328 REPERTORIO AMERICANO Un nuevo Chopin e. Lo que El siglo xix, ufano de su cienmayoría, inició la tarea de resti, cia, de la superioridad de sus cotución. que ha sido llevada a canocimientos, de la infalibilidad de De El Sol. Madrid bo materialmente por la Oxford sus hombres; respetuoso consigo University Press. Muchas veces mismo y con sus propias lumhemos hablado de las ediciones de breras, insensible al ridículo música antigua aparecidas en esimpermeable a la pedantería, fué ta edición, cuyos métodos deben el siglo de las revisiones. Comservir de norma en otros países, prendía mal que las cosas de sientre ellos, muy perentoriamente, glog anteriores pudieran sertacl nuestro. Ocupados tanto en la les como se presentaban a sus vieja música como en la ultramoojos, y con un gesto magnánimo derna, esos editores apenas habían decidió revisarlas. adoptándohecho alguna incursión por el camlas al sentido común ambulante.
po romántico, porque lógicamenCasi toda la Historia, casi todos te parece que es el que menos Jos textos, casi todas las ediciopudo haber sufrido los rigores nes de los antiguos, fueron transdel romántico amor hacia la cienformados, uniformados al gusto e cia académica.
ideas de los sabios académiPero existía el caso Chopin.
COS y eruditos profundos del Un Chopin al uso de todos los siglo xix.
era típico delfines y delfinas de Conservade cada momento, lo local, torio a comedor y de sala de visiloy rasgos originales, lo per tas a salón de conciertos, desculiar a la personalidad, desapagraciadamente maltrecho. ahorecia en las revisiones ochora surge de su sepulcro un nuecentistas para ser sometido a suvo Chopin con la edición de sus periores normas científicas, OLobras completas, que bajo la digullo del siglo xix. Se ha COrección de Edouard Ganche publimentado mucho entre los música la Oxford University Press.
cos con la corrección que FéEl milagro ha sido posible gra tis hizo a algunos cuartetos de cias al descubrimiento de un ediMozart y en las sinfonias de ción original que poseía en IrBeethoven. El mismo Fétis, con landa una discípula de Chopin, Moscheles, admitió cierta obra de iniss Jane Sterling, edición que Chopin en sus métodos didáctiera desconocida basta 1927. La cos previa una desinfección de importancia del descubrimiento rasgos típicamente peculiares a su no consiste sólo en ese hecho magenio. La escuela de Leipzig esterial, sino en que los siete volútimó que Bach no sabía escribir Federico Chopin menes de que consta están correfugas y estableció normas nuegidos por el propio Chopin para vas, que culminaron en la fugue uso de su discípula, introduciendo école del Conservatorio do desde sus comienzos empalagado fresco y encantador de su difevariantes, anotaciones llenas de París. Los grandes pianistas y por tanta uniformidad de crite rencia con lo habitual. Así, el siinterés, rectificaciones.
superpianistas decidieron que los rio y tan insistente tufillo a cien glo xix, que fué el siglo de las Cotejada esta edición por músicos instrumentales del siglo cia oficial. Curioso y atrevido, revisiones. ha sido sustituido Ganche con los originales, ha daanterior. y anteriores ignoracomenzó a husmear en viejos ori por el xx, que es el siglo de las do resultados sorprendentes. Cho. ban su arte. Con un fervor pia ginales, encontrando con que su restituciones.
pin, fiado de algunos amigos que doso metieron mano en las edideseo de libertad y de originali La manja regulatriz de aquelo reprochaban por sus faltas ciones originales y presentaron a dad, concordaba mejor con los llos hombres se ejercía incluso escolásticas, les dejó corregir las unos clavecinistas a su hechura criterios que el siglo xix conside sobre sus propios contemporáneos primeras pruebas, cambiar acory semejanza, y en quienes técnides, modificar el orden de cierca instrumental, escritura, armoraba arcaicos, primitivos, imper apenas éstos desbordaban de los tos trozos y, cosa importante enfectos, débiles. Se paró un mo imites de lo que la ciencia y el nías, quedaban modificadas searte oficiales permitían. El caso tre todas, repetir textualmente gún el alto patrón impuesto por mento a considerar que quizá los de Mussorgsky, por secciones que él quería variar en ejemplo.
puntos de vista de esos hombres el siglo. Las trascripciones de El de Mendelssohn, que acusaba forma, en sentido, en expresión los viejos músicos que escribían de ciencia no eran exclusivos de recibo de la partitura de Tanny color en las reprises. Hay para varias voces fueron refortodos los hombres y de todas, las en ejemplos notables, como el Hauser con quintas, octavas y madas de cabo a rabo, y las arépocas, y que lo bueno del siglo todo. El de Fétis. El de los edi Estudio en fa menor. la Valse monías del siglo xy aparecen xix podría haber parecido malo en do sostenido menor (op. 64, Comenzó en el xvii, y al revés.
tores de Chopin, y tras de ellos, transformadas en admirables ejerel cortejo infinito en número y N2. la Balada en sol menor.
de cicios de Conservatorio. Erudi. a pensarse que han debido en necedad de los revisadores Los revisores añadieron signos de tos en otro terreno distinto del existir muchas maneras de pende esa música tan libre, tan pere interpretación, de movimiento, de musical adquirieron algunas lec ar, y que lo procedente era ha.
cer un intento para pensar y sengrina, tan rica de no conformis matiz, ligados, doigtés. absolu.
ciones sumarias con maestrillos tamente arbitrarios. Log pommo. tan exenta de todo olorcillo o maestrazos y se dispusieron a tir de otro modo, para hacerse oficial.
poso y soave aparecen y se trascribir músicos del siglo otra cabeza y otra sensibilidad, Desde hace mucho tiempo, los multiplican por las páginas, surxil o del xiii o del xiy o del xy.
La tarea era en extreestudiosos de Chopin, los verda.
cadas de ligaduras y reguladores Troveros y trovadores apareciemo difícil.
Se necesitaban imaderos amantes de su música, susaumentados o disminuídos a plaron tocando lindas serenatas y ginación y ciencia, y sobre todo, piraban por una edición limpia cer; los puntos sobre las notas se barcarolas al estilo de la música caer en los mismos errores de retoques, aditamentos y posprodigan o se enrarecen; lo que favorita a la niña de la que se combatían.
Un primer casa.
tizos; pero las ediciones originaera picado se liga, y viceversa; Alfonso el Sabio se remangaba procedimiento sería el de la tales no se encontraban ya ni aun Jos acordes engordan o enflaquebla rasa. Limpiarse el alma y la las haldas de armiño y se bailaba en bibliotecas privadas. El exacen; las blancas ennegrecen una habanera o un chotis. En cabeza de telarañas cientifistag a men de los manuscritos suscitaba las negras se blanquean; las semiJas postrimerías del siglo, Rims. lo siglo xix y procurar un exasingulares conflictos al ser cotecorcheas se corchifican, y las corky Korsakof, fraternal y piadoso men directo de los textos restituí jados estos con las ediciones imcheas se sienten aligeradas con desde luego, pero tan siglo xix dos su virginal estado. De un el nacimiento de nuevos ganchos.
presas. Había un problema Chosimple sistema ha nacido inficomo sus rivales de la otra oripin, como hasta hace poco un proSe inventan signos de expresión, se lla, reviso las composiciones de nidad de cosas nuevas que hoy blema respecto a la música de y las simples indicaciones gorprenden al mundo.
Mussorgsky, demasiado poco con.
Fué como clave y a la de la música polifonitruecan en superlativos o en diminutivos ridiculos, etc. etc.
servatoriales para ser respetael cuadro al que se le lavan los ca profana, y aun un problema Cuando se es revisor dice das.
retoques indiscretos y Scarlatti.
aparece Ganche, hay que demostra: El siglo xx, más amigo de la Un grupo de músicos de alta con la soberbia maestría de su verdad que de Platón, se sintió primer estado. con el atractivo ciencia y conciencia, ingleses en gu (Sigue en la página 334 ¿Cómo?
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