REPERTORIO AMERICANO cruz. 3. 50 que adora mi alma. No pongas ojos ri cados y temerosos bajo las alas de las ce miurgos terrenos, se divierte desbaratangurosos en la torpe condición de mi des jas tan foscas y el ázimo fruto de tu es do estos velámenes diminutos que tejen apacible rostro, antes mira y considera condida viña negra.
las obreras pacientes. Pero, grumetes de mis labios tristes. Os conjuro, luceros; 16. Hasta que el alba apunte y nos azul, reparan sin tardanza su red elástica acorred, vientos olorosos: luz y perfume quebrante, os conjuro, luceros; acorred y sensible como el tejido de nuestros para la primogénita de mi deleite. vientos olorosos; suavidad y perfume so nervios miserables que también quieren 39 Tu cabellera rizada como millares bre mi noche de amor.
captar el mundo. En su orilla ondulande ajorcas del mismo ébano que mandó te como en su yole Mallarmé, con las exfabricar un rey enamorado. Como flores LA TEOLOGIA DE LAS ARAÑAS tremidades delanteras en como nunca vistas tus orejas que brotaron inesFrancis Jammes en su casita de Orthez peradamente en la noche de tus cabellos Como los viejos poetas que no queque el viento orea, esperan deglutiendo y el perfume de tu sexo como olíbano. rían ya cantar hazañas resonantes, ven, o soñando nuestras amigas las arañas.
41 dijo la Amada: cercádome han Fabio amigo, cuando te hayas fatigado La gloria sin el poder, nos ha prevevoces de amor y dos manos me dejaron de los hombres, a admirar la teologia de nido Maurice Barrés, es la humareda desnuda. Tu cabeza es de león, Amado las arañas. El día es de verano y aquí del asado que el prójimo se va a comer.
mío; pero tus ojos son torcaces.
Es tu cerca, junto a un rosal del huerto asisti porque ellas son los poetas de lo pofrente una muralla que cien huracanes remos a su retozo y cacería. Son ara sible, no quieren imitar a la mosca vono abatieron; tu voz fuerte como son de ñas panzudas, regalonas, que buscan fly. cinglera y abúlica, a las libélulas diletolifante cuando llama al abrigo nocturno res de sangre o altos ramos para tender tanti, a toda la vana orquesta del medioa la majada; tus dos hombros como recio su encaje efímero. El viento se lo lleva día. Miremos y admiremos, Fabio amipalanquín en donde podrías llevarme, in alguna vez o nuestra mano hostil de dego, la infinita paciencia con que aposmune, a altanerías y combates.
tada a la orilla de la vida, la araña aten5? dijo el Amado. qué linaje de ta y seria, sólo nueve su corona de ojos.
gracia nueva me conturba? Cervatillas INDICE Ya llegan girando en el vértigo del día, perseguidas tus pupilas en la espesura los insectos bohemios y al tropezar con la fina telaraña es ridícula ciertamente de las pestañas y tus ijares como los flancos de lebrel que va de caza. Pero ya su obstinación de idealistas sempiternos.
rompe en el pecho la cólera de vencerte; Porque de malla en malla se trasmite la tus narices palpitan como al anuncio de convulsión a la araña que espera ardiente perfumes lejanos y tu boca se entreabre 12 LIBROS QUE LE INTERESAN: y lúcida. un estremecimiento humacomo si hubiera llegado la primavera.
no, un espléndido erizamiento feudal, saRamón Pérez de Ayala: Los trabajos de. 6? Heme aquí, Rey querido, presa en cude el bochorno Urbano y Simona. Novela. de nuestra amiga.
tu cuerpo; maniatada y sumisa porque Sinclair Lewis: Calle mayor (Historia de Tiemblan sus ocho extremidades, como desfallezco.
Karol Kennicott. 50 las espuelas de los capitanes en las baJosé Marti: Los Estados Unidos. 25 7? la hora es venida, Esposa mía, Kuprin: Yama. Vols. tallas. Avanza a toda prisa mientras re5. 00 de estrujar tus dos senos como los odres Leopoldo Lugones: El ángel de la somsuena la música desesperada de la mosca de vino nuevo y paladearte.
bra. Novela. 00 que va a morir. Avanza a cogerla deliLuis Jiménez de Asúa: La lucha contra heme aquí, Soberano y Bien mío, cadamente entre sus dedos de encajera; el delito de contagio venéreo 00 consentida y propicia a tu regalo como la José Ingenieros: Simulación de la locura 00 ya la envuelve y tornasola; en un santiaoveja a la tonsura.
Francis Hackett. El Rey Barba Azul Enmén quedó la vencida prisionera. Mírarique VIII y sus seis mujeres. 00 Allégate mejor, tus ojos en los la, Fabio, en su mortaja gris, color de Ramón Gómez de la Serna: La hiperestémíos, morena mía en servidumbre. He cesica. Novela. polvo. Entonces, siempre joven como 50 rrado tu horizonte con mis hombros; y Giménez Caballero: Trabalenguas solos fuertes, nuestra araña remienda los de tu frente como de un cielo huracanabre España. 25 hilos rotos por las inútiles idealistas, inRamón Gómez de la Serna: La Nardo.
do se desbandan ya los pensamientos. Novela. fatigable en su tarea predestinada. 50 Abrego y cierzo callaron, sólo la tórtola Mientras todo danza en el mediodía su está en vela y su querella es sabrosa coSolicitelos al Admor. del Rep. Am. zarabanda y acuden nuevas víctimas a mo tu voz cuando desfallece. Por un miesta prisión de luz, meditemos, amigo nuto más breve que su canto, nada existe Fabio, en la enérgica teología de las arapara ti sino mi imperio y te adheriste a ñas.
mi vida como el molusco.
10. Tu corazón, Amado mío, un atamEL BARQUERO NEGRO hor que celebra el regocijo de la fiesta. Se cura fácilmente usando tu victoria y mi estrago.
Murió aquella alma dulce y bien amada a quien debo el don triste de la vida.
11. El tuyo, un nido con su igual y tíDespués. Tantas cambiaron de morada, mido piar.
cuando yo era gentil y apolonida!
12. Quema mi flanco con el hierro encendido de tu sexo, como para señalar en su dieta.
Una más cruel y más negra partida en el rebaño la marca y señorío del amo; 4GRURAS FLATULENCIA. MAL marchitó ayer mi juventud dorada; cabalgà en tu dócil montura y no temas ALIENTO. DOLORES DE CABEZA quedóse nocherniega y entumida clavar tus rodillas en mis ijares tembloesta alma que era loca de alborada.
Síntomas todos de que 13. Pláceme ver tus manos de rapiña Mañana es siempre más amargo dia, sobre mis senos indefensos y tus labios su digestión anda mal. mañana es siempre un dia más amargo; crispados donde ronca una exquisita cólos remos, por el río del letargo.
lera y tu desdén de jinete bárbaro que Desaparecen RAPIDAMENTE con tiene prisa de llegar.
el uso de la presienten ya la ribera sombria; 14. Plácenme entonces, Amiga mía, que voy llevando hacia el eterno puerto Esposa, tus labios húmedos como las flocomo el Barquero, mi pasado muerto.
res en la aurora, más suave que salterios y laudes tu voz alterada y tu saliva tan García Calderón dulce.
15. Tus cabellos como cuerdas infini HERMANN ZELEDON Hágase de un ejemplar de Cantilenas.
tas de mi salterio y tus dos ojos acurruBOTICA FRANCESA Le cuesta 00. Dirijase al Admor. del Repertorio Americano.
Tiene Ud. Dispepsia?
SAL UVINA rosos.
SAĽ UVINA Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica