206 REPERTORIO AMERICANO Vicente Blasco Ibáñez Envio del autor. San José, narse na.
En los diarios de estos días no se ha guerra, haciendo vibrar al propio tiemcomentado el homenaje tributado en Espo los viriles sentimientos, el patriótico paña a la memoria del insigne novelisentusiasmo de una Marsellesa entonada ta con motivo de haberse cumplido lo a grandes voces, que sólo puede disculque de seguro fué su último designio, par y ocultar a medias en un impulso que sus cenizas fueran trasladadas y se irresistible de vencer al enemigo, el pultadas en la tierra que lo vió nacer.
oprobioso crimen colectivo de estos años Estas ceremonias póstumas que son exterribles para la humanidad civilizada.
cepcionales cuando se asocia todo un Si se han leído los tomos del novelispueblo, tienen un significado de justita en que describe su vuelta alrededor cia o de reparación, es una noble lecdel mundo, no puede menos que adivrción para los jóvenes cuando se trata ese don especialísimo de saber de un héroe o de un esforzado trabacontar, de amenizar el relato de darle jador intelectual. Puede decirse que la variedad y color a la prosa en tal forma verdadera gloria, que es la concedida por que nos parece escuchar al viajero, y la posteridad, empezó para Zolá el día que éste fuera el árabe que escribió en que se abrieron para sus restos mor Las Mil y Una Noches. Porque el tales las puertas de bronce del Panteón Viaje no encierra. grandes lecciones, ni de los grandes hombres y que para Blasacredita ciencia ni pasmosa erudición en Blasco Ibáñez co Ibáñez la nueva actualidad de su el autor, pero resulta como todo lo suº nombre se inició en la pasada semana Visto por Arleches (1919)
yo muy ameno y cuando se ha terminaen que su cuerpo, inanimado llegó en do se lamenta que tan presto termina el barco expreso a las playas que dora taño, los hombres del siglo xviii que ra la jira y en tan grata compañía.
el ardiente sol valenciano.
sobrevivieron al cataclismo histórico de :Una de sus observaciones se quedó Son de seguro conocidas las etapas la Revolución.
impresa en mi memoria: la de que en seguidas en su derrotero por este fe La Argentina y sus grandezas no es la India, como espejo del mundo, son las cundo escritor. Al principio en cortos una novela, pero tiene codos sus atrac. religiones, el odioso dogmatismo, el chorelatos y en algunas de sus primeras tivos. Parece que fué un libro escrito que de ideas acerca del más allá, lo que novelas, describía la vida y costumbres por encargo y ya se sabe lo deficiente ha engendrado más luchas y ha causa.
de su ciudad. Inolvidables son los cua que suele ser la inspiración en las pádo más derramamiento de sangre y ma. dros de la huerta por su pintoresco ginas pedidas para un álbum, permítase yor. discordia en la familia huma. realismo y el color encendido de esa el ejemplo, pero con todo, cuando tuve Cristianos en sus varias iglesias, región mediterránea en que el verde de ocasión de leer ese voluminoso tomo en Mahometanos, Budistas, diversas sectas los árboles parece de esmeraldas y el su edición de lujo, se arraigó en mí un de la antigua religión del país, se diviazul del mar copiado del zafiro y hasta deseo, una ilusion, que aliento todavía, den como en feudos a los territorios y el listón de los caminos es digno de fi de recorrer. la prodigiosa tierra de los a los creyentes; la idolatría en todas gurar en los cuadros de Sorolla. Las gauchos, que nos ha dado el milagro del sus formas, la intolerancia hija de la papáginas de Entre Naranjos guardan Sur y llamo así al estupendo ejemplo de sión, el caos que se apodera de los espífresco atractivo para las imaginaciones progreso de aluvión humano, por la in ritus que pretenden a su modo poseer y fueron para mí, como la tarjeta de migración y mezcla en tierras y pampas en forma exclusiva, el reino de la verº visita de que se hubiera servido el no fecundas de contingentes de todos las dad.
velista para cautivar mi admiración. razas que se amalgaman y empiezan a En jerusalén, en el Santuario consaPasó después, ensanchando sus inves formar al hombre argentino, que no es grado a la guarda del Sepulcro del Retigaciones de Valencia a España, y en inferior al yanqui y que algún día pue dentor, la rivalidad priva entre los monº esa época, sus novelas analizan los pro de superarlo en los atributos del espíritu jes encargados de servir al templo del blemas religiosos. La Catedral. las sin dejar de poseer su asombrosa acti Dios que predicó fraternidad y dió su intrigas políticas, las cuestiones sociales vidad y su facultad de adaptación a to vida para aleccionarnos en la manseque afectan a la Península, en parecido dos los trabajos de quien codicia las dumbre y el perdón. por mi imaginamétodo, si no en la forma, en cuanto al riquezas materiales.
ción pasaban las hogueras de Toledo fondo, de los cuadros que con mano Con Los Cuatro Jinetes del Apoca en que se achicharraban moros y judíos, magistral nos han dejado Pérez Galdós, lipsis. Blasco Ibáñez, que había llega: y las prédicas que se llevó el viento de Valera, la Pardo Bazán, para citar sólo do a la plena madurez de su talento, Fray Bartolomé de Las Casas y los hoa ilustres desaparecidos y consagrados alcanzó una etapa a la que sólo unos rrores que se originaron por el cisma del en las letras.
pocos privilegiados pueden aspirar: la catolicismo y las guerras de la Reforma.
Vinieron los viajes que para un hom de ser un novelista mundial, de cotizar En los últimos volúmenes que aparebre de esta talle eran indispensables y su nombre anunciado por las trompetas cieron con la prestigiada firma de Blas entonces fué Hispano América el tema en las grandes metrópolis del co Ibáñez después de su éxito definitifavorito de sus disertaciones al encon mundo; la de ver traducidas sus fanta vo El Papa del Mar. En busca del trar, digamos, la veta áurea de nuestros sías todas las lenguas, la de contem Gran Kan. los pies de Venus. paisajes para escenario de sus libros, plar sus ediciones lanzadas por millares cultivó el género de la novela históridespertándose en él facultades, de iroy agotarse, como si el público tuviera ca; ur episodio central docomentado en nía que posee todo espíritu de buen es fiebre de leer sus páginas y deleitarse un personaje, como el Papa Alejandro pañol, al renovarse observaciones con las invenciones pintorescas de su in VI o su hijo César. Borgia. que persofrente a las peculiares costumbres de genio.
nifican un período o las proezas de la estas tierras descubiertas por sus ante El dantesco espectáculo de la guerra raza hispánica en el descubrimiento y la cesores.
europea a pesar de que ha tentado a va conquista de América; que son temas Quiero recordar como ejemplo de es rios renombrados escritores, no tuvo en favoritos suyos, le sirven de marco o de ta serie Los Argonautas. curiosa no los antros infernales de las trincheras, fondo a los cuadros, a la manera de vela que tiene por marco un trasatlán observador más atinado que Blasco Ibá. Walter Scott, del inimitable Dumas tico en viaje entre Europa y América ñez porque sus cuadros de conjunto, su. padre, para que a su alrededor fluya su en la época que precedió a la guerra periores a los prolijos detalles de El prosa cálida cada vez más pintoresca, mundial, que hoy parece tan remota com Fuego del autor francés, lograron dar más atractiva, más elocuente. Esta clase mo debieron juzgar los tiempos de an la sensación del horror de la verdadera (Pasa a la página 300)
de oro sus Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica