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262 REPERTORIO AMERICANO Carta a bierta raciones colectivas en beneficio de las suyas personales, y en los segundos pa Envio del autor ra demostrar una cobardía moral sin límites al aceptar un orden de cosas que, Colón, 30 de setiembre de 1933.
una vez, es adverso, puesto que concep como el existente, va contra su vida mistúo que Ud. ha invertido los términos. ma, jamás podrá Panamá adquirir una Sr. doctor Méndez El puerto libre, la organización de los personalidad nacional fuerte, capacitada Panamá.
juegos y los casinos para el turismo, el suficientemente, para que se le oiga en Mi estimado doctor Méndez: ensayo de una República socialista, no la interpretación de los convenios que En Motivos efímeros publicados en deben ser ni lo son en realidad, recur tiene celebrados o ilegue a celebrar con La Estrella de Panamá de ayer, leo lo sos supremos a los cuales debe apelar los Estados Unidos de Norte América.
siguiente: Panamá en sus relaciones con los Esta ello es así, también, porque mientras dos Unidos de Norte América, para con haya ausencia de carácter, que quiere deUn día la justicia brillará para todos, pero mientras tanto nos quedan otros rejurar sus angustias económicas, sino por cir, honradez y capacidad a un mismo el contrario, los primeros pasos en el cursos supremos: ir resueltamente al puertiempo, tanto entre las clases gobernanto libre, aunque por algunos momentos ten empeño común de construir una vida tes como entre las clases gobernadas, gamos que sufrir por el cambio de siste económica que nos ponga en capacidad para defender los intereses colectivos no ma; organizar los juegos y casinos para el para encontrar la fórmula de arreglo de con criterio egoísta y personal sino con turismo y ensayar un gobierno de estado nuestras dificultades internacionales con el altruista y colectivo que es el que socialista que permita asegurar al pueblo los beneficios de los servicios vitales y la el país imperialista del norte. Ello es encaja para encontrar la solución de explotación de la riqueza colectiva por measí, porque mientras nuestra vida eco problemas que afectan a toda la comudio de una organización agraria e indus.
nómica y política, ży por qué no moral. nidad. Panamá no podrá nunca poner trial bien concebida.
también? gira a los vaivenes del abrir su sello de austeridad, de moralidad y Los anteriores párrafos merecen un y cerrar de las puertas de hierro de los de justicia en la vida que convive con comentario, porque, firmados por Ud. bancos de Wall Street, la situación de los no:teamericanos.
rector de nuestro más constructivo plan Panainá será fatalmente una situación Siempre he pensado, estimado doctor tel de educación pública y apreciado co de humillaciones y de desgracias de to Méndez, y hoy lo pienso con mayor mo ur. o de nuestros poquísimos valores do orden y las relaciones entre ambos convencimiento, que la primera cruzada, nacionales, ellos adquieren una trascen países serán tanto más tirantes y comº cruzada dolorosa pero heroica, que de. dencia tal que los coloca en la catego plicadas cuanto más aguda sea la crisis bemos realizar conjuntamente todos los ría de esas sentencias que señalan la del sistema capitalista. Ello es así, por panameños, para demandar de los Estanorma de conducta de hombres y de que mientras subsista entre nosotros el dos Unidos de Norte América, toda la pueblos.
régimen pseudo republicano de ahora, equidad, toda la lealtad y toda la conMi comentario muy breve y muy a que se caracteriza por una irresponsabi sideración que exige nuestra existencia la ligera porque el tiempo no permite lidad de gobernantes y de gobernados, jurídica como entidad internacional, de otra cosa bueno es que se lo diga. de en los primeros para violentar las aspi be estar encaminada a crear, cueste lo (MATLA) FOLLETİN DEL Rep. Am. 8) mente, como un rico licor, sus palabras.
Yacía la estancia en esa plácida quietud das le alejaron laguna adentro, cuando palpitantes. Montó sobre él audazmente, que sólo puede comunicar el sueño prosus perseguidores irrumpieron vociferan retó al mar con un grito de heroica enfundo. El Cacique había cerrado sus ojos do en la margen recién abandonada. Las trega y, mientras con los pies impulsaba al sortilegio que manaba de los labios de: ondas, a su alrededor, tragaban y traga la singular embarcación, con las manos la cautiva. En el brasero se consumían ban flechas, pero el nadador lo hacía sujetaba el precioso símbolo robado. Fué los últimos leños. Afuera, el día se iba con renovado brío hasta tocar opuesta una lucha nunca vista la del guerrero indefinitivamente.
orilla. No por eso la persecución termi dígena y el mar inmenso. Desde la De pronto se cuela en la habitación nó, pues, con él atravesaron la laguna abandonada playa los perseguidores, eco de una canción de extraña melodía.
guerreros borucas, no dándole tregua asomorados, contenido el aliento, seguían Carare despierta y escucha sorprendido, sino para emprender nuevamente la fu el pequeño grupo del hombre y el tron interrogando con los ojos a la joven. Ya.
ga a través de las pendientes que con co que saltaba intermitentemente sobre ra siente como por su piel delicada res.
ducían a la playa. Sus pies sangraban. ias olas o caía en la hondura del abismo. bala, igual que rocío tibio, la mirada del el corazón respondíale en las sienes y el aquel punto oscuro, cargado de fati Cacique. Se incorpora levemente, pero sudor le invadía copioso; pero sus pier ga y de sacrificio, no desmayaba en la no rompe su mutismo. Yara en ese insnas, firmes como horcones, no tembla conquista de su liberación.
tante es la habitual esfinge de la Corte.
ban, y saltando como un venado, huía Algunas horas después, el mar arro. Resignado al cautiverio, ha aprendido a hacia el ya próximo mar, jaba a la isla del Caño, el cuerpo de un callar como los quetzales enjaulados.
Al posar sus ensangrentados pies en hombre desnudo y moribundo, abrazado Sus pupilas se detienen en la entrada la playa, consideróse a salvo. La brisa a una gran lámina de oro, y un recio ávidas de atravesar la cortina. El vibrar marina secó el sudor de su cuerpo y fué tronco cubierto de algas y conchas. de la voz llegada de fuera abre una venpara él como una caricia renovadora. Sin. Cuenta la leyenda que desde enton tana en sus nostalgias y su pensamienembargo, los dioses reservábanle terrices en los días claros, aniversario de la to se ha puesto alas. Los ojos se ilumible hazaña: la travesía del mar. La plaúltima guerra entre borucas y montañenan de raro fulgor que no pasa inadverya desnuda no le ofrecía refugio alguno.
ses, en la parte más elevada de la isla tido a Cararé. Hay en la actitud de la del Caño, resplandece con reflejos áu. muchacha una como transfiguración que Estaba solo, desamparado entre el imreos, como el astro al nacer, la patena placable enemigo y el mar insalvable.
la substrae de su diaria taciturnidad. PeNuevamente el fugitivo sintió el garfio rescatada por el viejo guerrero, y en la ro es un momento apenas, igual que el costa, sólo visitada por las aves maridel miedo, pero nuevamente, también, reventar de una pompa de jabón. Lue fué un instante nada más. En su angus nas, ambula el eco de aquel grito con go, vuelve a caer en su retraída pasitiosa situación echó una mirada a su alque retó al mar el más valiente y heroico de los hombres.
rededor, como interrogando a las cosas, Cararé, intrigado, la dice: y, de pronto, rápido corrió al bosque y, Yara había concluido. El acento de. Yara conoce, acaso, esa canción?
con desesperado esfuerzo, arrastró grue su voz vibró dulce y claro; los circuns. Yara, señor contesta entre cortas so tronco hasta verlo flotar sobre las olas tantes enmudecieron sorbiendo lentapausas no conoce más que la dulce can vidad. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica