30 REPERTORIO AMERICANO inEl vampiro.
e objeque no permiten dudar del carácter de tran Sentimental, intelectual, patrióticamente, el To aseguro, eso si, que cada vez que este sición que tienen estos tiempos. Si fuera po homenaje a la vejez seria en Colombia una hombre ve al otro, le acomete con tal tena.
sible, que no es ni lo será, nada seria tan hermosa fiesta anual de incalculables alcan. cidad, con tal vehemencia, que aquel desvende timerse como una generación que actua.
ces. Estrecharia los lazos de familia, que son turado no va a encontrar otra salida que el ra completamente desligada y olvidada del pasado. Produciria, después del cataclismo, ahora menos fuertes y duraderos de lo que suicidio. no exagero; no vayan a creer que pensamos, y mucho menos de lo que existe estoy exagerando. Hay que ver, en qué for la paralización. No es un lastre el pasado, sino un punto de apoyo. seria curioso, por en viejas naciones, a las que juzgamos moma este vampiro le habla a su desgraciada víctima. Es una serpiente. La sugestión tielo menos, ver a un pais repitiendo los anti. ralmente disueltas. socialmente, sería la consagración de la gratitud, posiblemente la ne, en este caso, caracteres increíbles.
guos yerros, cayendo en las mismas emboscadas, sucumbiendo bajo los mismos peligros Yo le he visto entrar en un café, expresa.
más bella virtud humana, y como dijimos, mente para decirle a su vasallo. Qué coque sufrieron las generaciones idas. La his.
el ejemplo vivo de la solidaridad. Verian las barde, qué descarado es usted! Ningún hom.
toria no rs un encadenamiento de relatos in trascendentes para entretener las veladas, sijuventudes que envejecer no es depreciarse, bre que tenga vergüenza soporta lo que está no es ir cayendo en la insignificancia, en el soportando usted, después de haber prometino un catálogo de sucesos interpretados por abandono y el desdén. Y, por otra parte, co do aparatosamente suicidarse. Es claro, el un criterio sagaz, donde los hombres miden mo en España pasa, el homenaje la vejez miedo.
y calculan el porvenir mediante la interpretación y el análisis de lo que fué. los vieseria causa del perfeccionamiento constante Así, con este verbo, el hombre de la nariz de segur trata al pobre andrajo humano la jos, historias vivas, que pueden darnos el code las leyes sociales que han de protegerla, desgracia de confiarle un secreto.
mentario animado de los hechos, tienen una que en casi todos los paises la protegen, co Ha habido momentos en los que he sentido misión didáctica y una cátedra de prudencia mo acto de justicia elemental, y que entre tan honda pena, que se me ha ocurrido inque seria insensato desoir.
nosotros no han dado los primeros pasos. ventar un truco para defender al cuitado.
Pero me he arrepentido porque, después de todo, es razonable que cada palao aguante su vela en el mar de la vida. Lo malo que la vela, en este caso, flota al viento de Por JOSE DEL VELASCO una chalupa sin timón, en plena borrasca. Envio del autor. La Habana. Abril de 1976, Mientras tanto, yo le narraba estos hechos, asi, escuetamente, hace unos días, ponerHacía mucho tiempo que yo conocía, de do como en aspas. Comprendió que había lle le aliño alguno, a una notable escritora cuvista, a aquel hombre. Desde la primera vez gado demasiado lejos y, al momento, sintió bana, la que me decía: Dalos así, tal como que nos encontramos, su imagen se quedó la necesidad de recoger cordelis, Era dema me los cuentas, al público. yo le grabada en mi retina, como si estuviera es síado tarde.
taba: No; no me creerian. Sería mejor ade.
tereotipada. Precisamente por eso, tenia un Cuando, casualmente, volvieron a encon rezarlos con alguna exageración; poner en verdadero deseo de que me presentaran a él. trarse, mi hombre recibió al gafo, asi. Có ellos una brizna de fantasia, un poco de noEn el momento de la presentación fui un mo? Yo creia que usted era un hombre de vela; terminarlos en tragedia calderoniana.
poco impertinente. Le obligué a que me di palabra, uno de esos hombres en los cuales Las gentes son de tal manera, que la gran.
jera con claridad su nombre, su su apellido, su se puede confiar. Cómo es eso? Yo creo, deza de los helenos peculiarmente se interdomicilio. No No quise aceptar, en este caso, esa amigo, que usted no es un hombre. Le repi. preta en simpleza. Aparte de que la verdad, fórmula convencional de las to: cuando a un hombre le pasa lo que le pa sin pimienta, sin sal, sin vinagre, la rechaque se traduce en dos murmullos.
llos.
só a usted, está demás aqui, entre nosotros. zamos en la literatura, tal vez porque en la He cultivado después esa amistad hasta Como terminó esta entrevista no lo sé; pe vida la encontramos tan a menudo.
cierto punto. Nos saludamos; hablamos frus.
lerias. No podemos intimar. No; no podemos.
Este hombre, como el viejo de La Pampa de Granito. tiene la nariz como una segur.
Sus ojos se parecen a los de Jovel; su boca Envio del anfor. Medellin, Colombia Junio de 1956 debe de ser como la de Cuasimodo. No, no podemos intimar.
hijas del sol, Heliades, inclinaos que, aligera, Pero es el caso que este hombre tiene una mi rosa de los vientos va montada en historia que yo conozco, que él mismo me ha Huracanes cautivos, las hélices, envuelven viento!
contado. Es una historia truculenta, la hislas serpentinas de oro de la mañana, el aire toria de un hombre que tiene la nariz de la se hace trizas al soplo de la máquina aérea que, misma forma que tina segur.
Atlas metálico, en sus cinereas alas ¡Amazona del viento! Catedrales de rosas cargar parece, humilde, levante a la divina majestad de tu cuerpo El tenia un amigo. Tenia no: el tiene un amigo. Bueno; eso de amigo es un decir. Con la bóveda celeste.
bajo el temblor azuleo de las estrellas rotas.
él habla a veces un hombre. Es que has ¿En cuál selva dormida se incrustó tu suspiro, Cual de la tierra huyundo, los Icaros moder pastora de las nubes, ta esto de hombre no cuadra. Bien.
flauta de mi silencio?
El segundo de ellos dos, un día, desesperado de amor, luego de un fracaso corriente, llegan, aventureros, a la nave nostálgica.
Yo fui vino, tú copa: yo brizna, tú universo, se dirigió a éste, contarle su cuita, a pedirDe pronto el brillo claro de las alas se enYo ardi en el pebetero de tu vedada boca, Je consejo, guia, orientación. Pero, en su de ciende queme ti las orobias de mi hastio selecto.
bilidad, llegó a decirle: Estoy aburrido de y una azul melodia a los cilindros pasa. En qué mares oscuros cayó tu risa murrta, la vida. Voy a matarme.
porque al avión ha entrado domadora de nubes, Estas palabras, escuchadas por el de la nami rosa de los vientos.
fortaleza del tedio?
riz de segur, fueron el punto de apoyo de su actuación, a partir de aquel momento. Y, en ¡Mi rosa de los vientos va montada en el Mi corazón rugia sobre tus manos rojas, viento!
el tuyo se quejaba en mis ramos de besos, efecto, le dijo al otro: Yo creo que sí que una esclava, la noche, te creia la aurora.
usted hace bien en matarse. Se detuvo un En la altura su mano borrosa llora nieve. En qué valles morados viste mi sombra rato, y luego agregó: Cuando un hombre el águila de encajes, de pico y uñas rojos, ha sufrido un fracaso como el de usted, esherida, dice adiós al oscuro gusano que la exalta, diamante de las nubes, torba aquí: por tanto, debe irse. Mátese y en los frios cristales de la nave, buscando usted! Se quedó un rato en silencio, en cicatriz de mi pecho?
su mano, impreso queda, una causa meditada, y luego prosiguió: Yo como un lis, mi sollozo. En la tierra no hay nada, está todo en el sé bien, lo comprendo en sus palabras, que viento!
usted es un hombre de honor; asi es que no ¡Escuadrones de nubes, abrid paso a la ¡Mi rosa de los vientos va montada en el precisa insistir en que cumplirá lo que me Amada, viento!
ha dicho. se despidió.
Naturalmente, el otro infeliz, el débil, queCiro Mendia las presentaciones, La a ma zona del viento DOS