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REPERTORIO AMERICANO 167 Poesías de Luis Alberto Cabrales Vuestro alarido selvatico, vuestro antiguo mugido subterráneo, es mi canto de impetu y de armonia, conquistador de las cúspides sagradas, salteador de las bellas cumbres de privilegio.
Desde la colina de los dioses mi canto violador y violento. por sobre las estatuas perfectas. hacia vosotros va, silenciosos y sombrios ancestros.
Alto y violento canto de la raza suprema liberta y libertaria.
1932. De un libro ineditado aún. Envio del autor one, two, three. cuántos claros luceros! canturreaba, lánguida: Star spangled banner.
Solon. frutas de la Nueva Inglaterra: un trausporte cargó con la carga de trigo.
Al Asia va, al Asia, el feliz capitán.
Rien, rien con blancos dientes los filipinos.
1932.
TENNIS Mi carne impaciente raquetalanzó mi corazón hacia las rosas.
Fault, fault de las espinas. se ha llenado de tristeza mi boca.
1982.
CANTO LOS SOMBRIOS ANCESTROS Tambor olvidado de la tribu, lejano bate mi corazón nocturno.
Mi sangre huele a selva dėl Africa: sombría noche de luciérnagas, sombria sangre tachonada de lujurias. hoy quiero cantaros, antepasados de la Tierra Tenebrosa, que os lanzasteis con impetus de púgiles sobre los claros vientres, tibios, mediterráneos.
PRIMER AGUACERO Anoche, toda la noche, cayó el primer aguacero; por eso alegre estaba el campo en la mañana con su camisa blanca de todos los domingos y el pantalón azul de la Semana Santa.
Alegre estaba el campo de azul y de blanco.
Silbando se fué a la ciudad con su nuevo sombrero de pita; trascendia a hierba, a fruta y a humedad.
LETRILLA DEL MAL CASADO Llovido estaba el camino y los cercados en flor cuando me encontré a la niña, a la niña de mi amor; el Marqués de Santillana no vido cosa mejor: Sus negros ojos fulgian con dormido resplandor; era un encanto su boca, una ingenua tentación, y sus senos, chicos, lindos, poronguitas de frescor.
Todo el olor de la tierra en su cuerpo turbador; tnda la gracia del cielo en el cristal de su voz.
De todas las cosas lindas cra la crema y la flor.
De paso me fui por ella ágil paso de ladróny al oído le decia niis bellas frases de amor.
La niña se iba corriendo, se iba con esta canción: arguese el mál casado; vaya el falso mendidor.
en su casa y con los niños, allí estará usted mejor.
En los verdes sembradios del maíz y del arroz; entre bejucos floridos. florido estaba el frijol junto al ojo de agua limpio, con mi paso de ladrón perseguí a la linda niña, perseguíala de amor.
Un buen día de domingo. de sol nuevo, claro solentre bejucos floridos. florido estaba el frijol m? dió sus brazos morenos, me dió su boca de flor.
Estaba alegre, y lloraba, eran lágrimas de amor: estaba como los campos cuando llueve y hace sol.
Los sembrados se mecían al compás de una canción; en fiesta de amor andaba el venadito veloz; los conejos brincadores también en fiesta de amor. en todas las arboledas ébrias de fruta y de sollas locas loras llenaban 1os campos con su clamor. muy cerca, desde un árbol, nos cantaba el güis burlón: Lárguese el mal casado, váya el falso mencidor.
en la casa y con los niños allí estará usted mejor.
Como viera las nubes todas llenas de sol, como viera los árboles todos llenos de trino, compró para el colocho un centavo de olor en la venta que puso Mayo en el camino.
COCAINA Mi boca, salada de racha mediterránea; mi boca, saturada de relente caribe; mi boca, llena de la tierra ancestral y ardiente, es vuestra boca antigua, vuestra boca liberta, clamando libre sobre la Rosa de los Vientos.
Mi canto es vuestro canto dormido en los milenios, mi grito es vuestro grito amordazado en tinieblas.
Ríspido surge de la esclavitud eterna, impetuoso y ágil como vosotros, ancestros.
Mi carne, de accituna y achiote; Oh gramo de frescura, oh dólar veinticinco de alegría, primavera floreal de la farmacia, cocaina: Tú nos empujas brisa del recetarioy ágiles como ángeles, pies ligeros sobre el llanto de la vida, felices, felices vamos a la coinarca en donde florece la Utopía.
Blanca hermanita de la Muerte, cómo es dulce tu aliento y tu caricia para los que somos niños huérfanos, niños desvalijados por la vida!
Gracias porque nos llevas limpios, lavados de tristeza, a tendernos, rígidos, en la frescura eterna de la tierra. mi carne, pasta de luna y de pimienta, es vuestra carne antigua. gloriosa, en éxtasis, lavadadespués del marathon marino, record sobre las razas atravesando adriáticos.
Linda era, y apetitosa, y esposa del Capitán de Marinos.
Frutas y mieses de la Nueva Inglaterra arrojaba al impetu de los mancebos nativos.
Apples, boys. ofrendaba sus dos senos Diaduros.
Wheat, boys. La cosecha de bucles, y el más íntimo trigo.
En los ingenios de los alrededores, sobre el bagazo tibio olorosa basura mestizos y mulatos violaban su vientre, pálido, así como la luna.
Tumbada sobre la hierba, sucia de nuestro barro, y fatigada de begosa La revolución primero y la intervención armada de los Estados Unidos después: largos años de lucha constante, han impedido a los jóvenes intelectuales nicaragüenses hacer labor literaria sostenida e ir juntando en libros su obra.
Hoy Luis Alberto Cabrales, el mejor de los poetas jóvenes de Nicaragua, nos anuncia la próxima publicación de su primer libro y nos adelanta algunas de sus poesias.
Después de luchar en su tierra contra el imperialismo yanqui; después de andar errando por el Salvador y Honduras en propaganda sandinista cárcel y destierro ha sido la alternativa de la juventud viril de Nicaragu1. este muchacho recio, poeta y luchador, ha vuelto a su pais a recoger y seleccionar su obra, y hoy lanza la buena nueva que su primer tomo de versos irá a la calle muy pronto.
No hay para qué hablar de los versos de Cabrales cuando en esta página ellos mismos dicen muy alto lo que son. Sin embargo, hay que señalar y explicar la poesia titulada iniciales por las que es conocido el cuerpo de marinos de los Estados Unidos. United States Marine Corp. Asi se vengaban los jóvenes intelectuales nicaragüenses del atropello del marino rubio. Dije señalar y explicar, y dije mal, pues que con sólo señalarla ha quedado explicada.
Adolfo Ortega Díaz San Jose, Setiembre de 1933.
ASOLEANDO RECUERDOS Ayer, del viejo armario saqué al sol mis recuerdos.
Ideas que ya me quedan cortas saquitos de cuando era adolescente la plana de palotes, y aquel primer amor ingénuo. cartas, y cintas, y suspiros.
Juramentos dados frente al mar, y cantados después en malos versos. en un cofrecito predilecto los besos de aquella que me amó tanto tiempo. después se caso, como yo.
Achineria.
Toda la del amor tendí al sol Llegaron mis dos chicos e hicieron micos y pericos de todas las antiguas y olvidadas reliquias.
Cuando cayó la noche, y ascendieron los astros en silencio, hice entrar a mis hijos, y en el patio quedaron los recuerdos.
1928. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica