Violence

REPERTORIO AMERICANO Tomo XXVI SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA San losé, Costa Rica 1933 Sábado 22 de Abril Año XIV. No. 631 Núm. 15 De los géneros de poesia a la poesía pura La guardarraya Tablero De los tuetos on for.
En cada calle, un kindergarten El final de Norma Alarcón, evocado en su centenario Del homenaje de Chile a su pintor González SUMARIO Paul Valéry Poesias Luis Felipe Rodriguez La eterna historia de les dictaduras Apuntes Juan del Camino José Marii Alarcón y el testimonio de Gutiérrez Nájera.
Arturo Capdevila El uso de los alimentos Fernández Almagro José Martí y Gutiérrez Nájera Pedro Prado, Diego Dublé Urrutia y Sienna Manuel Gutiérrez Nájera en El Americano Paul Valéry Guillermo Ferrero Pedro Julio Mendoza Bruce Elena Torres José de Núñez y Dominguez José Marti De los géneros de poesía a la poesía pura Una duda ha desaparecido Envio y versión de Rafael Lozano (2708 Gold St. El Paso, Texas. ción. Puesto que pueden ser del espíritu desde hace más de Estas páginas del Insigne autor de El Cementerio Marino, donde se resu leídas de varias maneras entre men tas transformaciones sucesivas que ha sufrido el concepto de lo que es cuarenta años. Una demostrala poesia y que originaron el marbete de poesia pura, objeto de tantas consí, o desunirlas en momentos ción definitiva ha colocado en troversias en estos últimos años, es el líminar del prólogo que escribió para diversos de nuestra atención, el libro de Lucien Fabre, La Connaissance de la Deese. Omito la segunda la categoría de los sueños la parle por referirse exclusivamente al volumen que prologa.
esta pluralidad de lecturas deantigua ambición de la cuabía conducir algún día a una.
dratura del círculo. Dichosos especie de división del trabalos geómetras que resuelven jo. Es así como la considede cuando en vez alguna neburación de un cuerpo cualquiera losa de su sistema; pero, los ha exigido, al través del tiem poetas lo son menos; ellos no po, la diversidad de las cienestán todavía convencidos de cias.
la imposibilidad de cuadrar Vese, en fin, hacia la mitad todo pensamiento en una fordel siglo xix, pronunciarse en ma poética.
nuestra literatura una volunComo las operaciones que tad notable para aislar definiconducen el deseo a construirtivamente la Poesía de toda se una figura de lenguaje, arotra esencia que no sea ella moniosa e inolvidable, son en sí. Semejante preparación muy secretas y muy complede la poesía al estado puro jas, se permite aún y se perhabía sido predicha y recomitirá siempre dudar sobre mendada con la mayor precisi la metafísica, la ciencia, la sión por Edgar Allan Poe. No historia, la política, la moral, es, por consiguiente, asombrola apologética y, en general, so ver comenzar en Baudelaitodos los asuntos de la prore este ensayo de una perfecsa 110 pudieran tomar por ción que no se preocupa sino apariencia la apariencia melode sí misma.
diosa y personal de un poema.
Al mismo Baudelaire perteEsto no sería sino una cuesnece otra iniciativa: es el pritión de talento: ninguna proVAJAY mero, entre los poetas franhibición absoluta. La anécdota ceses, que siente, invoca e iny su inoraleja, la descripción terroga a la Música. Por Bery la generalización, la enselioz y por Wagner, la música ñanza y la controversia no romántica había buscado los veo materia intelectual que no efectos de la literatura, y los haya sido, al través de las obtuvo magníficamente; lo que edades, sujeta al ritmo y soes fácil de concebirse, ya que metida por el arte a extrañas, la violencia, si no el frenesí, a divinas exigencias.
la exageración de profundidad, Como ni propio objeto de dolor, de brillo o de pureza de la poesía, ni los métodos Paul Valéry que estaban dentro del gusto para unirla están aún eluciSegún dibujo de Emile Bécat de aquel tiempo, no se tradudados, pues callan aquellos cían en el lenguaje sin traer que los conocen, mientras haconsigo muchas frivolidades y cen comentarios aquellos que poemas sobre los asuntos más glos. obtienen una gran parte ridiculeces insolubles en la dulos ignoran, resulta que toda diversos que continúa has de su substancia y de su in zación; esos elementos de ruiclaridad sobre esta cuestión ta nosotros; aun las más ad terés de las nociones que hu na son menos notables en los perinanece individual, se per mirables obras versificadas, biera podido recibir la más músicos que en los poetas. Esmite la más grande contradic las más admirables, quizás. indiferente de las prosas. Pue to es quizás porque la música ción en las opiniones y hay, que nos hayan sido trans den ser traducidas sin volver trae consigo una especie de para cacia una de ellas, ilus mitidas, pertenecen al orden las del todo insignificantes. vida que nos impone por lo tres ejemplos y experiencias didáctico o histórico. El De Era, pues, de presentirse que físico, mientras que los monudifíciles de refutar.
Natura Rerum, las Geórgi vendría un tiempo en que los mentos de las palabras nos Viene a favor de esta in cas, la Eneida, la Divina Co vastos sistemas de esta espe exigen vida en vez de proporcertidumbre la producción de media, La Leyenda de los Si cie cederían a la diferencia cionarla. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica