágico. de tan singular civilizagrandiusa Nueva York todo es moderción, que consigue, entre otros extraorno, reciente. El pasado transcurrió prodinarios resultados, difundir uniformesaico, sin exaltación interior, dirigido, mente la lengua española entre millosí, po: el sentido de la eficacia social, nes de gentes analfabetas, gracias a la de la perfección de la tarea, del esfuerpredicación religiosa. Lo maravilloso y zo laborioso; del afán de lucro para conlo popular marchaban coincidentes haquistas el confort. Para tales fines cia el mismo fin.
eran un obstáculo los indios inasimila Aquellos hombres vivían y se sustenbles, faces repelentes que amenazaban romper la euritmia de los rostros europeos. Fría e implacablemente el sajón INDICE acabó con el indio. Con perfecta tranquilidad dice The International Encyclopaedia: no obstante lo que piensa la opinión popular, escasamente un cuarto del número primitivo de tribus fué destruído por los blancos. añadeENTERESE ESCOJA: aquí viene lo tranquilo: no se puede Lion Fenchtwanger: La duquesa fea. 4. 25 hacer ningún cálculo satisfactorio de la Giménez Caballero: Yo, inspector de alcantarillas.
población india en 1492. Cómo saben 50 Blaise Cendrars: Las confesiones de Danentonces que sólo fué destruído el 25 Yack. 50 por ciento de la población aborigen? Elias Erenburg: La callejuela de Moscú.
La razón, el afán de cada día ahogaNovela. 50 ron cualquier consideración romántica, y Marta Brunet: Reloj de sol. Alba. Mediodia. Ocaso. 00 no hubo Padre las Casas que protesta Ricardo Baeza: Bajo el signo de Clio. 25 ra. Qué ironía! Cuando se piensa en la Mariano Azuela: La luciérnaga. 00 millonada de indios y mestizos que forM. Ravage Cinco hombres de FrancFort. La historia de los Rothschild) 50 man la porción más densa de Hispano Rafael Maya: Coros del mediodía. 00 América, la obra de Las Casas, La des Luis López de Mesa: lola. 00 trucción de las Indias, parece un sarcasJuan Lagarde S: El horticultor industrial (Cultivo intensivo de plantas, liortamo. El primer cuidado de Cortés es lizas y flores. 00 amar a doña Marina la india; y como Eugenio González: Más afuera. Novela chiél, hicieron todos los españoles, en quie lena. 00 nes la fantasía monárquica, religiosa y Claude Tillier: Mi fio Benjamin. Novela.
Manuel Ugarte: Cuentos de la Parnpa. 00 poética (Méjico se conquista al rumor Giovanni Verga: Los Malasangre. Novela. 00 de versos del Romancero. se aunaba Alfredo de Vigny: Stello, Novela. 00 con la despreocupación popular, Leonidas Zurov: El cadete. 75 En los siglos xvii y xviii se realizó Guías didácticas del Ministerio de Educación inglés: Materias literarias 50 el gran esfuerzo para construir la socieJuan Lagarde El huerto escolar.
dad europea sobre bases nuevas: capiPasta 00 talismo y técnica. Los principios racioFerriere en América: Conferencias pedanales se aplican a la vida de este mungógicas.
Marcelo Agudo: El plan Howard 23 do, subtantiva y autónoma, que se aleja Lay: Manual de pedagogia. 50 así de la fantasía y de la divagación. El y Schmieder: Didáctica general. 50 Estado se estructura sobre principios Vuillermet: La juventud y los deporles. 00 humanos y no teológicos, inmanentes T. Navarro Tons: Compendio de orto.
no trascendentes. Frente a tal actitud, logía española para la enseñanza de el español vivía en una bella y mágica la pronunciación normal en relación 00 exaltación. Los lazos que ligaban a los con las diferencias dialectales.
Margarita Comas: La coeducación de los españoles, lo mismo en Europa que en sexos. 00 América, no iban directamente de indiW. Thackeray: Compañeras del homviduo a individuo, sino que emanaban bre. novelas.
del mismo principio místico que los coSolicitelos al Adr. del Rep. Am.
taban gracias al reflejo que una creencia y una fe mística proyectaban sobre ellos. No inventaban gran cosa, no creaban una vida común basada en colaboraciones y en intereses jurídicos. No hay por tanto que asombrarse si un día, muy en decadencia la fe en lo divino y quebrados, los sostenes mágicos de la monarquía, esas porciones lejanas del Imperio Español juzgaran natural declarar rota la autoridad de la metrópoli, en forma muy distinta a como se proclamaban independientes los Estados Unidos del Norte, cuya unión era precisamente lo que daba sentido a su independencia. En el Sur, las diferentes parcelas del inmenso territorio se desprendieron, porque la mano que las sostema en una región virtual, se abrió y las dejó caer. cayeron pesadamente a tierra, y se fragmentaron en pedazos.
Tenía absoluta razón aquel anónimo dirigido al virrey Cisneros, que prueba una vez más hasta qué punto poseían.
luz clara las buenas cabezas del siglo xviu; decía, que no era posible un gobierno colonial sin metrópoli, porque de otro niodo, las Américas se dividirían en tantos reinos como virreyes, en tantos régulos como gobernadores, y en otros tantos partidarios, cuantos son los hombres osados de que abundan. así surgieron, en efecto, las pequeñas repúblicas de Centro América, y Bolivia, y el Uruguay, y el Paraguay, y todo lo demás.
La desmembración de América no se debe, pues, a circunstancias geográficas, ni a ninguna otra causa física, sino que es el efecto preciso de haberse roto, una civilización de tipo mágico. Ricardo Levene nota que a fines del siglo xviii el sentimiento religioso se había desnaturalizado para convertirse en superstición en adoraciones fetichistas de santos patronos. Eso casa muy bien con las ideas hasta aquí expuestas. Hispano América se desmembra, porque le falla el rumbo religioso monárquico y no encuentra otro. El Brasil se salva de tal despedazamiento por haber guardado la realeza y el imperio hasta 1889; de otro modo, aquella extensa república estaría hov partida en tres o cuatro naciones.
Algunos países de Hispano América, más dichosos, supieron recrearse una nueva existencia, que sin renegar de las substancias valiosas del pasado, les han permitido iniciar otros métodos de vida nacional. Ojalá todos esos pueblos, sobre los que Europa lanza miradas plenas de avidez, se decidan a no seguir despedazandose como los desventurados Paraguay y Bolivia, como los amenazados Colombia Ojalá viésemos pronto que un grupo de esas naciones queridas se hallaba en vías de romper las cadenas del pasado mágico que las embruja, y con las manos bien unidas, y los corazones al unísono, emprendían una senda trazada por nuevos y fecundos intereses, Américo Castro 00 00 Perú. Un gran dolor. 00 Madrid, febrero de 1933. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica