Víctor Raúl Haya de la Torre

REPERTORIO AMERICANO Tomo XXVI SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA San José, Costa Rica 1933 Sábado de Febrero Año XIV. No. 621 Núm. El Padre.
SUMARIO Bjørnstjerne Bjørnson Rafael Alberto Arrieta Don Miróclete.
Aquilino Villegas Bjørnstjerne Bjørnson Conferencia en Salamins Fernando González El centenario de Bjørnson.
Ramón Gómez de la Serna Una traducción de El Cántico de las columnas León Pacheco Empresa admirable ésta de la libertad de imprenta. Juan del Camino Apuntes para un estudio sobre la evolución de las cosDo. opiniones sobre el conflicto colombo peruano. Francisco García Calderón y tumbres públicas y privadas cubanas (1. Emilio Roig de Leuchsenring José Vasconcelos Canto Cuba republicana, Agustin Acosta De cómo vivimos, de cómo morimos ea la Cuba do La adhesión que reconforta. Rafael Lozano Machado.
Juan Marinello Estudio de las condiciones en que se halla el lider Libros y Autores.
aprista Víctor Raúl Haya de la Torre.
Ismael Bielich Flórez y Ma El Litoral y la Meseta en el centenario de Walter nuel Rospigliosi Scott.
Guillermo Diez Plaja Bjørnstjerne Bjoernson de diciembre 1832 1932 De La Prensa. Buenos Aires. Pero cegaBjæernstjerne Bjørnson Un cuento de Bjørnson El padre Cúmplése el centenario del nacimiento de Bjørnstjerne Bjørnson cuatro años después del de Enrique Ibsen. Cuatro años separaron, también, el término de sus vidas igualmente largas. Noruega acuña en el mismo metal, honra en la misma medalla, el recuerdo de sus dos grandes escritores. Las letras universales reconocen esa alianza. Alternativamente unidos y distanciados en su batalladora existencia, son inseparables para la posteridad: el uno evoca al otro; sus dontrastes destacan recíprocamente el relieve individual.
Aislado en Roma, habiendo roto hasta sus vínculos familiares y amargado por la incomprensión de sus críticos nada más amargo que el no ser comprendido. dice Borkman Ibsen escribía a su amigo, a fines de 1867, el año de Peer Gynt. Querid, Bjørnson; tú eres una naturaleza noble y generosa. Nunca podré devolverte el equivalente de todo lo grande y bello que me has dado. Continuemos unidos. Pero ¿qué los unía?
Condiscípulos en la universidad de Cristianía, poetas los dos, los dos amantes de su tierra, de sus sagas, de su folklore, los dos panescandinavistas, uno tras otro directores del mismo teatro y favorecidos por el mismo subsidio oficial que les permitió viajar por el extranjero, eran, sin embargo, temperamentos opuestos, espíritus antagónicos. Ibsen, solitario y desconfiado, taciturno y agresivo, llevaba en el fondo del alma la sombra angustiosa de sus primeros años: el hogar desbaratado, la caída social de los suyos, y luego, huérfano y pobre, la lucha ardua en un villorio sórdido. Bjørnson, sociable y cordial, animador de multitudes, con un don de simpatía que le despejaba todos los caminos, había nutrido su salud moral, durante la infancia y la pubertad, en un paisaje sonriente, en la comunidad paradisíaca de los seres y las cosas, sin inquietudes, libre y puro como el aire de su montaña. Al escribir Los pretendientes a la corona (1864. no habíase inspirado el propio Ibsen en su amigo para componer su rey Hakon, el fascinador, el hijo de la suerte, aquel que tenía en sí mismo una confianza tan serena. Continuemos unidos.
do por su exasperada susceptibilidad y movido por su habitual suspicacia, muy pronto rompió también aquel vínculo el autor de Peer Gynt. en su obra siguiente. La unión de los jóvenes. 1869. trazó con tintes cáusticos la sem.
blanza política del sospechado compañero. Doce años más tarde, la prensa noruega condenaba, con aplastante unanimidad, las ideas inmorales de Los espectros. Una voz, una voz tranquila y vibrante el hombre más fuerte es el que está más solo se alzó en su defensa: la de Bjærnson. Profundamente conmovido por aquella nueva prueba de la generosidad de su antiguo camarada, Ibsen volvió a pensar en él para un próximo retrato escénico. en su obra inmediata Un enemigo del pueblo (1882. reconociéronse diversos rasgos del grande y noble hombre en la figura del protagonista.
Por aquellos días, Jorge Brandes, el providencial iniciador danés al que tanto debieron los dos poetas, estableció un primer paralelo entre ellos, acentuó las diferencias de su naturaleza y de su obra, los comparó a los reyes noruegos Sigurd y Eistein, personajes de un drama de Bjørnson e hizo votos porque firmaran las paces y se dividieran el reino literario de su patria. Las desemeanzas crecieron y se ahondaron con el tiempo, a pesar de algunas influencias recíprocas. La amistad no recobró su primitiva cohesión. Pero sobrevino un acontecimiento singular. Después de haber pasado una corta temporada en casa de su colega, el revolucionario de La comedia del amor partió con un pensamiento secreto. Lo comunicó a su esposa y a su hijo. un año después éste pedía en matrimonio a la hija mayor de Bjørnson.
II Trad. de El personaje de este cuento era el hombre más poderoso de la parroquia.
Su nombre, Thord Overaas. Un dia llegó a la oficina del cura, erguido y grave. Hab16. Tengo un hijo y deseo bautizarlo. Cómo se le llamará. Finn, como mi padre. los padrinos?
Los nombró; cran la mujer y el hombre mejores en la comunidad de la familia de su paure. Alguna otra cosa más. preguntó el cura, alzando la vista.
El campesino dudó un poquito. Preferiria que me lo bautizara so10. dijo. Esto es, en un dia entre semana. El próximo sábado, a las doce. Alguna otra cosa más?
El campesino jugueteaba con la gorra, haciendo como que se iba. El cura se levanto. Esto más le dijo, y caminando hacia Thord, le tomó la mano y le miro a los ojos.
Ibsen, desde su primera producción hasta la última, desde su juvenil Catili(Pasa a la página 67. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica