AnarchismCommunism

REPERTORIO AMERICANO isi Recordando a los niños de hoy y creía de buena fe, tud. He aquí algunos párrafos de sus que la salvación de la sociedad está en cartas: la escuela. Decía que aun cuando la es Mi proyecto campesino marcha lencuela es un instrumento del capitalis tamente. La crisis tremenda que nos ha mo, éste no puede impedir que las le invadido, ha destruído mis cálculos. Estras que la escuela enseña, sirvan de to sin embargo, yo continúo manteniencanal a las nuevas ideas.
Aquí en Costa Rica se entusiasmo, frecuentando nuestra Escuela Maternal, le interesó mucho lo que puede hacer la educación pre escolar, creía con las per don Arturo Urién sonas amigas suyas que trabajábamos en Envio del autor ello, que es de primordial importancia, poner mucha alegría en las bases de la Entre los recuerdos que ya no morirán en vida humana para que haya fuerza en mi está el de este anciano pleno de juvenla lucha futura.
tud mental que falleció el mes pasado en Hay que defender a los niños se deBuenos Aires. Lo conocí cualquier día, en cia con absoluta convicción. enton la Escuela Maternal, de San José. Era, en ces, en vez de dar banquetes a los di cse momento, un anciano de cabellos blancos plomáticos y personajes oficiales, emque acariciaba la cara triste de un chiqui110. Cuando me informaron de su posición pleaba el dinero que ganaba en calzar la de Cónsul de la Argentina en Costa Ripatillas descalzas para librarlas del anca mi aprensión por esa casta de ujieres quilostoma, en alimentar niños hamEmpalagosos e hipócritas me dió un alerta.
brientos y en ayudar a las pobres ma Su gesto, al acariciar con infinita ternura la dres que no tenían con qué pagar la cara maltratada por la miseria de aquel nicasa.
ño, lo interpreté como una de esas pantomimas usuales entre las gentes del casaquin En una ocasión fuí a solicitar del Pregaloneado.
sidente de la República, que en ese tiemLe trate después, Muy poco, casi accidenpo era don Cleto González Víquez, se talmente. Los imperativos de mi vida de interesara en la construcción de un edi. revolucionario me obligaron a alejarme de ficio adecuado para la Escuela Mater Costa Rica por esos mismos días. Mas, las nal y le conté lo que por los niños pocas veces que conversé con don Arturo costarricenses desvalidos, hacía este cónvastaron para que la aprensión del primer sul que nos había mandado la Argentidia se me hiciera añicos. Aquel diplomático na. El único comentario al respecto que no era de la misma estirpe palaciega y despreciable de los otros. Aquel anciano no tese le ocurrió al Presidente de la Repú nía tampoco esa bondad negativa de los que blica fué el siguiente: ya no pueden ser pícaros porque su fisiología. quel que dicen que es chiflado. en bancarrota se los impide, sino que esta S1 le contesté dicen que es chiba en posesión de esa otra bondad juvenil flado porque ahora llaman chiflado al y agresiva que se resuelve en descontento con las formas de vida existentes y en anhombre honrado al un sias de vida nueva.
egoísmo diferente al de las gallinas con Después, nos escribimos en muchas ocapollos, que no cubren con sus alas si siones. Me enviaba folletos, libros, literatuno a las criaturillas que han salido de ra revolucionarios. Sus cartas estaban todas los huevos empollados a su calor.
impregnadas de una enérgica fe porveniristą.
Pero don Cleto no hizo caso de mis Ante el espectáculo de la organización capitalista en franca decadencia, no adoptaba palabras. En general al Presidente de la actitud spengleriana de vincular a ella el cualquier república de éstas, no le intefin mismo del proceso cultural humano. Enresa mucho la salud de los niños del focando el problema certeramente, sólo veía país que gobierna. Luego pensé tam inminente el derrumbe de un determinado bién, que en los círculos diplomáticos y tipo de cultura, forjado sobre la espalda dooficiales, no puede tener valor alguno liente de millones de explotados, para abrirun cónsul que no da banquetes ni asisle paso a una forma superada, y con amplia base numana, de cultura nueva. Era sociate con plumas en el sombrero y cruces lista, dándole a este concepto su pristino senen el pecho a las recepciones, y que se tido y no la desnaturalizada interpretación interesa porque los chiquillos del país contemporánea al uso entre los MacDonald en donde sirve no tengan anquilostomas. y los Vandelyerde.
En su interpretación de los fenómenos sociales acaso no era ſiel a principios ortodoxos. su país regresó hace dos años don En su ideario, las concepciones socialistas Arturo Urién.
científicas se mezclaban con reminiscencias Apenas llegó, en vez de pensar en anarquistas y con acentuadas influencias del rodear de comodidades sus últimos años, utopismo saintsimoniano. Asignaba una vircompró con sus ahorros una chacrita tualidad exagerada al poder transformador de la escuela. Creia, con el mismo impulso, para establecer en ella una escuela al generoso y desorientado con que Roberto aire libre. Seguía el viejo con su chi Owen se dió a organizar colonias comunis fladura, con su fe en la educación. En tas en Florida, que aun dentro del régimen la escuelita de Máximo Paz, como llavigente, los niños educados en escuelas de mó él la chacra, recogería cuanto pibe nuevo tipo podían llegar a realizar el tipo de desvalido se le presentara, y lo ayuhombre nuevo. La muerte le llegó precisadaría.
mente cuando estaba levantando una escuelita de esa indole en una chacra de los alSus cartas llegaban siempre llenas de rededores de Buenos Aires. Este proyecto, fe en su obra a pesar de los fracasos. como todos los suyos, tenía una dosis gran. Estoy pensando en la boca que sonrie de de ese romanticismo anhelante, y un poco desilusionada por unos ensayos de didesorbitado, que caracteriza a los grandes letanti que llevó a cabo en su juven(Pasa a la página 185)
do el propósito y trabajando para ver si a la larga venzo. Si bien el dinero me falta, tengo a mi favor la ausencia de deudas, y trabajando la tierra e ingeniándome por otros medios voy a tantear de desfacer el entuerto. Adelante con los faroles. bien, ahora estoy en tren de resolver en forma más práctica, según me parece, el magno problema (se refiere a su escuelita al aire libre. Esta noche espero a un amigo que está interesado en el asunto, y actualmente ocupa un cargo de inspector de arte de las escuelas secundarias Falcini, a quien Amighetti, que supongo ya en Costa Rica, conoce por haberlo presentado yo cuando estuvo aquí y con el que espero poder darle una solución más acertada a todo esto. Además para diciembre tendré listo a Samuel que aun está sirviendo a la patria y todos nos trasladaremos allá a capear el temporal. Pero aquí me asalta una idea que me hace sonreir. todos los de esta nueva empresa, llegaremos a uniformarnos en el propósito. Qué difícil y dura es la vida, eh? Bueno, no importa, adelante, viejilla, con los faroles. No estamos en este mundo para pasar mirándonos el.
ombligo como Ud. bien dice, y en consecuencia, hemos de apechugar con la vida tal cual se nos presenta, sin asco y sin melindres. Vengo de confirmar el primer derrumbe triunfal de mi proyectada colonia educativa que he denominado El Cortijo en Máximo. Paz. espero que a éste, puede seguir algún otro derrumbe, lo que no dudo ha de producirme igual contento que el que me proporcionó el actual y que me ha de ofrecer un mayor acopio de fuerzas para poder seguir adelante con más bríos y mayor resolución. La pareja que llevé no ha podido ni sabido comprender la belleza de la realidad que me esforcé en inculcarles, mejor dicho, demostrarles práctica y teóricamente. No he podido vencer con los mejores razonamientos esa dura corteza y todos mis esfuerzos los veía estrellarse ante la codicia, la incredulidad y las manifestaciones bien marcadas del ambiente irrespirable de este medio. En fin de cuentas, es el resultado lógico que debía tener este primer paso cn el momento y en el lugar elegidos. No he sido sorprendido pues.
Esta aparente derrota, no es sino una justificación para el propósito. Si esta deformación de la vida no existiera, viviríamos más felices y en ese caso no. habría sido necesario el esfuerzo y el ensayo. De modo que me consuela el saber que no estaba errado en mis juicios, y que la obra se impone y en consecuencia, el esfuerzo ha de redoblarse con serenidad y energía. Quién diría que estas líneas son escritas por un hombre de setenta años. En dónde la desilusión y amargura que hay en las lamentaciones de los que le han dado la carne al diablo y los huesos a Dios? Las cartas de este viejo (Pasa a la página 185)
que tiene Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica