156 REPERTORIO AMERICANO bios. Van lentos los mendigos, arrastrando pie que elefantiasis deformo: Lentos, toqueteando bastón porque son ciegos: Lentos, apoyándose contra la pared porque son viejos: Lentos, con el cuerpo doblegado, apestoso a cáncer: Lentos, escondiendo la cara que las viruelas dejaron más horrible que máscara de diablo mantudo: Lentos y temblorosos, quebrados cel espinazo, cargados de úlceras, ardiendo en fiebre, medio tullidos, deformes, imbéciles, tristes. El dolor les hace miel la palabra.
En cada casa se han ido recogiendo, toda la semana, los centavos de los vueltos del mercado, de los vueltos de la pulpería, para dárselos, el sábado, a los pobres. En León ésa es la costumbre.
Salomón de la Selva El caz a dor de moscas Envío del autor. Santiago de Chile Mi infancia fue como una especie de Edad Media, encendidas de luna, o radiantes de tu sangre, Arequipa, un caos con sus miedos, sus encuentros fortuitos con el Diablo, para sentirme quemado de ambiciones, para sentir besos frustrados de mi prima Lola, y preguntas en todas las veredas. que yo también crecía todos los días como tus montañas, Arequipa, Un querer regresar a la tierra. Por ejemplo. Mamá ¿me paso y hasta tus torres eran manos de abuela que bendecían!
a tu cama? queria que mamá tuviese razón cuando decía Mamá me ecuenta que no jugaba de niño como niño y que me a papá. Ya se verá. Claro! Ya se veria como el cazador sabia el nombre de sueños podía por ejemplo hacer hasta una casa. Eso es de todos los animales de aquel libro, y que con la tristeza infinita la idea de una casa quedó sembrada en la palma de mi mano.
de un hombre ¿Pero cómo? Papá ya estaba cano y nosotros no teníamos más plata me iba a un rincón a dibujar los sucños que esa de sus sienes.
de mi corazón, los fantasmas de mis miecos. De qué raices me subían pensamientos?
La harin con mis triunfos. Triunfaría, caramba! La pintaría de azul Sería yo un átomo en las sienes febriles del mundo?
como el viento cuando revoca de cielo al Misti, al Chachani, Por qué vine yo a la tierra con un alma más grande que la al Pichupichu!
ciudad en que nací?
Construiría sus paredes con las arrugas de mi cara, y sus ventanas mordederas humanas, carcajadas Me acuerdo bien: me daba pavor el Señor Jesucristo y dulzura humanas. Sus tejados serían. mis mil y una noches degveladas.
Leonardo.
Cuando vi a la Gioconda, al verla fea, pensé que yo era un poco tardo. Fue asi. fue así: mi casa creció, se desnudo como una crisálida.
de entendederas. Pero decia para los utros: Qué maravilla Yo vi las recuas de borricos que trajeron los sillares, Dios santo! Y, cosa extraña, sentía que Gioconda y mamá eran cada sillar que caia era como un soneto nunca escrito.
una misma.
Vi las zanjas pari el cimiento, tumbas de pensamientos Una voz subconsciente gritaba: Te tendré, te tendré en mis míos, de vergüenzas mías. Sentí como cantaba el pico en el sillar manog, Vida!
que es carne de volcán. Toda Arequipa está tallada en carne de volcán. Así era yo de triste, de meditabundo. así era de infinito el hombre que fermentaba en mi oscuridad de pequeño gusano en espera Hice números, yo! Convertí libros en libras. Los 60 años de papá de un ala, vigilarán. y que siente paredes, calles y los bigotes paternales me dije. me volvi a mi Lima para sufrir por el amor de una Rosa sobre esa ansia de crecer, de subir que alzaba en mi sus grandes que no era Santa y era mía, infernalmente mia velas.
con juramentos que rompía a cada rato. Y, entretanto, papá me escribía: Por eso me evadia al campo, al Puente de Fierro, a Chilina y Crece la casa. Ya la verás. Los vecinos murmuran que estamos ricos.
me abandonaba ¿Estamos. El cazador de moscas en plural al cielo como un puñado de polen y ucjaba mis pulmones al viento.
con mi buen papá que tenía hasta cuatro galones de militar?
Allí la brisa era buena como vaca para mi corazón ternero.
Los pájaros metian el ala en cada esquina de mi vida, Mi sonrisa levantaba los hombros, como suele la brisa nubes pasaban muy altas como las cimas de las cimas.
cuando le liace el amor un gorrioncito de esos que cazaba con liga.
Qué paz, qué alianza con los dioses hijos de esas nubes Vírgenes Marias! ahora tengo casa. Florece alli mi madre su corazón de manjar blanco y mis hermanas son cuatro cascabeles en mis alas.
Pero, ay Dios mío! Papá le decía a mamá. Para qué sirve Alberto? Se está siempre como un bobo mirando volar las muzarañas.
Se ha poblado de rosas el jardín, se na poblado de risas Si fuese un hombre! No se como con versos. Qué quieres que y de sonrisas aquel maternal. Ya se verá!
hagamos con sus sueños? en verdad yo miraba volar en mi, qué cosas! Miraba Tenemos un perro de ojos de oro, árboles frutales en el huerto volar. Sentía una3 alas. Sentía a los sapos cantar en su tainborcito.
y no faltan en los amaneceres los sapitos como de cuento Mamá se ponia triste, pero valientemente le decía. Ya se verá que me enseñaron a cantar. Mi padre dice ya en cada final de carta: Bendito seas Manuel Maria, déjalo, ya se verá. Cuando el nació yo se lo ofreci hijo mío; cuando volverás a los brazos de tu ciudad? mama: San Francisco. Ven prontito, hijo mo, para vernos dichosos. mis hermanas. No te hagas extrañar.
Se verá decias madre mia. Pero no se veía. Para qué servire Dios mío, para qué vine a la vida? Para pasarmela cazando nubes, para mirar crecerme el alma en el silencio dulce, para quitarles a las moscas el cielo que tralan en la espalda. Es que naci para procrear en mí un alma inmensa como una gallina clueca. Es verdad. Debo volver. Ya estoy maduro de silencios; en mis hombros se han ido quedando mil lunas, ciudades, polvo de cielos extranjeros.
Yo construí esa casa para que empolle sus huevos mi soledad, para tener el derecho de poner la mano en la mejilla y ver tranquilamente como el alma me crece y perfuma como una clavelina. No será bien dulce pensar que mientras leo un libro mi madre me mira?
Alberto Guillén 1932, Si; algo grande había en mi. Era yo como semilla que se moría en la vida para otra vidu. Me bastaba mirar el cielo alto con estrellas en noches de junio, con nubes carabelas Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica