294 REPERTORIO AMERICANO en su de los déspotas y los cobardes, encienden la estrofa. El amor de mujer, romántico y limpio, le dicta rimas galantes, dechados a veces de sutil discreteo. El amor de padre le llena un libro iluminado y trémulo que no encuentra par en nuestra lengua. La herida de la ingratitud, de la envidia, de la desconfianza. obligadas compañeras de su vía redentora, sangra en unos poemas reconcentrados y difíciles cruzados de desfiladeros palpitantes y coronados de alturas ascéticas. Tanto como prosa y a veces en el detalle revelador y en la angustia íntima se le dibuja en los versos la trayectoria vital. Hombre sin recodos inconfesables, deja en el poema la réplica de un lamento viril que es como el rescoldo de sus llamas de acción y un lloro que debe correr vías.
recónditas para que no se le humedezca la voz de mando.
En la obra lírica de Martí se anotan con más nitidez que en sus ensayos y discursos la obediencia española, la huella de su época y la anticipación genial.
En los Versos Libres el énfasis del endecasílabo, la gravedad de los asuntos y la sentenciosa austeridad lo retienen cerca de la Oda tradicional. Herrera y QuinCuaderno de Apuntes minante, lo inconfundible, lo impar. Cier suradas, con apariencia desorientada, to. El estilo en lo que tiene de tradi pero todas empujan por su lado el final ción y de futuro queda aprisionado en grandioso. La prosa martiana es un ralos registros de la voz magna. El tono ro espectáculo, un imprevisto caso de de Martí es, en efecto, su verdadera y energía espiritual y. una obra artística de fuerte originalidad de artista. Está di temperatura, brillo y poder sorprencho con esto que si Martí alcanza alto ni dentes.
vel cuando se mueve entre ideas y hasta cuando se deja embriagar en pocas El poeta. Las direcciones espirituales señaladas en Martí consignan ya su ocasiones por una gala retórica o por calidad lírica. Lírica es, en el sentido un virtuosismo gentil, nunca su altura es tanta como cuando se hunde en la más alto, su prosa mejor. de lirismo más acendrado que su copiosa producsangrante intimidad del hombre. De ahí que puedan mostrarse como lo mejor de ción poética. Lo que no rebaja el valor grande de su poema. No falta en el versu mano sus cartas, sus discursos y sus so de Martí su fuerte aliento, su maesensayos biográficos. En sus cartas la tría verbal, su sensibilidad fina y honda.
virtud artística y la maestría de su culEn momentos afortunados el poema retura tienen una presencia invisible, asissiste con victoria el contraste con lo tidora, mientras su alma heroica tiermejor logrado en matriz americana, pena se vuelca, con gesto inigualado, en el ro su desbordada ansiedad, su caudalosa interlocutor lejano. En la oratoria de facundia, su curiosidad de todas las ruMartí no hay reclamo artificioso sino tas y su rebeldía del molde artificioso, dación plena a una tarea que llama al labio el sonido de sus riquezas acumuhacen de su período unidad más cuajada y valor más permanente que su verso.
ladas y realengas. Cuando anota los momentos cruciales de un héroe ido, dice, Como la prosa, el verso es para Martí vehículo de su amor civil. Los versos, con la fuerza de lo connatural, su propia vida ejemplar. Se pintó sin querer, dijo, no se han de hacer para decir que se está contento o se está triste, sino que es como las pinturas de sí propio salen buenas. Con párrafos tomados de para ser útiles al mundo. su pasión sus mejores biografías podría construirde patria y humanidad, su condenación se la biografía mejor de Martí, esa biografía de las peripecias de su espíritu, sin fechas ni presunciones, que está esperando un realizador.
El tono de la prosa martiense que es en esencia ansia de comunicación efiEn el 26 de la Colección caz llega a su mayor impetu y a su Ariel, San José de Costa Rica, más clara definición en su discurso po. noviembre de 1908, el señor lítico. Parece cosa desatentada esta afirm. tradujo: la página de John mación. Cómo escritor de tantos re Ruskin que luego se verá. La cursos naturales y adquiridos, gustador tomó de un libro de preciosas tan hecho a los vinos exclusivos, apura lecturas: Heart Throbs (1905. sus potencias frente a una multitud fer Sugestivo el título! Dos tomos se viente pero indocta? Es que tiene Martí han publicado ya de estas recomenen la tribuna, al alcance de su voz, la tie dables selecciones en prosa y verso.
rra ávida en que quiere sembrar su ver Por Grosset Dunlap. New York.
dad. Esta presencia enardecedora, esta Ruskin dice de musgos y liqueobra convirtiéndose en hecho, le hinchan nes: la vena creadora. No puede, porque Hemos encontrado belleza en el no está en su mano, rebajar la calidad árbol que produce un fruto y en egregia en el decir ni nutrir menos el la hierba que produce un grano. Qué decir de la yerba sin grano, concepto grave. Sabe que el auditorio de ese liquen de roca, sin fruto, no cala hasta lo hondo su palabra difísin for. Qué decir del liquen y cil, pero intuye también que el tono salde los musgos? Aunque ellos sean va el discurso y decide la comunicación en su exhuberancia frondosos y ricos como la yerba, permanecen, cordial. Las excelencias de su prosa sin embargo, para la mayoría de quedan como cuajadas de intento en su las gentes, como las más humildes período tribunicio. El dinamismo que le cosas verdes que viven. Humildes sube de la entraña encendida da una criaturas! primero dones misericordiosos de la tierra, son com marcha sobresaltada y ágil que roba pevelo de silenciosa blandura puesto santez al párrafo circunstanciado y larsobre la desnudez de las rocas go. La imagen impensada y vívida no monótonas! Criaturas poseídas de piedad, tienden sobre la desgracia es un modo deliberado de iluminar el de las ruinas un extraño y tierno concepto sino encaje natural de una soennoblecimiento, posan sus dedos berana capacidad expresiva. La sintaxis tranquilos sobre las viejas piedras muestra una arbitrariedad hecha, no de vacilantes para enseñarles el reposo!
No conozco palabras que puedan audacia rencorosa ni de ánimo de asusdecir lo que son estos musgos.
tar al gramático cauteloso sino del ímNo las conozco bastante delicadas, petu alegre de la lengua que conoce sus bastante perfectas, bastante ricas.
Cómo hablar de las redondeces senderos y los bordes sin perderlos de esmeraldinas, frondosas, resplandevista. El verbo es atrevido y mañero, cientes; de las estrellas con floresaugusto y candoroso, familiar y austero.
cencias de rubles, con un bordado El adjetivo, de justeza asombradora, retán fino que se diria qne los Espivitaliza y da ala nueva al nombre transitado, Las sentencias se encadenan apreritus de las Rocas pueden hilar el porfido como nosotros lo hacemos con el vidrio; de las redecillas de plata, entremezcladas, y de los encajes de ámbar, lustrosos, arbores.
centes, que se muestran pardos a través de cada fibra en un bordado de seda tornasol, espléndida y caprichosa: y sin embargo, se mantienen tranquilos y recogidos y formados únicamente para las más dulces y más sencillas obras de misericordia. Ellos no serán recogidos, como las flores, para guirnaldas o prendas de amor, sino que el pájaro silvestre con ellos hará su nido y el niño fatigado, su almohadilla. así como ellos fueron el priiner don misericordioso de la tierra, también serán el último.
Cuando todos los otros servicios de las plantas y de los árboles nos lleguen a ser inútiles, los musgos delicados y el liquen gris comenzarán entonces su fúnebre vigilia en torno de la piedra sepulcral. Los árboles, las flores, las yerbas que ofrecen sus tributos, cumplen su misión por un tiempo, pero ellos la realizan eternamente.
Arboles para el depósito del constructor, flores para la alcoba de la desposada, trigo para los graneros y musgos para la tumba.
Acaban de salir y podría reconiendarse. su adquisición a los maestros de las escuelas: El libro de los animales llamados salvajes. Por André Demaison. Editado por EspasaCalpe, Precio: Pras, La Vida de Sarmiento, por Anibal Ponce. editado también por Espasa Calpe. Precio Ptas. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica