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REPERTORIO AMERICANO 207 Perico Envio de Hispano. Bogotá Los grandes ojazos de Perico se abrieron más todavía sin saber a dónde mirar. Era aquello una burla de don Blas o un sueño de niño? Pero don Blas se llegaba ya con el balón entre las manos temblorosas y dejaba en las finas de Perico el premio codiciado. Recibiólo aturdico el picarón y, bien asido a él, echósc en los brazos del viejo, a quien besaba la lustrosa calva, blanco mil veces de su certera cervatana.
Los chicos aplaudíamos. Las comacres lengüilargas murmuraban al ver premiado al pillastrín desalmado, y los viejos conmovidos estrechaban la mano de don Blas.
Susana Wills de Samper La alegría de vivir Bogotá. Pebrero 26 de 1933 Pasaron las atormentadas horas de los y severo. Los chicos formales que paexámenes anuales. Entre el rumor cas saron por los bancos supieron compencabelero de la mágica palabra vacacio sar mi labor, pero no supieron alegrarme nes! llegó la premiación.
la vida. En cambio, uno me trajo en su niñez pujante, como savia remozadora ¿Veis? Ya noviembre desarruga el ceño. de los años, el ruido, el alboroto, la aleUn lento adiós solloza en la campana, gría de vivir para enseñarme que no to que dura enantes nos turbaba el sueño. do muere en nosotros tristemente. En Ya, con fulgores de ilusión galana, esa niñez alhorotada y loca renace la sobre las sienes infantiles juega vida con ansias de eternidad. Todos de vacaciones la primer mañana.
aplaudimos rabiosamente. La concurrencia se miró. El maestro no hablaba del Allí estaban todos los señorones de todo mal. Quién lo hubiera creído. la Instrucción Pública muy estirados. Hav un rapaz dentro de estos muros, continuó conmovido don Blas, que no muy serios y muy calvos, y, en el centro de la mesa, el maestro de la escuela, don ha aprendido nada; que ha enredado tn.
Blas, con la levita de las horas solemdo el año; que hurta las frutas de todos los solares (Perico se puso más rojo nes. Pobre clon Blas, a quien todos le que los tomates de la huerta del tío Pesomos deudores en mi pueblo: el gobierpe. de quien todos los vecinos se queno municipal de tres o cuatro sueldos, jan y que la arma a piedra con todos los y nosotros de las mil pilatunas, diabóperros de la vega. Ese chico (los ojos Jicamente sugeridas por Perico, el capa se clavaron asesinando a Perico) mere.
taz de cuantas travesuras se hicieron en ce que lo nombre en castigo de sus culla escuela y en el barrio.
pas y picardías. Pero no lo haré, aunY en la mesa, entre tinteros. y diploque vosctros estáis casi pronunciando su mas, medallas y libros de colores, pre ncmbre. vosotros os he enseñado mios de aquella turba de chiquitines re muchas cosas. Vosotros a mí ninguna.
voltosos, sobresalía un enorme balón. ese rapazuelo no le pude enseñar naDaba gloria verlo. Si provocaba tirarle da, pero él me ha enseñado que la alecuatro patadas y tumbar los tinteros y gría es la fuente de la vida. Por eso este los libros y darles en las gafas a aque balón es para Perico. En él desfogará llos señorones almidonados y cursis, y sus ímpetus traviesos y la fuerza de sa echarlo a la calle haciendo añicos los niñez alegre y poderosa.
vidrios de los ventanales. Qué balón, Dios mío, y qué de vuelcos daba el coINDICE razón al mirarlo!
Empezó el reparto. Lapiceros, cuadernos de zcología, Las mil y una noches, La Fabiola, juguetes y cajas de colores, todc iba pasando de las manos graves a las manecitas traviesas; y el UNOS CUANTOS LIBROS balón, centro de todas las miradas y po ESCOGIDOS: deroso imán de todos los corazones, quieto como una montaña y mudo como Jaime Torres Bodet: Destierro. oesias. 3. 00 José Vasconcelos: Tratado de Metafisica. 00 la esfinge del desierto. Volví mis ojos Las virtudes, siete agudas interpretacioa Perico y lo noté compungido y hasta nes de Benjamin Jarnés, Ramón Gómez 11orogo. No había recibido nada. Ni un de la Serna y otros escritores españoles, de los nuevos.
diploma, ni una medalla, ni un accésit. 00 Le alargué un lapicero, que él apenas Xavier Villaurrutia: Reflejos. Poesías, un vol.
pasta 00 miró, fijos como tenía los ojazos traido Javier de Viana: Guri, otras novelas. 00 res en la pelota de cuero. El no dejaría Enrique José Varona: Violetas y ortigas.
de pensar cntonces que algún castigo No:as criticas. 00 10 novelistas americanos. Compilación había de tener un año perdido entre fev traducción de Gorkin. Cuentos de chorías contra todos y burlas a don Blas. Lewis, Dreiser, Sh. Anderson, etc. 00 Levanróse de su asiento el maestro. Frank Wedeking: Despertar de primayera.
Dió las gracias conmovido y risueño. Tragedia infantil 50 Felicitó a los muchachos. Exhortó a los Wundt: La evolución de las filosofias de los pueblos padres. Dijo sabios consejos, que oía. 75 Carlos Wyld Ospina: El autócrata. Estudio mos como quien oye llover, y entregó de Estrada Cabrera su obra 3:50 los premios cficiales a los cuatro meio Wells: El alimento de los dioses. Viajes res alumnos de la escuela. Sólo queda y aventuras 00 ka sobre la mesa el balón. Zorrilla de San Martin: Tabaré. Un vol.
pasta 00 cste balón, dijo don Blas, cl Sherrift: Fin de jornada. Sovela de modesto premio del maestro de la escue la vida en las trincheras. Gran guerra. 50 la para el alu:nno que más se ha distinAdain Scharrer: Gentes sin patria. El priguido (todos miramos al bedel) por su mer libro de guerra de un obrero) 50 magnífico espíritu (las miradas pasaron Stendhal: Vida de Enrique Brulard. Novela autobiografica. 00 al presidente de la Legión de Honor) de Tokunaga: La calle sin sol. Sensaciola más genuina y de la más sana alegría nal reportaje novelado de una huelga en (las miradas vacilaron. 50. En mi larga vida de maestro de esJaime Torres Bodet: Proserpina rescatada. Novela cuela la monotonía y el cansancio ago3. 00 taron mis fucrzas y me trocaron adusto Solicitelos al Admor, del Rep. Am.
Señora Susana Wills de Samper.
Susanita; Gracias le sean dadas por el agradable rato que me ha hecho pasar leyendo su bello cuento sobre la alegría de vivir.
Indudablemente ese maestro Blas, al parecer tan pobre de espíritu y tan mocesto, era, más que un macstro de escuela hambreado, un sabio, y de aquie llos de los buenos tiempos. Qué tratado de filosofía humana; profundamente humana, en su corto, pero tan emocionado discurso! vosotros os he er. señado muchas cosas. Vosotros a nii, ninguna. ese rapazuelo 20 le nuoc enseñar nada. pero él me ha enseñado nue la alegría es la fuente de ia vida.
Por eso este balón es para Perico. Con él desfogará sus ímpetus traviesos y la fuerza de su niñez alegre y poderosa.
Con razón que, al oírlo, murmuraran los espíritus entecos, que los viejos lúcidos le estrecharan la mano. Porn пие buen maestro Blas esum en Docas palabras la línica filosofía que ha sobrevividn a través de todas las épocas, y que se basa en considerar la alegria romo la belleza de la vida. y en mirar la vida. a trayés de la alegría, como por un cristal de maravillosa transnarencia, hasta lograr que nuestro ideal pueda expresarse con la inscripción de la antigua esfera solar: Horas non numero nisi serenas. No. cuento las horas que no son felices. Genial intérprete de esa sabiduría antigua y moderna, Benito Spinoza. el más ilustre judío después de San Pablo, dejó escrito en la más fundamental de sus obras: La alegría es 1: aspiración dei hombre hacia su perfección: la tristeza. hacia lo que lo amengua y lo humilla.
Usted sabe que en esa suprema norma se funda el renacimiento actual de los deportes, tal cual los practicaba el pueblo que sigue siendo el modelo de la humanidad ávida de dignificarse. có.
mo me complace que usted, que es entre nosotros la más entusiasta animadora de esos deportes al aire libre, sea también la autora de ese cuento tan bello del irzestro Blas, el de la boca de oro.
Le estrecha la mano su amigo, Hispano el Japón Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica