REPERTURIO AMERICANO esas malas acciones del niño que des más hidalgo, más evangélico todavía: su el machacar horrendo de cuarenta, de sepiertan tan amargas ideas sobre la na corazoncito sabe olvidar.
senta largos años de vida en común, de turaleza del hombre, en algunos psicó Nervioso, espontáneo, estallantc, ma vida artificial, de imbecilidad y perverlogos puede decirse que son mecáni no larga. se yergue repentinamente en sidad circulantes.
cas; instinto de imitación, habilidades lo mejor de sus fraternos idilios y se lan Dentro de su debilidad, de su sometide bestiecita sabia, precocidad artificial za sobre su compañero de juegos, elás miento, de su condición de extranjero provocada desde afuera, entusiasmo tico y rápido como una fierecita sobre recién desembarcado; dentro de la tigimnástico, emulaciones de sportman, otra fierecita. Luchan, bregan, se gol ranía moral y física que le circunda y simulación de iafamés competencias, sen pean, se muerden y ruedan por el santo le vigila, lucha valerosamente con el tido artístico rudimentario, lección bien suelo reciamente apretados lo mismo que valor de la inconciencia contra todo lo aprendida, pero jamás bien entendida. dos atletas, hasta que algún transeun impuro, injusto y falso que diariamentc.
Su inocencia escandalizada, prostituída, tc, algún vecino contemporizador, el mis hora por hora, minuto por minuto, le imenvenenada, descarriada, hecha pedazos, mo perverso que les hizo enfurecer, les ponen sus abuelos, sus padres, sus herhecha trizas, hecha polvo, convertida en. separa como a dos gallos.
manos, sus tutores, sus amos, sus macsfango nauseabundo. todavía es ino. cuando sus madres, después de rui tros y hasta el postrer viejecillo insercencia, porque todavía es ignorancia! dosos altercados y apostrofaciones lapi vible como un tornillo gastado, que, ai Entre los harapos y los terciopelos, dantes, ya enroniquecidas y sudorosas, pasar tambaleante de ajenjo por un gruentre la vianda exquisita y abundosa y aun se amenazan con los puños y se ju po de rapazuelos bulliciosos, se permite el pan duro y escaso, entre los rítmicos ran entre dientes un odio calabrés, sin gravemente anionestarlos y dictarles su ademanes del salón y del gimnasio y las tregua, maquiavélico; mortífero como el decálogo como un Moisés tabernario y.
zafias gesticulaciones de una vida monalma cejijunta de los Borgia que vaga, crapuloso.
taraz, entre las perversiones de la calle todavía, por las encrucijadas pavorosas esta reacción de la niñez sobre las, y las atávicas moralidades de un hogar del Vaticano, ellos, los dos rapaces, las diversas moralidades de su ambiente, a patricio, entre los que algo saben y pre dos pajuelas ardientes que inflamaron estos contragolpes infantiles sobre los tenden saberlo todo y los que no saben aquella vorágine, los dos causantes invo golpes caricaturizantes de las circunsnada y quisieran saber menos entre los, luntarios de aquella gresca formidable, tancias, llaman generalmente algunos firicos y los pobres, los hartos y los hamfraternalmente avenidos, hermosamente lósofos taciturnos esos que no abren los brientos, los sabios y los ignorantes, los reconciliados, recíprocamente atraídos labios sino para destilar odio algunos malos y los buenos se abre para la ge como dos electrones en el espacio más intérpretes de Darwin, acaso interesados neralidad, para la casi totalidad de los angelicalmente que todos los ángeles, en cientificar sus propias amoralidades, provectos de uno y otro bando, desde más santamente que todos los santos del. y algunos maestros encolerizados: inshace millares de siglos, un foso enorsantoral, más sabiamente que todos los tintos bestiales, impulsos natos de re.
me, un precipicio insondable que el Evan sabios que en el mundo han sido reanu gresión hacia los salvajes sentimientos gelio mismo no ha logrado rellenar to dan su interrumpida diversión como si primitivos. Sin entrar a dilucidar nindavía con la montaña de su doctrina. el trágico instante que duró su reyerta, guna vez si es el niño el que tiene la raPero el niño echa dentro de aquel preellos y la humanidad, ellos y el sol, ellos zón dentro de su alma pristina, o es el cipicio la enormidad de su candor y lo y el universo, no hubieran sido en os adulto, el provecto, quien aquella razón colma hasta los bordes; pero él pasa por tiempos nunca jamás, ni siquiera como tiene dentro de su psicología atormentaaquel foso sin la mínima dubitación, sin una tentativa, ni siquiera como un es da, enceguecida, connaturalizada con la el mínimo esfuerzo, como el Divino Maes bozo, como una ilusión, como un desig injusticia y la sin razón; sin entrar a distro sobre las olas del mar, como el Esnio lejanísimo en la mente flamígera del currir los garrulos pedantes esos, que Creador.
píritu de Dios a lo largo del Infinito, ese hombre salvaje, ese ser primitivo, como el ángel resplandeciente de la de El esqueleto humano es la máquina ese ente fabuloso, a quien, dicen ellos, mocracia, como un gigante colosal de la más perfecta de movimientos útiles y es sería espantable retrogradar, fué el que confraternidad humana, para quien no téticos, y el cerebro humano es la máqui concibió la vida superior, fué el que traexistieran ni depresiones ni elevaciones na más perfecta de juicios útiles y bellos. zó el plan inconmovible de todas las cifísicas o morales suficientes a determi Todo esto es en sí mismo, por defini vilizaciones habidas y por haber, con su narle en su avanzar de Júpiter, en su proción, en principio.
solo instinto de lo mejorcon su sola longación de rayo de luz, en su órbita Porque las enfermedades o adquiri voluntad inquebrantable de progreso; de de astro. andrajoso y mugriento co.
das o hereditarias entorpecen el juego manera que no sería tan horrible, no semo un pañuelo de batista pisoteado en libre y cadencioso de aquel artefacto ma ría tan catastrófico hundirse algún día, la vía pública, cae en el regazo de la du ravillante de músculos y de huesos, que siquiera por unos segundos, en el antro quesa que le acaricia y le consuela con es el cuerpo humano; y los prejuicios do de sagacidad de aquel espíritu como en la misma naturalidad, con el mismo fi minantes, los conceptos falsos, los ins un baño de luz, como en una atmósfera lial abandono que en el regazo de su protintos desorbitados o absorbidos en la de oxígeno, como en un mar sin fondo y pia madre; y envuelto en sedas y cubier atmósfera social, o incrustados en el alma sin orillas de soñaciones estupendas. to de pieles y de perfumes como un pepor la fatalidad de los atavismos, agotan, Mirad como el niño piensa mejor, más queño príncipe de leyenda, se arroja en retuercen, malparan, obscurecen, entur positivamente que muchos hombres, y brazos de la pordiosera sórdida y repug.
bian aquella fuente de milagros, aquel cómo puede ser el maestro de sus maes.
nante, si la purdiosera le sonríe, o se ovario de ideales, aquel taller de belle tros, cuando sus maestros no han leído lanza a rodar en el polvo del pavimento.
zas, aquel centro irradiador de vida su tanto como para ponerse tan estúpidos mostrándose superior a la tiranía de sus prema útil y agradable en los tiempos como un pavo real.
lujos abrazado al primer desarrapado que es el cerebro humano.
Os juro por mi honor, por los huesos de su edad también superior a la tiraPero el niñc un niño cualquiera de hechos polvo de mis padres, que las vernía de sus andrajos, que le invita a la los que están en esa platea o de los que dades que voy a establecer me las han sulucha, como un peirillo con otro perrillo, ambulan ahora mismo por los ámbitos gerido con sus gesticulaciones, con sus o dos corderos que triscan, o dos ángedel mundo todavía está más cerca de la miradas, con sus monosílabos elocuenles en el paraíso, o dos almas en el éter, humanidad misma, de la humanidad por tes, los niños de mi casa, todos los niños o dos lenguas de fuego en la sombra, o definición, del Adán ideal, que el mejor que han honrado y santificado mi casa los dos extremos de la humanidad la de nosotros, que el más sapiente de los con su augustà presencia.
miseria excesiva y la excesiva abundan mortales; porque la chispa de hombre Todas las familias, aun las más pobres, cia que se entrelazaran y se fundieran mismo, de hombre símbolo, de hombre tienen sus pobres. Esa voz lamentosa para siempre en un intenso, inacabable, padrón con que el niño viene a la vida que clama desde el portal, esa voz empadecisivo, categórico, terminante beso de de relación sin cinbargo de sus perso pada en lágrimas que implora en nombre amor!
nales taras atávicas, históricas y fami de Dios y llama sobre los moradores de El corazón del niño no se reduce a per liares aun no ha sido deformada, dese la casa la protección de todos los santos, donar. Su corazón es más caballeresco, quilibrada, deslucida del todo en él, por. es un lujo barato que puede darse cual Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica