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2:30 REPERTORIO AMERICANO Versos de Graciany Miranda Archilla. Envio de Julia Murchan. San Juan de Puerto Rico SON DE LA COLUMNA Kememorando, la vida se hace larga, larga, como el hambre del sol.
Sobre las manos buenas y malas, una I, una u, una n, una a. luna)
huevo de la fortuna.
desnuda; pensativamente desnuda.
Como una tinaja de vino, como la mañana en los puentes, como los pies del camino, como los animales que rumian silencio, desnuda, pensativamente desnuda. rilgil, con la fragilidad de un velo adornado con buenos dias, Suizonado con corazón. un velo para cazar antojos de jubilo.
Desnuda en mis brazos desnudos, como un trago de ron y de música.
MIA CIOARRAS Para que nos alumbre, la tarde pone un huevo en el espacio.
Nos lavamos las manos a la luz de la luna.
Con lejucos de miet amarramos las horas, de tal modo que lloran du quietud las cigarras.
Nos asalta el recuerdo de las canitas de vibrantes delantales, charlando por los codos del viento.
Mi Senor don Juan once de León, en cada arruga tiembla de amor una montana, Mi Señor don Juan Ponce de Leon, petrificado como el fondo del mar, Mi scior don Juan Ponce de eln, desterrado al silencio, maniatado en la noche, redoblado hasta el carmen de los mundos despiertos, Robernador del cuento de llorida, padre de las espadas, ini Senor don Juan Ponce de Leon.
Una música negra te corre por las venas y de la plateria de las lunas del tiempo ic descienden sortijas miliunanochescas, Nunca remaste en oro scco; siempre tus remos se lintaron en amor líquido, mi Senor don Juan Ponce de León, porque las victorias silbaban a tu paso, las cordilleras aprendieron tu nombre.
Aún tus pasos tropan por las estrellas y tomas posesión de las estrellas en el bendito nombre de Abucla España.
Mi Schor don Juan Ponce de Lcon, ning te han encarcelado dentro de una columna.
No aclaras las pupilas a los caminos ciegos.
Tu palidez vocca que el sonar te la dorado los huesos y que ya estils uncido para siempre a la noche, mi Señor Jon Juan once de León, y que ya se han blanqueado tus cabellos pregona el silbo de la aurora, sin que bebicses agua joven.
Se me untoja que sufres anclado en una columna los rigores del frio y que ni uno solo de tus leoncs te espanta la pena con el más celestial de sus rugidos.
Mi Senor don Juan Ponce de con, y que nadic sc tiende la mano de un amor nuevo, como si las muchachas se hubiesen vuelto locas por los boxcadores que no saben decir dos palabras bonitas, El ruido de las bocinas, mi Senor don Juan once de Lcon, lo único que se pega al asſalto; se han celebrado exequias al heroismo, sc han escrito epitafios a la vergüenza.
Si por csgracia removiesos el polvo con tu espada y de esa columa salieses como chorro de agua, no encontrarlas un solo caballero de pelo en pecho.
Mi Senor don Juan once de León, en alarde de plata te incrustarlas de nuevo en la columna, frlo de tristeza, como los ojos de los bueyes.
Mi Sehor don Juan once de Leon, y ahora durmiete nuevamente sobre las estrellas, y sucha que conquistas nuevamente a llorida, Mientras canto a través del ocio, te proclamo inla, mia, mia, mia, con lo mío en todo, mila, mia, mia. Tremolo tu nombre como una bandera de liesos, a Dios parecida.
En todo te beso, mila, mla, mia, y en todo me parlas de amores, mla, mia, mla.
Mi voz se diluye en ralces y en nidos y en ramos, y en frutos, y en pájaros, conio los arbustos que siembran los Poetas. el eco de bronce y de oro y de plata repite en el eco del rio: mia, mli, mia, con lo mlo en todo, mila, mla, mla.
Te proclamo reina de los cucubanos, para que en las palmas de mis manos me leas historietas como los gitanos, Mla, mila, mía, subete a las palmas de mis manos.
El traje hace al caballero y lo caracteriza y LA COLOMBIANA ANIMA VESTA DR Fco. GOMEZIZ.
Ambos, como locos, chorreando silencio, pisamos el alma de la tarde aquella, que ya se Jormla, tendiendo su sueño sobre el verde armario de aquella vereda.
Junto a nuestros ojos cayó la noche y aun a nuestras plantas vi la tarde aquella cual si ſucse un largo responso de carne; y cuando eran cuentos chinos sus ojeras, entro aquél, mi beso, como tren de risa, por el tinel rosa de su boca abierta. hoy la veo, la siento; si ser: la misma mujer, me pregunto, de la tarde aquella?
Ha pecado tanto con el pensamiento.
Bagdad esta rota sobre sus ojeras. La ves, alma mia? También es un cuento; tiene personajes en sus manos bellas y al verla tan santa dentro del pecado quisiera pegarle. con una azucena.
SIESTA AMOR Nunca sent el camino tar, blando ni me hablo tan serena la charca, Dios se hin roto al mirarme lo mismo que un frasco de amor.
Nunca amd tan a tientas y a locas, con ojos vendados de verde: Qud dulzor en los dedos rosados!
isi parecen abejas de soll Nunca senti el camino tan blando ni me habls tan sereno mi Dios que ahora, que verde me siento y me chupo los dedos de amor.
Yo soy como una cana mordida por tus dientes, una cana de azúcar suspirosa de amor: tú me muerdes y endulza mi fatiga todo el ingel de sucilos que hay en mi corazón.
Me aprietas: soy de agua para tu boca fresca, repleta de canción; ese horno de milagro nie chupa los recuerdos y me tine de flor.
Yo soy como una caila que termina en un beso, una cara celeste tras la mano de Dios; cuantas veces me muerdes, me deshago en ternura, y al compils de tus pasos la primavera soy.
Yo soy como una cana que apenas sabr: cuindo morder:s su postero caduto de ilusion: solo sé que soy canta, que me pierdo en tus labios y te dejo en el alma mi profundo licor. Tú no ves que llorezco, que mis claras raices se entierran en tu carne como dardos de amor y mis verdes plumones te ubanican?
Is que soy una cana de perpetuo dulzor.
Yo soy como una cana mordida por tus dientes; desbordante de jugo, borracha de canción, me imagino que pronto me ha de nacer un hijo de la carne que tiembla como un rayo de sol.
Abril 29 de 195.
DESNUDA Afuera el cinturon 100: desnuda, ampliamente desnuda como el rio sudoroso; como los puertos de piratas, desnuda; como mi corazon marinero, desnuda; como el xurco fracturado de gracia, desnuda; como el arado que marcha en puntillas sembrando caminos, le hace el fraje en abonos semanales, mensuales o al contado. Cuenta con un surtido completo en casimires y operarios competentes para la confección de sus trajes.
Teléfono 3283 Frente «Al Siglo Nuevos Contiguo a la Iglesia del Carmen Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica