Violence

308 REPERTORIO AMERICANO de lo que ha padecido, no sólo en el choque lógico con la raza blanca, sino des pués de su trágica convivencia con el mestizo, que lo niega o lo olvida, todo eso, señor director, no son en mí simples temas para artículos o clases de las cuales vivo, y mucho menos son la materia exótica que explota sin convicción el escritor habilidoso; todo eso es para mí un lote: sagrado, es decir, racial, que de bemos ir cumpliendo uno por uno los es critores sudamericanos. El indio forma sin remedio la mitad de la población del Continente nuestro: confesarlo en la paJabra cuando el rostro lo declara suficientemente, es un mínimum de consecuencia y de probidad, y, por el contrario, es ingenuo y se pasa muchas veces INDICE aspectos a la noble raza quechua aymará que forma la base de la población de su patria.
Fuí, pues, a ese hogar de un sudame ricano, a quien apenas si había visto una vez, por tener con él una larga conver sación respecto de su trabajo. Deseaba escuchar sus razones y preguntarle qué esperanza dejaba válida a su pueblo si declaraba inepta para la cultura en general a una masa que constituye el setenta por ciento de Bolivia.
Quería también manifestarle finamente que es un espectáculo lamentable el que da un sudamericano en una publicación de Estados Unidos, añadiendo materiales falsos de información al juicio, ya bastante maleado y bastante primario, que el norteamericano se ha hecho respecto del indio en general.
Me encontré con otros invitados y comprendí que la conversación no podía ser acaparada por el único asunto que allí me llevó. Efectivamente, la charla se abrió con otros temas, los más antipáticos que se pudieran escoger. El compatriota de la señorita Escoriaza y ella misma hablaron de escritores y educadores españoles de primera fila, algunos de ellos ligados a mí estrechamente por una de esas amistades de enjundia antigua quc resisten a la diferencia de ideas sociales o literarias, que resisten también a la desgracia de las criaturas, y no digamos a la marejada turbia del comentrio de la plaza o. de la plazuela. La señorita Teresa Escoriaza y su compa triota se dieron al deporte triste de he.
rirme en el sentimiento que tal vez sea el más absoluto entre los míos: el de la amistad, que obliga a todo en la ausencia de los amigos, incluso a la violencia para guardarles la honra.
Seguramente fué entonces cuando: yo hablé de la crueldad española latino americana, comentando la enemistad ce.
rrada, el odio ciego de mis camaradas de mesa respecto de personalidades españolas,. y de las luchas civiles de la América del Sur. Podría recordar a la señorita Escoriaza que en esta parte de la conversación, su compatriota tuvo el mal gusto de buscar un libro suyo, escrito acerca de uno de nuestros países, cuyo nombre prefiero no dar, evitando así emponzoñar más esta disputa. Dicho señor me hizo leer en su libro un acápite que contenía ana apreciación cruel sobre toda crueldad respecto de nuestro indio, y que yo leí con una emoción de que ellos pudieron darse cuenta y que debieron respetar. Podría recordar también a la señorita Escoriaza la frase sin calificativo con que su compatriota respondió un momento después a mi alabanza del con quistador español por haber aceptado la unión con la mujer india, de la cual vienen nuestros pueblos y deriva mi propia sangre.
La reivindicación del indio, su defensa como hombre con derecho a un suelo que es suyo por ley natural, la divulgación de sus capacidades, la develación a grotesco el declarar nuestra hispanidad ciento por ciento, echando atrás un sumando tan enorme de nuestra realidad americana.
La extremidad sur del Continente, española, italiana y sajona, puede desen tenderse del hecho del mestizaje, y aun ella no podría hacerlo sino a medias; pero hay unos diez países tropicales que no lograrían, ni lo intentan tampoco, borronear el dato formidable, de su sangre mezclada. Sirviendo el sentido de fusión de nuestros pueblos, yo, chilena, y beneficiada por ello con una rúbrica de raza blanca, no olvido nunca en mi clase el problema americano de la raza indigena.
Cuenta don José Vasconcelos, hablan do de la herencia, que en el hijo aparecen por tiempos sucesivos primero el padre y después la madre, y se ponen a agitarse y actuar en el hijo, quiéralo él o no lo quiera. El mestizaje sudamericano había vivido tan sólo a su padre es pañol a lo largo de cuatrocientos años, y solamente ahora la generación nuestra, con una filialidad tardía, pero llena de decoro, se ha puesto a dignificar y a purificar a la madre india, viviendo, por fin, sui conciencia de hombre completo.
Las Casas y su cortejo de cristianizadores, desde el gran don. Vasco de Quiroga liasta el santo obispo Zumárraga, pudieron haber dejado en tierra de América una familia moral que continuase y dilatase su empresa de contadores signi ficantes de las masas indias; el mestizaje de los primeros tiempos fué pequeño e infiel a semejante ministerio, y han pasado siglos en que esa tradición de equi. dad divina de las misiones españolas ha estado soterrada y parecía perdida completamente, El grupo de escritores y educadores llamado indianista y que trabaja a estas CON EL ULTIMO CORREO: Luis López de Meza: lola. 00 Pablo Neruda: El habitante y su esperanza. Novela 00 René Picard: Afrodisia e impotencia. 50 Miquelarena: Veintitrés. 50 Maria Enriqueta: Del tapiz de mi vida. 50 Herminia Muhlen: Fin y principio (las Memorias de una excondesa. 00 Dimitri Mereikovski: El Mesías Akhenaten, Rey de Egipto. 00 Amado Nervo: Sus mejores poemas. 00 Rubén Dario: Sus mejores poemas. 00 Luis Joubin: Metamorfosis de los animales marinos. 00 Benjamin Jarnés: El cantar de Roldán. 50 Upton Sinclair: El libro de la Revolución 00 Gorkin: Días de bohemia. Prólogo.
de Henri Barbusse. 00 Juana de Ibarbourou: Sus mejores poemas 00 José Asunción Silva; Poesías. Edición defi4. 00 Panferof: Brusski. 00 Solicitese al Admor. del Rep. Am.
nitiva.
JOHN KEITH Co. Inc.
SAN JOSE, COSTA RICA Agentes y Representantes de Casas Extranjeras Cajas Registradoras NATIONAL The National Cash Register Co.
Máquinas de Contabilidad BURROUGHS.
Burroughs Adding Machine Co.
Máquinas de Escribir ROYAL Royal Typewriter Co. Inc.
Muebles de Acero y Equipo para Oficinas Implementos de Goma Maquinaria en General James Montley, New York JOHN KEITH, RAMON RAMIREZ Socío Gerente.
Socio Gerente.
Globe Wernicke Co.
United States Rubber Co. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica.