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280 REPERTORIO AMERICANO Notas para una semblanza de Trotski Apéndice del libro Mis peripacias en España, por Leon Trotski. Editorial España, Madrid, 1929.
Aun arrancada a la polémica interna principio, simples reuniones de estu del comunismo ruso, y no obstante ser diantes; luego, cada. vez más cerca ya a través de ella, en algunos de sus model pueblo, hasta llegar muy rápidamenmentos decisivos, cuando la personalite al terreno en el cual la organización dad de Trotski se nos revela más netarevolucionaria exigía, bajo las circunsmente, la figura del gran revolucionatancias de la Rusia de entonces, excep rio tienta por todos los lados a un inten cionales cualidades de líder.
to de semblanza. Seduce por su vitaliMax Eastman nos le evoca en su redad extraordinaria. Por la complejidad ite interesante obra La juventud de de su espíritu, dentro del cual iuchan Trotski en un rincón del Café de Run el hombre histórico, entregado con arsia, de Nicolaiev, rodeado de iniciados, dor sin igual a la causa de la revolución, obreros la mayoría de ellos de las fáy el individuo fuerte que, al sentirse bricas de la ciudad, hombres ya madu asistido de razón, lleva la lealtad a su ros sobre los cuales aquel muchacho de pensamiento hasta el últim) extremo diecisiete años influía con la autoridad lógico. Sin que le detengan ni preocude su decisión y su talento. En pocos paciones de orden personal ni los insismeses la organización secreta de Nicotentes requerimientos a silenciar la crí: laiev contaba con más de doscientos afitica en interés de una unidad que, de liados.
poder sólo lograrse a costa de la verLa carrera de ingeniero ha pasado a dad, él le parece inadmisible y peliser un ensueño paterno. Trotski no vive grosa. Por las sorpresas de que está ya más que para la revolución, De día, llena su carrera el literato sensible y.
Leon Trotski estrechando los nudos de la red de cerefinado, convertido de pronto en el lulas ilegales. De noche, inclinado sobre mejor ministro de la Guerra que Rusia las cuartillas hasta el amanecer, como ha tenido el político realista que en la Uno de sus primeros actos de rebeldirector y casi redactor único del perióocasión suprema sacrifica la realidad día, en la escuela de Odesa. El conspidico de combate Nuestra Causa.
inmediata y se condena él mismo a un Tras dos años de febril actividad or rador genial de después se anuncia ya sacrificio generoso en aras de la trayecen términos inequívocos. Dirige la peganizadora, una nueva pausa para el toria histórica; el organizador por excequeña revuelta de estudiantes con desestudio: el período de su encarcelamienlencia de multitudes y ejércitos, que luePuestreza inverosímil para su edad.
Como los to en la prisión de Odesa.
go no consigue retener mucho tiempo to que hay que escribir una carta de prolibros de fondo y de historia política y en su derredor un núcleo compacto y testa a las autoridades académicas susocial que a él le interesan escasean, dearticulado de partidarios.
periores, conviene redactarla de modo dica buena parte de su tiempo al apren. Ya desde un punto de vista político, que cnvuelva a todos los escolares en dizaje de lenguas extranjeras.
literario o simplemente humano, su si Tenía cuenta él mismo el Nuevo la culpa, medio seguro de rendirla ine.
lueta fascina lo mismo en la cumbre del fectiva, ya que una expulsión en masa Testamento en cinco idiomas: en ruso, poder que en el destierro. Tiene el atrace: supondría la clausura del local y la ruialemán, inglés, francés e italiano. De ese tivo singular que ofrece todo riesgo.
na del negocio. Cada letra será trazada modo aprendí el italiano. Por lo que Aquí el margen de error en la caracteride mano distinta para desesperación y toca al Nuevo Testamento, llegué CO zación, el riesgo de equivocarse al tratar desconcierto de los profesores caligranocerlo admirablemente y podía recitar de definir a un hombre de su talla, apa.
fos. No obstante, si no la huella con de memoria capítulos enteros.
rece aumentado por las propias dificul.
creta, es fácil descubrir al espíritu recEl aislamiento relativa dentro de la tades inherentes a cualquier apreciator. Unicamente a aquel chiquillo de cárcel de Odesa le sirve para revisar ción rotunda del problema ruso. Con.
ojos vivaces, orgullo y terror a la vez de sus ideas sobre el marxismo. Tempe signar dichas dificultades ha venido a sus maestros, puede ocurrírsele golpe ramentalmente opuesto a aceptar un sisser una fórmula obligada común a cuan semejante. Los demás le disculpan bajo tema que contrariaba su recia individuatos escriben sobre Rusia. Generalmen el influjo de la gracia. Pero el profesor lidad estado de ánimo juvenil que en te se comienza haciéndolas constar, de Historia, acaso agudizado el instinto los últimos años le ha sido echado más para olvidarse de lo dicho tan pronto por las dotes naturales de previsión que de una vez en cara por sus adversarios como el prurito vanidoso del comentarislleva consigo la asignatura, no deja de como prueba de una supuesta inclinata mata en él el primer impulso honesobservar, contrariado: ción al caudillaje, apenas su sentido to a reducir sus impresiones a sus jus Este demonio de muchacho dará analítico le descubre la firmeza de la tos límites. Sólo la persistencia en el que hacer algún día.
concepción marxista, se entrega a ella estudio del fenómeno ruso es suscepti(También el padre de Kerenski, en sin reservas.
ble de imponer la norma deseable de se cuya escuela estudió Lenin, se quedó un Es en la prisión de Odesa donde coriedad. Ahora bien; cabe entretanto, en cuarto de hora bien claro mirando fi. mienzo a pisar firme terreno científico.
un momento dado, brindar al lector ávijamente al que un día iba a desalojar Los hechos comienzan a encadenarse en do de conocer cuanto se relaciona con el del Poder a su hijo. un sistema. La idea del determinismo país de los Soviets los datos a mano con Trotski se le destinaba para ingeel y de la evolución condicionada por el máximum de claridad posible, enlaza niero. Pero él era de los llamados a carácter del mundo material se apode dos y situados de tal forma en el desa trazarse por sí mismo su destino. Entre ran de mi completamente.
rrollo general del proceso, que le ayu las veleidades de su adolescencia, dos De Odesa a Siberia. Son también den a librarse un poco de la sensación inquietudes le dominan: la preocupación las páginas de Max Eastman las que nos caótica en que, intencionada o incons literaria, que no ha de abandonarle nun ayudan a imaginárnoslo camino del descientemente, le han expuesto a hacer ca, y el sentimiento de solidaridad con tierro, unido en matrimonio y en sen caer informaciones tendenciosas o balos oprimidos por el régimen zarista. tencia a Alejandra Lvona Skolovoskinales. Estimo que en el caso de Trotski No es el último un sentimiento desma. su primera mujer, con quien años más sumo.
yado, sino dinámico en grado los antecedentes personales reseñados a tarde disputa vehementemente sobre el continuación pueden servir a ese pro Tradúcese en acción al contacto con el marxismo, a través de paisajes de ve(Pasa a la página 282)
pósito.
primer par de camaradas propicios. Al. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica