José Carlos Mariátegui

REPERTORIO AMERICANO 293 ro. Pero del ultra nacionalismo quedó entonces algo muy distinto de lo que lo que debía quedar: una conciencia de antes había significado: vino a designar sí, que ya no perderíamos. Esta concien lo característico de la nacionalidad amecia de sí fué como un alborear en Amé ricana, aun cuando esta nacionalidad no rica. De todas las latitudes irrumpieron estuviera definitivamente formada en las voces de santo y seña, y la consigna todos los pueblos de América. José Carpareció una: trabajar en nuestro mate los Mariátegui, en su libro Siete ensarial americano, hacerlo con humildad, yos de interpretación de la realidad pepero con seguridad de estar en el se ruana. sentaba que lo criollo no es aún creto. Pionero de esa actitud fué entre una realidad, puesto que es un término nosotros José Antonio Ramos, que per que designa realidades de muy distinto cibió con claridad que la emancipación grado. Por supuesto que si las nacionade Europa debía ser una emancipación lidades americanas están en diversos del servilismo imitativo, pero no un cx grados de formación lo que es un heclusivismo que implicara desconocimien cho cierto el criollo, que sería su proto o incomprensión. con el propósito ducto representativo, ha de carecer de de hacer obra americana, por insignifiespecífica uniformidad como tipo. Pero cante que pareciera, pero con la con eso no puede negar su realidad más o ciencia de trabajar por la futura grande menos lograda, y, esencialmente, su reaza de nuestro continente, lanzaba sul lidad potencial. El criollo será es. el llamada firme de cooperación en un tro producto sustancialmente indiferenciado, vimiento espiritual americano, con esta pese a todas las variedades que puedan nacerlo fácilmente identificable dentro visión anticipada:. si la misión del intelectual y del artista es verdaderamen de América. El propio Mariátegui no te universal, esto es, humana, fuerza es niega que nuestra cultura sea característicamente criolla, superado ya el crioreconocer que ha de realizarse más plenamente cuanto más adentro penetrellismo que fué puro costumbrismo denen la conciencia de los hombres (1. tro de la literatura colonial, y alcanzado Al tener la revelación de que había de el pleno desenvolvimiento espiritual de sacar de sí las posibilidades de su culnuestros pueblos. Sin duda que el nuevo criollismo es una concreción de las tura, América percibió su potencialidad, y fue adquiriendo cierto grado de confuerzas nativas, que sin espíritu de imifianza en su destino, que siempre le hatación han sabido aprovechar, cuando no bía faltado. Ya el artista nuestro coigualar, el ritmo de la cultura europea.
El neocriollismo fué mucho más que un menzó a saber dónde estaba su raíz, y retorno a los motivos nacionales, y esafirmándose, comenzó a producir obra pecialmente, a los de sabor tradicional, de aliento propio. Lo criollo vino a ser. como hubo de apuntar Zum Felde. 1) Tembladera, por José Antonio Rainos. La Habaeso pudo ser el criollismo en sus inicios, na, 1918, 28.
cuando se limitaba a una literatura costumbrista, típica, único material a nuestro alcance en el momento en que buscábamos nuestro sendero por un ciego movimiento de desvinculación de lo eu ropeo. Si andamos ya por camino propio, es lo cierto que no pudimos hallarlo sino después de haber transitado las huellas de Europa, con impulso de dominio y vencimiento.
Tan pronto la literatura criolla deja de ser un mero intento de exotismo que ofrecer a la curiosidad extranjera, y se convicrte en expresión de entrañada y firme correspondencia entre el mundo del escritor y la esencia y materia de su obra, ya el criollismo adquiere cate goría de universalidad. Es la manera peculiar como el hombre de América recoge connaturalmente los latidos del mundo en que está inmerso, y les da categoría de ritmo humano. Un libro como Don Segundo Sombra no alcanza su consagración mundial por enmarun típico trozo de nuestra vida americana, que lo haga. interesante. sino por alumbrar con luz de nuestra propia vida es decir, universal una realidad americana. Lo gaucho en el Don Segundo es pura accidentalidad; su esencia es puro criollismo.
Vamos teniendo la conciencia de ha: ber dejado de ser una provisionalidad.
Se ha salido al encuentro de una cultura propia, y por ese camino vamos al encuentro de nuestra fórmula de universalismo. Ya aquella inveterada disa posición a negar y renegar de lo propio, aquel convencimiento de insuficiencia y medianía que nos fueron connaturales, quedaron vencidos.
car.
MATLA14 (Fantasía indígena)
por EUCLIDES CHACON MENDEZ Envio del autor. Alajuela, Costa Rica, 1933.
4; Xilot1!
yas, como palomas dormidas, las manos. Yara!
de la moza.
Dos nombres escuetos, dos exclama. Yara tiembla al ver a Xilotl en la ciones fugaces que bastan a expresar la Corte de Cararé.
sorpresa feliz, el amor de dos almas que. Xilotl, no teme a nadie. había separado el azar. Ardorosas, fe ¡Aquí todo amenaza a Xilotl: sólo briles las manos se estrechan y en las el corazón de Yara ampara y defiende!
bocas enmudecen las palabras. Hablan Lo sabe Xilotl y eso le basta.
los ojos, dilatados, sonrientes, ilumina Cararé ama a Yara y no perdonados de dicha. En el silencio que les en rá a Xilotl.
vuelve sólo escuchan el golpe atrope Cararé no reconocerá a Xilotl bajo llado de sus corazones inmensamente el disfraz de un vagabundo.
felices. Yara es un botón floreciente en Cararé es listo, difícil de engañar.
brazos de Zilotl; éste, fruto madurado Xilotl, sabrá burlar a Cararé.
al caior de la apasionada emoción de Si es descubierto el engaño el CaYara!
cique matará a Xilotl. Los dioses, con Xiloti, traen la fe Xilotl lo tiene previsto todo y triun icidad de Yara! dice la muchacha con.
fará.
entrecortado acento. Yara duda y se angustia. Nada podrá separar los corazones. Xilotl sonríe y. espera! Disfrazado de Yara y Xilotl, unidos muchas lunas explica tras breve pausa el mozoha en un mismo lecho de ilusión. con Xilotl ha podido atravesar el país, antesta el mozo reteniendo entre las su dando de noche grandes jornadas y ocultándose de día en el bosque. Xiloti prometió a Yara rescatarla del poder de Cararé, y cumplirá. Yara no sabría qué hacer si muere.
su amado Xilotl. Yara desaparecería como la espuma de la ola o el rocío, en la flor. Cararé, ha dicho Yara, es listo, pe ro no podrá sospechar nunca que bajo la figura de un extranjero cantor, se oculta una flecha envenenada! Hace un momento ha podido comprenderlo Xilotl, fecundo en urdir la leyenda. En tre tres noches, cuando el primer rizo de plata de la luna flote sobre las aguas del río, Xilotl y Yara huirán. En el bosquc Xilotl pondrá alas a sus pies y tomará en sus brazos a Yara. El Gran Espíritu protegerá la fuga de la hija de Kaurki.
Hay en la voz del muchacho cierta impaciente decisión que qusiera apresu rar la marcha del tiempo. Yara replica con desconsuelo. Sueña Xilotl. Lo que dice es im posible. No sabe, acaso, Xilotl, que Cararé vigila, que sus guerreros no duermen, que todos aquí están alerta?
La tribu no sabe más que guardar a Yara. Cararé ha ofrecido el cuerpo de su cautiva al Gran Sacrificador si an tes de la fiesta del sol, no ha logrado curarlo de su mal. Todas las tardes, al caer el astro, Yara debe entretener al Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica