REPERTORIO AMERICANO 205 no podían conducirle a ninguna parte, ricana. Son hombres de América, con nalidad del hombre americano? Nada y de pronto, tiene conciencia de que el palabras propias que decir, y designios menos que ocupar un lugar único que le sendero está en él. Entonces su formu propios también, los que viven en las ha estado reservado, creando una cultu la se precisa: ya no se trata sino de páginas de las más recientes y decisivas ra y una universalidad. el destino im una afirmación. Europa, con su desdén obras de nuestro criollismo literario. par de América es ser una codicia de cuands, sólo éramos imitación o mero Ahí están el Don Segundo Sombra. futuro para ese mismo hombre que la color local, nos impulsó a buscarnos. de Ricardo Güirales, La Vorágine. de puebla, y además, empezar a tener conEuropa nos ayuda ahora, cuando ya anº José Eustasio Rivera, Los de abajo. ciencia de tal destino. Esa será la gran damos en trance de valoración.
de Mariano Azuela, Doña Bárbara. de fuerza política de América, su voluntad ¿Podemos esperar que nuestra cultu Rómulo Gallegos, libros todos con libre de criolledad.
ra americana, que ya adquiere categoría tránsito en más de un idioma europeo, y Si alguien ha pensado en América com de valor, logre afianzarse, por la crea que han tenido la virtud de proporcio mo en la tierra de la promesa, nuestro ción de una cultura media que le sea narnos concesión de mayoría de edad Martí la llamó antes el Continente de subsidiaria? Precisamente la actual cul ante la inteligencia del mundo. Pero con la esperanza humana. Quizá muchas de tura criolla parece decidida a dejar de ser las obras capitales, no son las úni las cosas que nosotros hemos pensado y ser afición de élite. Nunca podría reali cas. Valdría citar El águila y la ser. dicho, no sean aún más que intentos, pro.
zarse con más eficacia que ahora la ideal piente. de Martín Luis Guzmán, La mesas. Pero esas promesas nos pare conjunción de un tipo de cultura única. venganza del cóndor. de Ventura Gar cen tan cercanas de realizarse, que nosº Porque América tiene la sensación de cía Calderón, Pero Galín. de Genaro otros queremos tomarlas por realidades.
llevar en sí su fórmula, de estar funda Estrada, El roto. de Joaquín Edwards Es también una manera de propender a mentando su cultura, al contrario de lo Bello, Chilenos del mar. de Mariano realizar un sueño, confundirlo un poco que parece suceder en Norte América, Latorre, Panchito Chapopote. de Xa con la realidad.
donde el nuevo humanismo surge como vier Icaza, Odisea de Tierra Firme. de consecuencia de un exceso de técnica, Mariano Picón Salas, Don Manuel. de Félix Lizaso junto a un pregonado vacío de conteni Luis Alberto Sánchez, La asonada. de do cultural.
José Mancisidor. y. tantos más, sin BIBLIOGRAFIA Uno de los signos más decisivos para olvidar entre nosotros las novelas y dra. Carlos Alberto Erro: Medida del crio.
diagnosticar hasta qué punto lo ameri mas de José Antonio Ramos Temblallismo. Buenos Aires, 1929.
cano, lo criollo, ha adquirido virtuali dera. Coabay. Las impurezas de la Mariano Picón Salas: Hispano América, lidad para el hombre de América, como realidad. y la producción criollísima posición crítica. Santiago de Chile, 1931.
Pedro Henriquez Ureña: Seis ensayos fórmula de cultura con pleno contenido de Luis Felipe Rodríguez La conjura. en busca de nuestra expresión. Buenos humano, lo hallamos constatando que de la ciénaga. La pascua de la tierra Aires, 1928.
aquella condenación a no ser comprennatal. y sobre todo sus recientísimos Samuel Ranios: La cultura criolla «Contemporáneos. México.
dido y dignificado, que pesó sobre tan relatos de cañaveral, Marcos Antilla. Luis Franco: América Inicial. Buenos ditos grandes hombres nuestros, ha dejado con un ensayo lleno de claridad de nuesres. 1931.
de tener su terrible eficacia. El hombre tro Juan Marinello,. en que se dilucidan Martínez Estrada: Radiografia de la de letras tiene ya categoría de responsamuchos de los problemas que en esta Pampa. Buenos Aires, 1933.
Luis Alberto Sánchez: Esquema de la bilidad, desde que ha venido a ser el lectura hemos tocado.
cultura americana. Revista Bimestre intérprete de la genuina conciencia ame En resumen. cuál ha de ser la origi Cubana. Julio Agosto, 1933. (MATLA) FOLLETÍN DEL Rep. Am. dicha de Yara insiste, entre lágrimas, la cautiva.
pre. pero no serás jamás de él. Aun dormidos se abren. al fugaz mundo de. Qué hacer para servir a Yara. re no te ha librado de mi poder. Cararé la ilusión. No obstante, en el aposento plica, compadecida, la esclava. Hay en llevó hasta hoy su alma encendida de de Matla vela la tristeza como cuervo sus palabras dejo de renunciamiento, de amor por ti; en adelante, vivirá para en acecho. La paz. exterior llama en resignación ante lo inevitable. Matla goza de respeto y cariño en la venganza!
vano a la puerta; en la tibieza interior la Corte. La palabra de Matla es bien cae sobre el suelo rendida la fren: dos almas se angustian: alma de Matla, escuchada por todos. Cararé, si Matla te que ocultan las manos trémulas. Un carsada de la lucha, que se abre a la lo suplica, perdonará! esta última paligero temblor sacude todo su cuerpo. inmensidad del Más Allá; alma de Ya.
labra brota de los labios de Yara em Fuera, el valle se desperéza al sol ra, fruto por madurar, que florece a la papada en llanto. Algunas lágrimas meridiano.
inmensidad de la Vida.
caen sobre los tizones en los cuales, por La sombra de Yara se proyecta difu instantes, marcan su huella como negros DOS ALMAS, DOS INMENSIDADES sa en la pared y al compás del resplan: lunares, Matla no responde de inmedia dor intermitente de la lumbre, salta y Aposento de Matla. Media Noche.
to. En su pensamiento librase angustio contorciona como una danzarina infer So combate: la alianza ancestral de la Yara, al arrimo de un brasero, contem pla las ascuas que apenas dan lumbre nal. Los ojos de Matla, insomnes en la sangre que la liga a su tribu y la traº media luz, brillan como dos ascuas agóbajo la ceniza. Los reflejos pálidos del gedia del amor de Yara que despierta nicas.
rescoldo se prenden de sus ojos y con su compasión de mujer. Salvar a Xiloti su llanto ruedan, igual que gotas de Yara necesita del favor de Matla es traicionar a los suyos y Cararé ja: fuego, por las mejillas exhaustas. Matla la voz de la muchacha es una queja, un más se prestaría para eso. Ella misma sollozɔ a flor de labio.
no podría, por pasajera flaqueza, des recata su blanca vejez en el regazo os honrar a su tribu: la sombra de los ancuro de un rincón, la escasa luz, su. En qué puede la vieja Matla ayu rostro marchito denuncia gran inquiedar a Yara? responde la anciana.
tepasados se interpondría, acusadora, hasta el final de su vida y propiciaría tud. Las dos mujeres permanecen mu Matla conoce a los hombres y sabe das e inmóviles, como esfinges. El amº ablandar sus corazones como la lluvia grandes padecimientos más allá de la tumba. Matla se mustia de congoja anbiente está cargado de aflicción. Sólo el terrón.
te la cruel disyuntiva. En aquella hora rompe el silencio de la estancia el chi. Matla sabe que ya todo es inútil!
su alma sufre el vértigo de dos abisrrido de las brasas que se enfrían len No; en Yara no ha muerto todavía mos: el amor y la fatalidad; con el pritamente. Afuera el valle dormita bajo la esperanza!
mero, la maldición y la muerte de Ma.
la claridad argentada de las estrellas. Pero en el corazón de Matla sólo tla; con la segunda, el sacrificio de YaEs la hora del ensueño, cuando el penº vive el desengaño. ra. Vence, en primer momento, su samiento se torna fantasía y los ojos Matla puede salvar a Xilotl por la egoísmo. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica