REPERTORIO AMERICANO 13 Poemas de amor De Nuevo Amor. Poemas. México. Imprenta Mundial. 1933 HOY NO LUCIO LA ESTRELLA.
Hoy no lució la estrella de tus ojos.
Náufrago de mí mismo, húmedo del abrazo de las ondas, llego a la arena de tu cuerpo en que mi propia voz nombra mi nombre, en que todo es dorado y azul como un día nuevo y como las espigas herméticas. perfectas y calladas. TU, YO MISMO. Tu. yo mismo, seco como un viento derrotado que no pudo sino muy brevemente sostener en sus brazos una hoja (que arrancó de los árboles ¿cómo será posible que nada te conmueva que no haya lluvia que te estruje ni sol que rinda tu fatiga?
Ser una transparencia sin objeto sobre los lagos limpios de tus miradas ¡oh tempestad, diluvio de hace ya mucho tiempo!
Si desde entonces Lusco tu imagen que era solamente mía si en mis manos estériles ahogué la última gota de tu sangre y mi lágrima y si fué desde entonces indiferente el mundo e infinito el desierto y cada nueva noche musgo para el recuerdo de tu abrazo ¿cómo en el nuevo día tendré sino tu aliento, sino tus dulces ojos, sino tu boca mia, sino tus brazos iinpalpables entre los míos?
En ti mi soledad se reconcilia para pensar en tí Toda ha mudado el sereno calor de tus miradas en fervorosa madurez mi vida.
Alga y espumas frágiles, mis besos cifran el universo en tus pestañas playa de desnudez, tierra alcanzada que devuelve en miradas tus estrellas. qué la flor perdida que marchito tu espera, que dispersó el Destino?
Mi ofrenda es toda tuya en la simiente que secaron los rayos de tus soles.
Lloro como una madre que ha reemplazado al hijo único muerto.
Lloro como la tierra que ha sentido dos veces germinar el fruto (perfecto y mismo.
Lloro porque eres tú para mi duelo y ya te pertenezco en el pasado. AL PORVENIR CONFIO LA PENA.
Al poema confío la pena de perderte He de lavar mis ojos de los azules tuyos, faros que prolongáron mi naufragio.
He de coger mi vida deshecha entre tus manos, leve girón de niebla que el viento entre sus alas efímeras dispersa. ESTE PERFUME INTENSO.
Este perfume. intenso de tu carne no es nada más que el mundo que desplazan y mueven los globos (azules de tus ojos y la tierra y los ríos azules de las venas que aprisionan tus brazos.
Hay todas las redondas naranjas en tu beso de angustia sacrificado al borde de un huerto en que la vida se suspendió por (todos los siglos de la mia. Qué remoto era el aire infinito que llenó nuestros pechos!
Te arranqué de la tierra por las raíces ebrias de tus manos y te he bebido todo, ich fruto perfecto y delicioso!
Ya siempre cuando el sol palpe mi carne ho de sentir el rudo contacto de la tuya nacida en la frescura de una alba inesperada, nutrida en caricia de tus rios claros y puros como tu abrazo, vuelta dulce en el viento que en las tardes viene de las montañas a tu aliento, madurada en el sol de tus dieciocho años, cálida para mí que la esperaba.
Vuelva la noche a mí, muda y eterna, del diálogo privada de soñarte, indiferente a un día que ha de hallar rios ajenos y distantes: BREVE ROMANCE DE AUSENCIA Unico ainor, ya tan mio que va sazonando el Tiempo. qué bien nos sab usencia cuando nos estorba el cuerpo. Mis manos te han olvidado pero mis ojos te vieron y cuando es amargo el mundo para mirarte los cierro. JUNTO TU CUERPO TOTALMENTE. Junto a tu cuerpo totalmente entregado al mio junto a tus hombros tersos de que nacen las rutas de tu abrazo, de que nacen tu voz y tus miradas, clara y remotas, senti de pronto ei infinito vacío de su ausencia.
No quiero encontrarte nunca, que estás conmigo y no quiero que despedacc tu vida lo que fabrica mi sueño.
Como un día me la diste viva tu imagen poseo, que a diario lavan mis ojos con lágrimas tu recuerdo.
Si todos estos años que me falta como una planta trepadora que se coge del viento he sentido que ilega o que regresa en cada contacto y ávidamente rasgo todos los días un mensaje que nada contiene (sino una fecha y su nombre se agranda y vibra cada vez más profundamente porque su voz no era más que para mi oído, porque cego mis ojos cuando apartó los suyos y mi alma es como un gran templo deshabitado.
Otro se fué, que no tú, amor que clama el silencio si mis brazos y tu boca con las palabras partieron.
Pero este cuerpo tuyo es un dios extraño forjado en mis recuerdos, reflejo de mi mismo, suave de mi tersura, grande por mis deseos, máscara estatua que he erigido a su memoria.
Otro es éste. que no yo.
mudo, conforme y eterno como este amor, ya tan mío que irá conmigo muriendo.
Salvador Novo Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica