REPERTORIO AMERICANO 227 ING plea; ya no reside en las conclusiones. Ya no es, por consiguiente, hacer filosofía el emitir consideraciones, por ad¡Absolutamente NO!
mirables que sean, sobre la Nada existe igual a la preciosa naturaleza y su creador, sobre la vida, sobre la muerte, sv.
CAFIASPIRINA bre la duración, sobre la justicia. Nuestra filosofía está para los dolores de cabeza, muelas, oído, etc.
definida por su aparato y no Alivia rápidamente, levanta las por su objeto. No puede sefuerzas, proporciona un salupararse de sus dificultades que. dable bienestar y no afecta el SAYER le son propias y que constitucorazón ni los riñones. Si es BAYER Bueno yen su forma; y no podrían tomar la forma de los versos sin perder su ser o sin corromper los versos. Hablar ahora de poesía filosóficamente nuestras certezas, ate tros antepasados, quitándoles yen, en los tesoros impondeaunque fuese invocando a Alnuado nuestra verdad, disper aquello que aparece más de rables de una literatura, lo que fred de Vigny, Leconte de Lis sado nuestras valentías. Se licioso en sus obras, forman se distingue por ser lo más le y algunos otros es tanto ha descubierto por ventura do nuestro camino con aque raro y lo más improbable. Mas, como confundir ingenuamente que la luz puede envejecer? llos vestigios, siguiendo hasta como el vacío perfecto, y lo las condiciones y las aplica. cómo puede ser y he aquí el fin esta pista preciosa, don. mismo que el grado más bajo ciones del espíritu, incompati. el misterio que los que vinie de abundan las palmas y las de la temperatura, que no puebles entre sí. No es acaso olron detrás de nosotros, y que norias de agua dulce; y, en el den ser alcanzados, no se devidar que el objeto de quien se marcharán igualmente, có horizonte, siempre, la poesía jan aproximar más que al preespecula es el de fijar o crear mro puede ser, digo, que tu pura. He aquí, precisamente, cio de progresión exhaustanuna noción, es decir, un povieran deseos tan distintos de el peligro; he aquí nuestra te de esfuerzos, así como la der y un instrumento de polos nuestros oue adoraran perdición; y he aquí también pureza suprema de nuestro der, cuando que el poeta moa otros dioses. Se nos figu la finalidad postrera.
arte exige a quienes la conciderno trata de producir en raba con tanta claridad amenn Pues una verdad de esta ben, tan largas y tan duras nosotros un estado, y de lletenía defectos nuestro ideal! especie es un límite en el mun restricciones que absorben tovar ese estado excepcional al No hahía sido deducido de do, y, por consiguiente, no do el júbilo natural de ser punto de una satisfación pertoda la experiencia de las li nuede llegar a establecerse. poeta, para no dejar al final fecta. teraturas anteriores. No era Nada tan puro como eso due más que el orgullo de no es Así, a un cuarto de siglo de distancia, y separado de ese acaso la flor suprema y mara de coexistir con las condicio tar nunca satisfecho. Esta sevillosamente retrasada de to nes de la vida. Sólo atravesa veridad, es insoportable a la día por un abismo de sucesos, da la profundidad de la cul mos la idea de la perfección mayor parte de los jóvenes me parece en conjunto el gran como la mano corta impune. dotados del instinto poético.
propósito de los simbolistas.
Hay dos explicaciones para mente la flama; pero la flama Nuestros sucesores no han enNo sé lo que el porvenir retendrá de sus multiformes eseste género de ruina. Puede es inhabitable, y las moradas. vidiado nuestro tormento; no fuerzos, pues no es un juez imaginarse, en primer lugar, de la más alta serenidad es han adoptado nuestras delica. que fuimos las ingenuas víctinecesariamente lúcido tán necesariamente desiertas. dezas; han tomado algunas mas de una ilusión espiritual. Ouiero decir que nuestra tenparcial. Semejantes tentativas veces por libertades lo que Disipada ésta, no quedaría si dencia hacia un rigor extremo no van sin audacias, sin riesnosotros hemos ensayado cono el recuerdo de actos an en el arte hacia gos, sin crueldades exageramo nuevas trabas; y en algusurdos y de una pasión inex clusión de las premisas que das, sin marginalismos. La na ocasión han desgarrado lo nos proponían las realizaciotradición, la inteligibilidad, el plicablc. Pero, un deseo no que nosotros sólo pretendimos equilibrio psíquico, que son las puede ser ilusorio. Nada har nes anteriores hacia una bedisecar. Han vuelto a abrir víctimas de los movimientos de más específicamente real lleza siempre consciente de su también sobre los accidentes del espíritu hacia su objeto, que un deseo, en tanto que génesis, cada vez más indedel ser los ojos que habíamos sufrieron algunas veces por deseo: semejante al Dios de pendiente de todos los asuntos, cerrado para hacernos más senuestra devoción hacia la más San Anselmo, su idea, su rea y de las vulgares atracciones mejantes a su substancia. Tolidad, son indisolubles. Hay sentimentales, así como de los do esto era de preverse. lo pura belleza. Fuimos tenebrosos en ocasiones y, en algunas que buscar, pues, otro moti groseros efectos de la elocuen demás 11o era tampoco muy diotras, pueriles. Nuestro len vo y encontrar un pretexto cia todo este celo demasiado fícil de conjeturar. No debía guaje no fué siempre tan digno más irgenioso para nuestra esclarecido. conducía a caso de intertarse algún día de liruina. Hay que suponer, al de alabanzas y duración como un estado casi inhumano?
gar nuestro pasado anterior y lo hubiera deseado nuestra contrario, que nuestro camino He aquí un hecho general: la este pasado que vino después, ambición; y nuestras innumefué el único; que llegábamos metafísica, la moral y aun las tomarido de uno y de otro rables tesis pueblan melancópor nuestro deseo a la esencia ciencias lo han experimentado. aquellas enseñanzas que son licamente los dulces infiernos misma de nuestro arte y que La poesía absoluta no puede compatibles? Veo aquí y allá de nuestra remenbranza. Pahabíamos descifrado verdade proceder sino por maravillas este trabajo natural que debe ramente la significación en excepcionales; las obras que hacerse en algunos espíritus.
se aún por lo que se refiere a las obras, pase por lo relativo conjunto de las tareas de nuescompone por entero constitu La vida no procede de otra a las opiniones y a las prefemanera. este mismo proceso rencias técnicas. Pero ¿nuesque se observa en la sucesión tra Idea, en sí, nuestro SobeDoctor JORGE MONTES DE OCA de los seres, y en la cual la rano Bien, no son ahora sino continuidad y el atavismo se pálidos elementos del olvido?
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