Imperialism

REPERTORIO AMERICANO Hégel y América Del No. VII de El Espectador. Madrid o se III de los Estados Unidos ha impedido que esta circunstancia haya causado su ruina Hemos visto que las civilizaciones in total. Y, sobre todo, dice Hégel, esto dianas eran para segel formas de vida que hoy nos produce gran sorpresa: antehistoricas y pertenecían a la Prehis Es un Estado en formación: no está lo toria, a la Geografía, como la planta y la bastante adelantado para sentir la necefiera. Por esta razón le parece todo el sidad de la realeza. La idea de que continente un todavía no. una madru Prusia llegase, andando el tiempo, a sagaaa ae humanidad. Cuando pasa a con cudir su monarquía, como se sacude el siderar los nuevos Estados surgidos de nombre una pesadilla, no debió pasar la emigración europea, Hégel mantiene nunca por la mente de Hégel. Tocamos este punto de vista. No se deja arrastrar aquí en un punto concreto la enorme por el dato primario de que esos Estados limitación del pensamiento hegeliano, vivan de un material humano proceden su ceguera para el futuro. El porvenir te de Europa y, por tanto habría de le desazonaba porque es lo verdaderapensarse plenamente actual.
monte irracional y, en consecuencia, lo Distingue ante todo entre Norte y que estima más el filósofo cuando anteSud América. Hegel padecía una espe pone el apetito frenético de verdad al cie de patriotismo protestante y detes afán imperialista de un sistema. Hégel taba ei Catolicismo. Por esta razón se hace hermético al mañana, sc agita dedica a los Estados Libres del Norte desasosegado cuando roza algún albor, su mejor benevolencia y describe, con pierde la serenidad y cierra dogmáticapoca simpatía las naciones católicas del mente las ventanas para que con nuevas Sur. Sin embargo, la diferencia del tra posibilidades Juminosas no entren voto no le lleva hasta separar el destino lando las objeciones.
y la significación histórica de uno y otro Sin embargo, sin embargo.
Hélóbulo continental. la postre los cali gel no se va nunca de vacío. En sus tica idénticamente. América del Sur. errores, como el león en sus mordiscos, dice ha sido conquistada; predominan se lleva siempre entre los dientes u.
en ella el poder militar, el clericalismo, buen pedazo de verdad palpitante.
la tesaurización y la vanidad de títulos He aquí cómo expresa. con variadas y honores, América del Norte, en cam fórmulas. la razón de que América no bio, ha sido colonizada, se orienta en haya comenzado aún su plena vida de el principio de la industria y del protes Estado. Un verdadero Estado y un vertantismo, sostiene la libertad del in dadero gobierno sólo se produce cuando dividuo.
ya existen diferencias de clase, cuando Si ahora comparamos la América son grandes la riqueza y la pobreza y del Norte con Europa, hallamos allá el cuando se da una situación tal quc.
ejemplo perenne de una constitución remasa ya no puede satisfacer publicana. Existe la unidad subjetiva; necesidades de la manera a que estaba pues existe un presidente que está a la acostumbrada. Pero América no está cabeza del estado y que como pre todavía en camino de llegar a semejanvención contra posibles ambiciones mo te tensión, pues le queda siempre abiernárquicas sólo por cuatro años es to el recurso de la colonización y conselegido. Dos hechos de continuo elogia tantemente acude una muchedumbre de dos en la vida pública son: la protec personas a las llaruras del Mississipí.
ción de la propiedad y la casi total Gracias a este medio ha desaparecido ausencia de impuestos. Con esto queda la fuente principal de descontento, y indicado el carácter fundamental; con queda garantizada la continuación de la siste en la orientación de los individuos situación actual. luego: La clase hacia la ganancia y el provecho, en la preponderancia del interés particular, que si se aplica a lo universal es sólo para mayor provecho del propio goce.
DIVINA ACTUALIDAD No deja de haber Estados jurídicos y Envio del autor una ley jurídica formal; pero esta legalidad es una legalidad sin justicia. Por Vida, Señor, eso los comerciantes americanos tienen que sea como ese mar la mala fama de que engañan a los deque va a la rompiente más bajo la protección del derecho.
que con ser su final (182 183. regresa eternamente.
En cuanto a la política, NorteaAmor sin olonal, mérica no puede considerarse todavía tú que lo puedes, Reden! or!
como un Estado constituído y maduro.
Esto parecerá absurdo a los americanos Dejame mis pecados que se consideran, apenas nacidos, al que tiempo habrá de cuenta; cabo de todas las perfecciones constitu dejarme sin pecados cionales. Hégel les imputa lo que ellos es vida en osamenta.
más estiman: su carácter federativo y republicano. Para el filósofo son ambas Ahora lo que has de darme, formas de pluralidad sin efectiva unidad Divina Actualidad!
superior y representan organizaciones que nada he de llevarme; políticas inestables. Es dice un desnudo de pasiones iré a la Etemidad, Estado federativo que es la peor forma Max Jiménez de Estado en el aspecto de las relaciones exteriores. Sólo la peculiar situación Coronado, enero del 22. Véanse las entregas 23 y 24 del tomo anterior)
agricultora no se ha concentrado aún, no se siente apretada, y, cuando experimenta este sentimiento, le pone remedio roturando nuevos terrenos. Anual.
mente se precipitan olas y olas de nuevos agricultores más allá de las montañas Alleghany para ocupar nuevos territorios. Para que un Estado adquiera las condiciones de existencia de un verdadero Estado es preciso que vea sujeto a una emigración constante y que la clase agricultora.
imposibilitada de extenderse hacia afuera, tenga que concentrarse en ciudades e industrias urbanas. Sólo así puede producirse un sistema civil y ésta es la condición para que exista un Estado organizado. Norteamérica está todavía en el caso de roturar la tierra. Unicamente cuando, como en Europa, no puedan ya aumentarse a voluntad los agricultores, los habitantes, en vez de extenderse en busca de nuevos terrenos, tendrán que conder sarse en la industria y en el tráfico urbano, formando un sistema compacto de sociedad civil, y llegarán a experimentar las necesidades de un Estado orgánico. Es, por tanto, imposible comparar los Estados libres norteamericanos con los países europeos; pues en Europa no existe semejante salida natural para la población.
Si hubieran existido aún los bosques de Germania no se habría producido la Re.
volución Francesa. Norteamérica sólo podrá ser comparada con Europa cuando el espacio inmenso que ofrece esté lleno y la sociedad se haya concentrado en sí misma.
He transcripto tan ampliamente estos párrafos de Hegel no. sólo por el interés inmediato que tiene siempre oir el son de su palabra. son trozos tomados casi taquig ficamente de su improvisación oral en la cátedra. sino porque poniéndolos ante los ojos del lector nuedo permitirme dar de ellos una interpretación más rigurosa, más hegeliana, a mi juicio, que su propio sonido letra. Detrás de esa definición concreta de la realidad americana late teoría general nunca expuesta por Hégel pero fácilmente destilable del contexto.
No olvidemos que la Historia no empieza, según Hégel, sino cuando el Espíritu empieza a descubrirse a sí mismo, a reconocerse como tal Espíritu. La Na.
turaleza o ante historia es también Espíritu, pero lo es precisamente en cuanto el Espíritu se ha escapado de sí mismo, se ha enajenado y perdido fuera de sí, en suma, se ha ignorado y desconocido.
Dicho grosso modo. paisaje que vemos no es, en verdad, sino un cua dro que el Espíriu pinta o proyecta ante sí. Si lo tomamos aparte, ingenuamente, según. aparece, juzgaremos que existe por sí y que no proviene del Espíritu. Pero todo cuadro es emanación de un pintor que en él ha puesto su intimidad espiritual. Su realidad no es, pues, independiente del creador, sino que es el creador mismo transpuesto y como traducido en un medio que aparentemente no se parece nada a él.
Pues bien: en esa definición de Amé.
la gran una Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica