Individualism

REPERTORIO AMERICANO 315 Don Segundo Som bra de Ricardo Güiraldes De Alenea. Concepción, Chile La novela cuyo es el título de estas líneas, pertenece a la familia del Facundo y del Martín Fierro. No digo que es como ella toda comparación, ya se sabe, apareja lo inexacto a lo odioso sino que es de entre ellos por la índole generosa y la gaIlarda valentía. Llena una página, en. blanco hasta hoy, de la vida gaucha, que no por ser más humilde en ella cede a los otros como humano interés. Describe la formación del trabajador rural de nuestra campaña ganadera, o sea lo que es el gaucho y lo que siempre fué, salvo excepciones episódicas: el hombre de pampa y de huella. como dice con vigoroso acierto el propio autor, acomodado por temperamento a su tarea combatiente y vagabunda.
Pues toda ella consiste, si se com bien se ve, en dominar el ganado y en arrearlo con baquía, me.
diante. un complicado sistema Ricardo Güiraldes que participa de la sabiduría y del arte.
Siendo aquella índole profundamente individual, como que de ella millación. Nobleza y libertad son sinoproviene el amor a la vida errante, que nimos en el alma. con esto arraiga toma a la pampa entera por suya, con en ella la seguridad que torna, fácil la andarla sin cesar sobre los caminos sin simpatia. Ingenio y valor, resultan, a su dueño, cada uno de esos hombres debe vez, las condiciones naturales de la vibastarse en todas las situaciones deter da que así debe lograrse, constituyendo, minadas por ella, constituyéndose, así, de suyo, una selección que representa al poder exclusivo de su ingenio y de su un triunfo sobre Hombres y Naturaleza.
energía, una educación completa que Tipos así forman los pueblos heroicos, abarca en su sencillez, resaltante de su lo que no significa, precisamente, guerreestric12. aplicación al objeto, cuanto ha ros, sino animados de voluntad triunfal.
menester el hombre para vivir la vida in En la cepa gaucha entroncarán, pues, tegral, desde el pastoreo, hasta la mecon ventaja las razas fuertes y concordicina, y desde la esgrima hasta la múdes, que nos conviene atraer, puesto que sica ella está intacta por ventura.
El carácEn su género, pues, el gaucho completer gaucho no ha desaparecido. Se ha to, que nada tiene, por cierto, de exadaptado, como el país, a las nuevas concepcional, es un pozo de ciencia. vale diciones de la civilización, lo cual decir un hombre que en todos los casos, prueba que es capaz de subsistir en sabe lo que debe hacer.
ella. Y, en consecuencia, de sobreviComo lo aprende por sí mismo y en sí mismo, a costa de trabajos, que revir con la patria, tan argentina cocuerdan el imperioso dolor de una labra mo él. Si el gaucho no es agricultor, ni artesano, nadie lo supera en la faena en piedra, el gaucho es natural y entera.
agrícola, ni en el manejo de utilería y mente dueño de sí mismo. como la libertad consiste en poseerse, no en pomaquinaria, cuando adopta esas tareas seer, forma un tipo de hombre libre, que poco interesantes para él. Pero, ahí,. es la cepa genuina de nuestra raza y, mejor que en su predilecta actividad gaque caracteriza ya nuestro predominan nadera, se ve cuánto vale aquella educate individualismo.
ción práctica para la vida integral. Esta última es, en su sentir, el desempeño naA diferencia fundamental del hombre tural del hombre, o sea, aquello a que urbano: fracción social o pieza de máqui na, aquél constituye una entidad indi. aspira todo ser humano, digno de su condición.
visible, que coopera en la formación de la patria, hasta el sacrificio, si es menes No cree, así, realizar, con ello nada.
extraordinario. La noción de la vida, ter, pero sin perder nunca su unidad voluntaria.
como un acto de dominio, permanente, De ahí proviene su mesurada hidal. es herencia del antiguo conquistador, guía, pronta a la aceptación de cualquier cuyo mismo idioma conserva en su cassuperioridad, pero igualmente dispuesta tellano arcaico y sabroso. Posee el cona resistirla si amenaza trocarse en hu. cepto exacto de que el heroísmo es una virtud triunfal, o mejor dicho, la voluntad de vencer; no un agente pasivo de la adversidad. Su estoicismo no es resignación a la impotencia, ni firmeza sustentada en el concepto purgatorio del dolor, sino viril aceptación del des.
tino; una forma elevada de la dig.
nidad. De ahí su serena indiferencia religiosa. Morir, significa para él. concluir el desempeño de la vida, perder un lance o salvar el honor; es decir un episodio que corta la existencia, pero que no la determina con. proyección tras cendental. Fatalista, pues, o sea uno que ama y vive la vida mis.
ma, tal como puede vivirla según sus posibles, disfruta su libertad con amor de artista, es decir, sin sacrificarla a ningún temor consecuente o previsible. Por esto, no.
se preocupa de atesorar, ni le pide al trabajo más que el costo de su día. El encanto profundo de su vida errante otro legado del conquistador está en la posibilidad cotidiana de la aven.
tura. No hay, sin embargo, mendicidad ni parasitismo en la campaña. El gaucho sirve siempre de algo y puede ganarse su parca vida hasta pisar la se. nectud. Su educación para el desempeño integral, explica una y otra cosa.
El libro de Güiraldes es la descripción de una de esas vidas. Pero, digo mal. Descripción significa estudio de afuera para adentro, o sea lo que han realizado más de una vez otros y yo entre ellos. Don Segundo Sombra como Martín Fierro, es el gaucho mismo. Re.
presenta en prosa lo que aquel otro en verso, una vida viviente. aquí estriba desde luego, su importancia nacional.
Lo propio que el del poema mencionado, el protagonista de la novela cuen.
ta su historia en su propio lenguaje. Es un bastardo, que su protector, don Fa.
bio Cáceres, arranca a la madre, en la primera infancia, para entregarlo a dos tías santurronas, con el objeto de darle educación en la escuela del pueblito don.
de ellas viven, pues aquél reside habitualmente solo en su estancia. Dicha bastardía, que es la condición novelesca conducente al desenlace explicatorio de la misma narración personal, acentúa la formación individual del protagonista, tristemente aislado en un verdadero desamparo de cariño. Pues lo cierto es que las tías, a quienes desagrada en extremo su índole aventurera, sólo se ocupan de enseñarle a rezar, enviándolo sin ma.
yor interés a la escuela, que abandona al cabo de tres años, para tornarse uno de los chicuelos azotacalles de la población, donde la vagancia le transforma con precocidad el ingenio en picardía.
Mientras tanto, su protector ha desa.
parecido, sin que el comprenda por qué. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica