248 REPERTORIO AMERICANO Una profanación literaria De Lecturas Dominicales. Bogotá En una colección madrileña de obras famosas de la filosofía y la literatura universales, como los diálogos de Platón, el Zaratustra de Nietzsche, la Odisea y el Quijote aparece un volumen que contiene La religión al alcance de todos. por Rogelio Ibarreta, libro superficial de propaganda anticatólica, en cuyas páginas aprendieron incredulidad los que eran jóvenes hace treinta años, y Jesucristo es un mito de Jorge Brandes. De la segunda se dice versión castellana de Juan Esuaña. No habría sido muy desacatado que a la primera la hubiesen sometido al mismo procedimiento.
Es una profanación añadir a las lucubraciones de Ibarreta como para abultar el volumen una obra seria de pensador y artista de la palabra como el trabajo de Brandes. La religión al alcance de todos es una obra de polémica con pretensiones de jocosa, tan atrasada en la mayor parte de sus inferencias, tan Jorge Brandes ajena al rigor de los métodos científicos en uso que un estudiante de segunda enseñanza puede refutar en nuestros días tampoco de negación sistemática como cómodamente la mayor parte de sus teola otra. Es un trabajo de verdadera inrías sobre la vida, sobre el origen de los dole científica en el cual quiso resumir mundos y el significado de las religiones.
el pensador danés los últimos resultados En tiempos de Ibarreta tal vez era elede la investigación histórica acerca del gante burlarse de la Biblia. En nuestros héroe de los evangelios. Brandes no predías, ese libro, esa serie de poemas, altende ser un cristólogo, ni un especialisgunos de ellos de insuperable belleza, ta en materia de ciencia de las religiones.
han sido sometidos al más cuidadoso Tiene por estas ramas de la historia y de examen para fijar su origen, la época de la psicología comparada todo el respeto su creación, los varios autores que en que merecen. No era un especialista peella tomaron parte y aquilatar su valor ro conocía las lenguas clásicas y el hebreo. Podía leer la Biblia y los evangecomo expresión de un pueblo cuya riqueza de imaginación y capacidad emotiva lios en las lenguas en que fueron escritos. apenas han sido igualadas. Es forzarse y sus ensayos sobre el Cántico de los en probar la verdad de las ideas cosmoCánticos, verbigracia, merecen atención gónicas expuestas en esa bellísima eny estudio perseverante. Traducir su libro carnación de la inteligencia humana, es acerca de Jesús y de los evangelios para como destinar nuestras capacidades proaumentar las páginas de un volumen cobatorias a demostrar que Dante nunca mo el de Ibarreta es una profanación, bajó al infierno. La obra del polemista una deslealtad con la inteligencia.
español se complace en hallar errores Pero más aun. El libro de Brandes, su científicos y contradicciones en el anti pensamiento han sido deformados para guo y nuevo testamento con la sonrisa acomodarlos en lo posible al género esen los labios. La belleza de creaciones pecial cultivado por Ibarreta. Brandés tales como el libro de Ruth o el cántico. con acento) dicen los editores, acaba de los cánticos le deja indiferente. Su de desbaratar toda la mentira, base de inteligencia adolecía sin duda, como la la Iglesia, probando de modo diáfano e retina, de varios puntos ciegos.
indudable que Cristo no es sino un mito.
Los editores que han sacado nueva Desde la traducción del título los edimente a la luz esta obra, tal y como fué tores han viciado la intención del libro.
dada al público originariamente, están en El título verdadero de la obra es La lesu derecho. Acaso a ellos no les intere yenda acerca de Jesús. Sangn om sen los grandes adelantos que en medio Jesus. La palabra Sangn en danés siglo se han llevado a cabo en materia tiene el mismo origen que Saga y relade historia religiosa. Tal vez supongan ciones de dependencia con las palabras.
y no sin razón que hay todavía entre las que en alemán y en inglés expresan la gentes de habla española cerebros a idea de decir. Sagn significa tradiquienes ilustre o divierta la ciencia pue ción. cuento trasmitido de generación ril del señor Ibarreta. En lo que yerran en generación. y no puede tomarse contra todas las reglas de la proporción siempre como representación de hechos y del buen gusto es en poner la obra de meramente inventados o falsos. LeyenBrandes como suplemento tipográfico de da o tradición acerca de Jesús. como un volumen, cuya primera parte es La debe traducirse en castellano el título religión al alcance de todos. El trabajo de la obra de Brandes, no implide Brandes no es obra de polémica ni ca absolutamente la afirmación de que Cristo no haya existido. Si Brandes hubiera tenido en su ánimo crear esa impresión desde el título de su obra habría usado la palabra Myte que tiene en danés el mismo significado que mito en castellano y procede de la misma palabra griega.
En dos frases se compendia la intención del libro de Brandes. Primeramente, afirma el pensador danés, una inteligencia sagaz, con un conocimiento cabal del viejo testamento, puede crear la figura de Jesucristo. Lo cual no envuelve una negación de su existencia, como que los sabios cristianos han realizado esa coincidencia y descrito las figuras de Cristo contenidas en los libros antiguos. Ade.
más, dice Brandes, con el testimonio histórico únicamente, con los documentos que tenemos a nuestra disposición, analizados científicamente, no puede probarse que Cristo haya existido. Lo cual, para el creyente es de poca importancia, porque sus nociones a este respecto provienen de más lejos que el documento histórico: se fundan en la revelación.
Brandes compendia su argumentación en estas frases de Kierkegaard. Puede sacarse de la historia algún conocimiento acerca de Jesucristo? La respuesta es, no. Importa aclarar que el espíritu profundamente sincero de Kierkegaard no se complacía en punto de creencias en hilando paradojas. Su inteligencia atormentada y eternamente insatisfecha de pensador lógico y sincero, su sensibilidad de aparato científico en la apreciación de las ideas y los casos religiosos, su sagacidad de escritor, sus dotes de estilista insuperado entre los hombres de su raza y de su tiempo excluyen toda posibilidad de alarde o de estrépito callejero en la expresión de sus ideas. Tampoco fué Brandes un malabarista en el análisis del pensamiento contemporáneo.
Se puso al estudio de los problemas de su tiempo con la buena fe del pensador y la plácida disposición de quien investiga no para probar la verdad sino para descubrirla en cuanto ella exista, y en cuanto le sea posible captarla a la inteligencia humana.
Ni Brandes ni Kierkegaard niegan la existencia del personaje principal en la tragedia bellamente relatada por los evangelistas. En cambio el autor español, cuya conciencia de historiador es menos exigente que la de Brandes o la del loco de Copenhague, necesita afirmar la existencia de Cristo para usar de su vida ejemplar en las acometidas frenéticas contra la Iglesia.
Los editores no han hecho traducir el libro escandinavo de la lengua original en que fué escrito. Parece que lo han traducido directamente del francés. El caso no es de rara ocurrencia. Casa editorial de más campanillas traduce del alemán obras de Hoeffding, que es como traducir a Renán del portugués. El he(Pasa a la página 253. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica