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REPERTORIO AMERICANO 281 En el XXI aniversario de la muerte de Coşta (8 de febrero de 1932)
Discurso de Fernando de los Ríos en Zaragoza: sobre la obra de la República De El Sol. Madrid. es Costa el símbolo del dolor de la España de 1898. Es el símbolo de la tenacidad aragonesa, del denuado aragonés y de la persistente continuidad en el esfuerzo aragonés. hablo de Costa conmovido porque hay un instante en mi vida en que yo, muchacho, entré en relación con el que estaba, a su vez, en el momento de su ocaso fisiológico, pero en la plenitud ideológica.
COSTA EL 98 Recuerdo palabras suyàs, que luego he de mencionar, que revelan hasta qué punto esto era así.
Però aquella enfermedad de su alma era lo que le inspiraba sus denuestos corajudos, su ira densa, sus arrebatos pasionales. Era Costa en este sentido totalments inimitable, porque tenía exactamente los :nismos caracteres que Leopardi en la poesía: romanticismo apasionado, romanticismo enfermo. Era el símbolo de la desesperación romántica en el mundo político. Era un alma dionisíaca, pasional, frente a un alma apolínea, serena.
Joaquín Costa NO HACE FALTA UN HOMBRE: HACE FALTA UN PUEBLO Gracias a Costa y algunos pocos hombres de aquel momento, España sintió aquella emoción que llaman los médicos modernos. catártica. curativa, purgativa, que determinó toda una crisis interna.
Volvía el que os habla de estudiar en las Universidades alemanas. Era en 1910 y entonces encontré a Costa en la Institución Libre de Enseñanza. Comenzaba yo a investigar para publicar alguna historia política cspañola y de nuestro imperio colonial hasta el siglo xviii. Hubo una ocasión en que comimos juntos y conté yo a mi tío, y recogió Costa aquello, el hallazgo que había hecho en el Archivo Histórico Nacional. Me encontré con un papel inédito que era un: poesía anónima repartida por Madrid er los primeros años del siglo xviii, cuando estaba Felipe en España, y la poesía dice así: Castilla parece provincia asolada y sus pueblos campos sin labranza.
Milicia desnuda, nobleza descalza, plebe pordiosera, nación apocada.
Como veis es un aguafuerte propio de Goya, propio de Quevedo; pero propio, a su vez para inspirar a Costa, y cuando yo se lo dije, Costa pronunció estas palabras que nunca he olvidado. Giner le dijo a Francisco. ésa es España. No, Joaquín contestó Giner. Esa fué España. España es ya otra.
Giner: hace falta un hombre. Joaquín: lo que se necesita es un pueblo.
He aquí dos maneras de ver la historia. He aquí dos modos de concebir la vida política. Para Costa eran los grandes hombres quienes habían de hacer los pueblos; para Giner es de los pueblos de donde brota en determinadas circunstancias el grande hombre. Es el pueblo el que hace posible el gran hombre, aunque luego el gran hombre secunde al pueblo y lo enaltezca. Es para Costa el lema del despotismo ilustrado del siglo xviii: Todo para el pueblo y nada con el pueblo. Para Giner el lema es el que representa el lema de la ciencia pedagógica en el siglo xix, y que dice: Lo que no se hace con el pueblo no se hace para el pueblo.
DOS POLÍTICAS Dos políticas nacen de aquí. Para Costa el problema estaba en tutelar al pueblo. De aquí que cuando llegó a una concepción republicana abogó por una República presidencialista. Es que Costa no amaba al pueblo? Era el amor de sus amores. Aquí está la intima tragedia de Costa. Era un pesimista, profundamente pesimista en cuanto a España.
Era un pesimista porque era un impaciente, nada más que por esto. Pesimista hasta el punto de que llegó a creer que el problema de España, la causa del atraso de España, depende de una razón biclógica, étnica, de una contextura racial de España, de que España es pueblo de hombres mediterráneos y éste es un hombre inferior. De aquí que él considerase esencial para el porvenir de España que mediante un cruce biológico el hombre mediterráneo llegara a convertirse en hombre europeo. Había un pesimismo raciai en Costa, y cuando se basa en una concepción de este género ya no hay lugar a la esperariza. Aquí está la clave de algo que conviene saber: si se piensa que somos como somos porque no podemos impedirlo. qué nos queda sino la tristeza de esperar que se cumpla nuestro destino histórico? Y, sin embargo, Costa piensa que hay que hacer algo. es que entre su visión teórica y el tirón de su espíritu artístico y del amor humano triunfa la visión plástica de la España que quería cincelar.
con buena voluntad sobre la falta de posibilidades raciales.
LOS GÉRMENES DE LA NUEVA ESPAÑA he aquí ahora a la joven República española que viene a ZaTagoza a hacer examen de conciencia :Es que la República española ha recogido o no ha recogido como testamentaria de Costa sus. ideas cardinales? Evidente. Lo que fueron ilusiones, lo que en 1907, en el mayor de los silencios, lograban los discípulos de Francisco Giner de los Ríos que se incrustase en la organización pedagágica española. Escuela Superior del Magisterio, Junta de Ampliación de Estudios, Escuela de Criminología, Residencia de Estudiantes, esto han sido los gérmenes de la nưeva España. Estos han sido los gérmenes que posibilitaron el advenimiento del régimen nuevo. En 1907 la simiente fué tirada silenciosamente al surco. La República española recoge el resultado de aquella siembra. Costa se deben las dos palabras que se escribieron como señal de guerra: escuela y despensa.
EL ESFUERZO CULTURAL ¿Qué ha hecho en esto la República española? El mes próximo terminará el Ayuntamiento de Madrid, de acuerdo con el Estado, el programa que con caracteres urgentes se había trazado. En esta hora van terminados, en los diez meses escasos que han transcurrido desde la implantación de la República, 195 escuelas en Madrid. El mes próximo de marzo se habrá realizado el programa que comprendía 225 escuelas. Hace dos semanas se han subastado en Madrid 16 grupos escolares por valor de 13 millones de pesetas. Es decir, al terminarse los 16 grupos ya estarán terminadas las 225 escuelas y se habrá hecho en Madrid, en la esfera de la cultura, esfuerzo igual al que había hecho la Monar Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica