REPERTORIO AMERICANU 179 Quiere Ud. buena Cerveza. Tome Selecta a supuesto menos inconvenientes, dado que ha ingresado en la categoria de redomón y va perdiendo poco a poco su temor al hombre, que es al fin de cuentas la razón de todas sus resistencias. En esas primeras salidaso galopes. principio real de la educación del alumno, se le enseña con más o menos dedicació a las llamadas de las riendas y el aire del galope. Todavía lo monta su amansador con precauciones, como la mancornada del travesario del bozal o del penacho de su tuso, y es asimismo durante este período que se le enseña cabr ear y se le quitan No hay nada más agradable las cosquillas con manoseos o una manta que ni más delicioso.
se le Lace resbalar por las partes más sensibles de su cuerpo. Séptima: Así, de redomón corriente puede durar dos meses, en Es un producto Traube cuyo transcurso se le emplea en las recorridas del campo, inicia en el rodeo y aun en las maniobras del lazo. Octava: Se le ha colocado recién el freno (9. y una vez que el redomón ha agarrado bien el fierro. es y aun comprobada. Pertenecen por lo gene ası y con sus chuzas cruzadas a la altura decir, que no lo extraña en la boca, queda ral a cuatreros o gente de avería, y siempre de los garrones del flete.
convertido en lo que nuestra vernacula deno verifican el salto hallándose desmontados y He oido decir que hubo quienes se cubrían mina caballo. y esto, al menos para el con un poncho o cojinillo colocados previa en parecida forma, valiéndose de un poncho hombre de campo, porque lo que es en lo mente sobre el cercado, para indicarlo mejor. grueso, pero siempre me pareció éste un que respecta al maturrango. es más que En ia provincia de Buenos Aires perdura harto débil escudo para tan temible arma probable que en la primera mañana fría me aún la costumbre de hacer pasar sobre el arrojadiza.
lo deslome de un porrazo.
vacuno muerto, y a tiempo de comenzarse a Con todo, era de vital importancia en la Como se ve, no puede ser más sumario y carnearlo, el caballo de su enlazador. Esto, antigua vida de nuestras campañas, que un brutal este sistema de doma. Escasamente se a pura decisión. y nazarenas, lo mismo que caballo no interrumpiese su galope al sentiraplica la astucia humana, y en cuanto a la los saltos de fogones o lienzos de corral, di se boleado y a ello tendía el mencionado dulzura y la paciencia. para qué habiendo versión que suele entregarse alguna vez el adiestramiento que se efectuaba, primero: tantos caballos y siendo tan bien visto en paisanaje ebrio, o simplemente deseoso de atándolo con una guasca larga una mano con todas partes, el cristiano corajudo para el lucir el pingo (10. otra para ir paulatinamente acortándose a basto? De aquí que, como obligada conseLos saltos en Jargo, por causas fáciles de medida que el animal se desempeñaba en la cuencia y por regla general, los mejores doimaginar, son menos raros en la equitación carrera y mudar juego dicha traba a las pamadores adiestradores resulten los hombres pampeana, y don Juan Manuel de Rosas mis.
tas, cuando se le consideraba ya suficiente miedosos o simplemente más comprensimo, lo prescribía como parte del trajín dia.
mente capacitado para ello, vos, qui trabajan con prolijidad al animal en rio de los caballos de su silla, cuando dice En lo referente a otras pruebas. como cl palenque, de abajo. como se dice, hasta en sus instrucciones para la administración las que tan justa fama han dado al cowboy lograr una mansedumbre que más tarde suede estancias, escritas en 1825. Hecho esy al cosaco, verbigracia: el cabalgar de pie len háhilmente completar, cabalgando el poto, ensilla con el peso que iguale al mío pro.
sobre la silla, el recoger objetos del suelo, etc. tro atado corto a la asidera del montado curará que en esta operación no se canse ni nuestros jinetes de los llanos las ignoran, ya se fatigue el caballo. En seguida lo nará sal.
de su ayudante. De este modo, retenido su que los hechos de pararse en el caballo intar la zanja y después lo hará dar vueltas cuello, que es su base de acción, aquél ig. al derredor del palo.
móvil para observar a dista cia o alzar las norará por siempre, el poder de sus corcoboleadoras con el cabo del rebenque, induY a propósito de correr maneado. Constivos y, hecho paulatinamente al trato del tuia este ejercicio parte integrante de la edudablemente favorecido por la altura de las hombrc, se entrega con rapidez, salvo infalcación de todo caballo de estima en aquellos pajas, no pueden en ningún modo parangotables casos en que se impone el rigor de la tiempos narse con lo que hacen aquéllos. no es lonja y la rodaja, aplicadas por alguien que Requerialo asi, el tan frecuente empleo de agilidad ni vigor lo que les falta, Rosas, lo pueda mantenerse victoriosamente arriba.
las boleadoras, con las cuales el gaucho, el dice Hudson en El Ombu. página 100 de Con ser tan completo el dominio que ejerindio o el soidado, detenían a su enemigo en la versión castellana de Eduardo Hillman, ce nuestro campesino sobre su cabalgadura, fuga, trabando los remos posteriores de su podía, persiguiendo una potrada cimarrona, además del agudo espíritu deportivo que po cabaigadura.
arrojarse de su caballo y caer sobre el basee, no deja de llamar la atención lo poco Elvaron hábil en esas lides solía parar gual que eligiese, y los numerosos espectadado que es a los saltos y a las acrobacias el tiro de bolas con el extremo inferior de dores del concurso de doma celebrado en ecuestres. Si bien es verdad que más de una su lanza, al cual se enroscaban como vibo 1910 en los terrenos de la vieja Sportiva de vez, cuando lanzando a la carrera por cualras las sogas. una vez que el jinete en Palermo, recordarán cómo Lazarte, un crioquier circunstancia, si caballo se encuentra retirada a escape, extendía aquella por so llo dei Tandil, brinco desde su caballo a los ante algún pequeño obstáculo natural, tales bre el anca del montado rayando el suelo lomos del potro que apadrinaba el cual hacomo matas, troncos caídos, cuevas o zanjas, con el regatón. Entre pampas y montoneros bía volteado a su jinete y huía a través de no procura desviarlo y se los hace salvar con era común igualmente, que al ser batidos, la pista. para derribarlo a poco de un tamás o menos éxito, también es cierto que entraran a dispersarse por parejas, huyendo lerazo y salir corriendo frente al palco del esto lo consigue a base de mero arrojo, pues jurado, presidido por el general Roca.
nunca, puede decirse, recibió su animal apro(10) Conoci en el partido del Azul viejo paipiado adiestramiento. Suelen sí conocerse sePero, conviene repetirlo, todos los ejercisano que fuera estanciero en su juventud pero que cios relacionados, no provienen de una prác.
naladísimos casos de caballos saltarines de por haber dilapidado todos sus bienes, se encontraba tica hípica regular, sino que son iniciativas alambrados, que si no eluden limpiamente a la sazón de mensual en una estancia. Refirióindividuales, nacidas al calor de un instante.
uno de siete hilos, por lo menos desatando sene que una de las diversiones que aceleraron su ruina, consistia en adquirir en las pulperias largas La congénita indolencia del gaucho, con su dos o tres de éstos lo hacen con facilidad.
piezas de bramante (género muy en boga antaño voluntad de no emplearse en un esfuerzo flMás de una relación semejante tengo oída: para camisas y calzoncillos) para, una vez extendisico que exceda al estrictamente necesario, das a su plena longitud y a través del camino, hacerles pegar fuego por uno y otro extremos. En conspiraron siempre contra la espectaculari(9) Una difun. lida creencia gaucha supone que el llamas el bramante, nuestro gaucho y sus amigos, dad de su equitación. estos motivos poredomón enfrenado en época de luna llena, padecerá como poseidos de un frenesi, hacian saltar sus ca dríase sumar el del apero que utiliza, evide babosidades en la boca por el resto de sus dias, ballos sobre este de un lado al otro, hasta que se dentemente inapropiado por la ausencia de cosa sumamente incomoda para la ropa del jinete consumia por completo y llegaba el momento de y la plata de un apero.
comprar una nueva pieza.
arzones y escasa capacidad de estribos. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica