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REPERTORIO AMERICANO Sirena en el aula la playa.
mundo de hoy, buena sólo para el Claustro, de donde surgió. Tanto peor para el mundo! Durante los últimos siglos el Envio del autor nacionalismo y el militarismo han oscuA Julia Chavarría Dávila recido y confundido en tal forma la con Es lo común, cuando Homero ha ena do. En una extensión acariciada por el ciencia del mundo, que ya no puede esa jenado nuestra fantasía y se piensa en sol de enero, veía un leguminoso ejérciconciencia aprehender ninguna idea mosirenas, colocar a éstas en un marco de to de húmeda y simétrica verdura, con ral nacional. Ay de la moralidad si ca silencios regulados y espumas murmu los pies sustentados muy adentro de la pitula! No sólo la moralidad debe adap rantes. Luces, vida y color. uno en tierra, como todo ejército que defiende tarse a los hombres, sino también los sí mismo. Tal fué mi convicción en los instituciones. Hasta mucho tiempo deshombres a la moralidad, aunque sea pre tiempos de profesorado. Mi desdichada pués he venido a dilucidar por qué enciso echar abajo el punto de vista acep suerte quiso que nunca llegara a co. tonces precisamente me dí a entretejer tado. Fiat justitia pereat mundus, dirá cer una sirena, y los años siguieron ade recuerdos del mis viajes por mar. Usel mundo despreciativamente; pero no, lantándose a mi paso, retardado por el ted supone que la vista de las legumque diremos nosotros, pues debemos de orgullo de haber compuesto aquella fra bres me trajo ese pensamiento? Se equicirlo, Fiat justitia floreat mundus. La ci se que tan bien sonaba. Fíjese usted: voca, mi querido señor: nunca viajé en vilización europea ha fracasado no a cau sino le agrada aquello de silencios regu tercera clase de los vapores. Donde yo sa de la moral de la guerra de la edad lados y espumas murmurantes. Esa viajé servían carnes exquisitas. se baimedia sino por la inmoralidad de la gue hada malévola que hoy se llama Jefatu laba.
rra de la época moderna. Si ha de haber ra del Departamento. en vista de mi Fué otra cosa: se llegaban hasta mí, mejora alguna, hay que vencer la anar comprobada inconstancia para interrum en ondas oscilantes entre el silencio y quía moral que ha surgido, entre los di pir los sueños felices de los niños veo, el fragor, definidos rumores marinos. Si versos Estados, de la idea del Estado estoy viendo la hinchazón burocrática usted cerraba los ojos, tenía la certeza absoluto. La lex aeterna que está por del jefe al dictar el acuerdo me privó de estar contemplando y oyendo la agiencima de todos los Estados y que es de mi carácter de maestro para asumir tación salvaje de la ola, que golpea los base de justicia, debé de nuevo ser el el de inspector de escuelas, transforma maderos. Pero no convenía cerrarlos: fundamento del Estado. Las naciones ción que me llevaría mucho tiempo para la impresión de bogar en las líquidas llano se debilitarán por la necesaria limi aprender el nuevo papel. No más estar nuras era más exacta siguiendo el butación que se les imponga a sus dere me en el aula anchurosa, con mi erguida llir de un confuso tropel de nubes, enchos, sino que, al contrario, se fortale insignificancia de antena, recogiendo en tonces de paso en la mitad del patio. Pacerán. El mundo, la civilización, la so devota concentración el constante reto recía que era la embarcación imaginaria ciedad, la Iglesia, todos claman que la zo de inquietudes infantiles.
la que iba dejando atrás las móviles blanguerra sea abolida. Un mero sentido ¿No ha oído usted decir alguna vez que curas. el impreciso rumor de oleaje sentimental de esa necesidad no basta y Dios sabe lo que hace? Verdad rotunda, seguía desenvolviéndose, con todo el ritno puede satisfacer a ningún hombre amigo; porque a no ser por el cambio de mo y diapasón del mar, que usted y yo pensante. La abolición de la guerra, o designación que me otorgó un jefe ape tenemos tan sabido.
por lo menos la posibilidad de reducirla gado vilmente al medio y al modo, del Atreví unos pasos hasta el lugar a que hasta casi. abolirla, deben basarse en un funcionario cumplido, nunca mis ojos quiso conducirme mi presentimiento de sistema moral claro y bien razonado. estos mismos ojos con que a usted le esAquello no era propiamente Creemos que la teoría agustino tomista toy mirandom hubieran llegado a tener, una playa. Osi lo era isabe? pero puede prestarle al mundo y a la Igle en los límites sentimentales de la cerca. algo extraña. Las olas eran representasia este servicio.
Precisamente porque nía, a una sirena. Una sirena, sí señor: das, como en cualquier teatro de, vanhace tan difícil la raison etre de la gue una sirena de esas que hoy sólo pueden guardia, por unos diablillos animados, rra, resulta ser esa teoría la más prácti hallarse en el disciplinado batallón tipo hermosos y traviesos. Gritaban. Era la ca y la más útil que puede razonarse por gráfico de ocho puntos, en una edición suma de todo ese júbilo despreocupado completo y adaptarse a la nueva con barata de Homero o entre aquellas ine el rumor que yo percibía a la distancia.
ciencia moral que ha nacido de la agonía fables figuras de azúcar, sirenas con gui No se imagine que la seguridad de hade la guerra mundial. La conciencia mo tarra, que despiertan la gula del niño llarme frente al mar se vió desvanecida.
derna exige imperativamente aquel ju pobre en los mercados populares. Porque además de que ante el espectácudicium superioris, aquel tribunal de jus Suele ocurrir de la siguiente manera: lo la suposición no sólo esquivaba la deticia que esté por encima de las cortes sale uno de su casa, con el nombramien rrota, sino que se iba ciñendo a los conde los Estados y de los derechos de las to de inspector de escuelas en el bo! 20 tornos de una realidad vivida y palpanaciones, cuyo fracaso constituye, según izquierdo de la americana. Para iniciar ble, mis ojos presenciaron el prodigio: Santo Tomás, Ya única justificación de la las funciones, se dirige el andar a la zo flotando como una sirena en aquel mar guerra.
na determinada. Nuestro vivir también de buenos colores y rebeldes sonidos, esse divide en zonas: de necio se puede pa belta, rotunda de perfeccioncs, con la Franziskus Stratmann, sar a imbécil. Conviene que al poner cabellera alborotada y el otro océano de su personalidad escrita en letras de Re los ojos lleno de humedad y frescura nemington en manos de la directora del tamente submarinas, se dejaba mecer por INDICE kindergarten, adopte maneras y actitu el dichoso oleaje de mi hallazgo la fi. des scierines. Después, no es extraño gura mitológica y tan cierta y amadaque cuando usted ha cedido el lado de de Yula.
recho a la matrona como debe hacer Antonio Acevedo Escobedo toda persona decente y ella se dispone LIBROS QUE LE INTERESAN: a mostrarle la organización de las aulas, México, 1932.
surja un feliz e imprevisto llamado del Roy: Revolución y contrarrevolu deber, que a usted le proporciona el alción en China. 10, 00 borozo de quedarse abandonado en un Henri Rollin: La revolucion rusa. 11: Del Marxismo al Nacionalismo.
corredor cualquiera del colegio, a solas 50 Otto Ruhle: El alma del niño proletario 50 con su soledad. Es lo que me ocurrió el Ernesto Scheneider: El Psicoanálisis y la primer dia de inspección. InspeccioPedagogía Abogado y Notario 50 nar qué? Las guaridas del corazón queR. Tawney: La segunda enseñanza dan ocultas. José Ortega y Gasset: Rectificación de la Me quedé inmóvil, con desahogado OFICINA: República. Articulos y discursos 50 placer, en el caudaloso perímetro que Fernando Tonnies: Tomas Hobbes. 00 ocuparon los cchenta kilos, ya ausentes, 125 varas al Este del Almacén Federico Nietzsche: Así hablaba Zaratusde la directora. En donde estuvo aquetra. 25 Robert, frente a Reimers.
lla mole de grasa, ahora se instalaban Solicitelos al Admor, del Rep. Am. los jóvenes aires del jardín y el sembra.
OCTAVIO JIMENEZ para todos. 25 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica