BourgeoisieCapitalismImperialismIndividualism

12 REPERTORIO AMERICANO gerando sus pies y sus brazos último papel histórico. La ho ciente poder financiero. El hemo: llamado nuestras altas como el nadador que domina ra les ordena elegir entre el esfuerzo revolucionario de clases. Ellas explotaron el las aguas, o bien esperar que Imperialismo y la Revolución. ellas completaría lo que quedó trabajo del indio, del manso la corriente lo sumerja irreme Naturalmente que se deciden trunco en el movimiento de la peón, se convirtieron en clases diablemente. También los aris por el Imperialismo. la Independencia. tomamos urbanas y usaron del dinero de tócratas romanos en los días sombra del Capital extranjero, el problema donde lo dejaron los años prósperos, de la mē turbulentos del Imperio, acos siervos y esclavos de él por Bolivar y San Martin, cando rienda política que completo tumbraban abrirse las venas. que serían incapaces de crear después del fuego jacobino de su despojo económico, dilapiNuestras burguesías han en un poder económico propio los años heroicos, las clases dándolo en la orgía de las gordado demasiado y descono esperan mantener sus últimos oligárquicas iniciaron la con grandes urbes, en los objetos cen la Filosofía, estoica para privilegios. Toda aristocracia tra revolución: lus hacendados brillantes y los gestos fanfa.
eliminar de esta manera tan muriente se apoya en un poder del siglo xix se convirtieron en rrones del rastacuero. Apenas saludable, todos sus malos hu imperialista. antiguos amos poder político, o. la voluntad con la forma europea demomores. de hombres y tierras, señores bárbara de los caudillos, er cracia, leyes, parlamento esas Entre nosotros los días de de mesnada, nuestros oligarcas gendró nuevos grupos de ex clases oligárquicas se preparamañana se les anuncian alar descienden a súbditos de esos plotadores.
ron una piel de zorro para esmantes, porque ha faltado a más poderosos dioses del Di Ahora bien. cuál ha de ser conder sus apetitos. Le te las clases dominadoras de la nero y los Trusts que imponen la posición de nosotros, inte mían a la Cultura y mantuviesociedad, no sólo esa justicia su ley desde Nueva York. Son lectuales, en esta lucha por un ron masas inmensas en el más por la que usted clama cuando como esas noblezas provincia orden más justo, por una po rudimentario analfabetismo pa.
recuerda el régimen de castas nas que en Siria y, en Egipto, lítica de grandes masas y im ra seguir disfrutando de sus.
que siguió prevaleciendo en el en la época del Imperio roma plia proyección especial que ya poderes de Encomenderos. En Chile republicano, sino hasta no, iban con sus súplicas y se advierte en el horizonte de el momento en que esas clala más elemental previsión del ofrendas a la tienda empave. América? Su libro no lo decla ses oligárquicas amenazan caer tiempo. quienes. vivieron sada de los procónsules. Para ra directamente, pero el cua. envueitas en la malla de sus aferrados a la estática de una Roma como para las naciones dro encendido y justicicro que propias culpas, destruídas no posición, quienes sin otro di imperialistas de hoy, eran esas usted trasmite, me parece una por la Revolución que no ha simulo que las palabras con aristocracias en agonía los me cabal afirmación revoluciona venidə, sino por su estructura vencionales de una fraseología jores instrumentos de domi ria. Ni desde aquel mirador atrasada y anti moderna, no democrática se mantuvieron en nació, de los países conquista individualista y estético que seremos nosotros, amigo mío, sus granjerías y privilegios, dos. Algunos presidentes de fué en el que se colocaron mu quienes acudiremos con nuesadvierten de pronto, advierten República Gómez, Sánchez chos escritores nuestros de tra corona de flores de trapo trágicamente, que aquellos ex Cerro y los grupos oligarqui veinte o treinta años atrás, las a lamentar su ruina. Ellas tiepedientes, aquellas palabras cos que los rodean son para oligarquías hispano americanas, nen muy poco que ver con lo mágicas ya no responden, se sus naciones avasalladas, lo justificaron su poder y sus que nosotros, escritores, llapierden sin eco ni eficacia en que podían ser para la Siria y obligaciones para con la tierra. maríamos la tradición y la culla zona negativa de un mundo la Palestina romanizada del Son las nuestras, burguesías tura de América: algunas inrevuelto. Es que estamos, ami tiempo de Cristo, la innenarra que mueren sin haber animado dividualidades el go mío, en el umbral de un ble fanzilia de los Herodes. una sola gran fuerza espiritual. medio sórdido, rutinario e intiempo revolucionario.
Pers de la tierra misma, más Si estuviéramos en Europa se justo, lanzaron la flecha de su Advierto dentro de lo que que del escaso contagio urbano guramente que la muerte de profecía. Hombres que como pudiéramos llamar las formas de las teorías extranjeras, surese pensamiento burgués de Martí, como Montalvo, como típicas, suramericanas, de la ge este problema de la Revolu que habla Emmanuel Berl, nos González Prada, se irguieron Crisis universal, que este pro ción americana. Los grandes arrancaría algunas añoranzas inconiprendidos y heroicos; ceso revolucionario no está par diarios de nuestras ciudades y pensaríamos en ciertas co rocas volcánicas vomitando latiendo solamente del empuje que arriendan sus páginas al sas bellas que realizó la Cultu va, en la desolación de un va de las masas, de la agitación Capitalismo internacional y en ra burguesa en la hora de su lle gris. Si hubo alguna comde estos pueblos secularmente retribución sirven a sus lecto ascensión: pensaríamos en la prensión, alguna justicia para paciertes, sino en grado prin res las noticias de otras agen música del siglo xviii, en la esos profetas, fué la consagracipalísimo del carácter arcaico, cias capitalistas, ven en toda gracia de Mozart o en el pa. ción póstuma cuando habían anti noderno, feudal, de nues agitación de masas, en toda ar thos romántico de Beethoven; callado y muerto, y no eran ya tras clases dominadoras. Ellas, diente palabra verídica que lo leeríamos de nuevo el Wil sino :19mbres, nombres gloriomás que por la presión de las gre pronunciarse en nuestros hem Meister o Las afinida sos e inofensivos, en las págimasas, se están desbaratando países, la obra de Moscú. Con des electivas. penetraríamos nas amarillas de los libros. Con porque no saben resistir a la mayor derecho pudiera verse en las novelas de Balzac, la car ellos, con esos hombres fervoestrategia y los métodos del en las propagandas y consig nosa y jugosa epopeya de un rosos y solitarios, más que con capitalismo invasor, porque su nas de aquella opinión merce mundo ventrudo pero todavía el bric a brac grosero y anticoncepción del mundo, sus me naria, ia obra de Nueva York rebosante de vida, o abriría cultural de las burguesías crio. dios técnicos, los vicios socia o de Londres. Más que el pro mos un ensayo de Taine tan llas; con ellos, y con el pueblo les que usted desmenuza en su letariado misérrimo de nuestro seguro en el orgullo que ahora sufriente, quiere identificarse libro, las desarman ante quie naciente industrialismo o el nos parece candoroso, de su nuestro tenso destino.
nes vienen mejor equipados. campesino que aún mira a su siglo xix. Pero en nuestra Usted, amigo Melfi, ha senNuestras viejas oligarquías ru patrón como a un terrible dios América la Burguesía engordó tido este trágico deber conrales, las que desde México a blanco, las clases dirigentes de con los desperdicios de Euro temporáneo, y en las páginas de su libro afirma una volunChile, manejaban inmensos la estos países son las que efecti pa, en la incapacidad de crear tifundios con servidumbre, de vamente dependen de un poder un nuevo estilo histórico; fué tad de escritor que avienta tocanıpesinos tan desamparados extranjero, corruptor y anti una clase desarraigada y exdos los prejuicios y se dispone como los indios de la enco nacional. Junto al núcleo de tranjerizante que se mantuvo a comprender y vivir, el pelimienda colonial, pierden el las oligarquías, están esperan extraña a la verdadera agita gro y el hervor heroico de la control de la política, el domi do desde la Independencia su ción, al ritmo propio de la tie nueva hora.
rio de sus multitudes mansas, incorporación al Estado y a la rra. Usted sabe contar en páLo saluda efusivamente, su ante esta fuerza nueva y de plena vida jurídica, las grandes ginas convincentes algunos epi. compañero.
moníaca del capitalismo finan masas de la ciudad y del cam sodios de una larga lucha conMariano Picón Salas ciero. Juegan en este momen po, siervas hasta ahora del La tra la injusticia, contra el feuto de la vida suramericana su tifundismo, la Iglesia o el re dalismo desdeñoso de lo que Santiago de Chile, noviembre de 1982.
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