REPERTORIO AMERICANO 57 Un cuento de Quiroga Charla radiotelefónica pronunciada por la Hora Cultural, Buenos Aires Suele hablarse de libros recientes. Voy ner el vértigo huyente del tobogán, con a referirme a uno entrado en años. Se puuna patada de mula al final. El contragolblicó en 1918. Se llama Cuentos de amor, pe puede ser del género que se quiera, pede locura y de muerte. Su autor: Horacio ro si las frases finales no cquivalen en inQuiroga.
tensidad, en intención o en sorpresa, a la Hablaré especialmente de uno de los intensidad, la intención o la sorpresa del cuentos del volumen.
resto de la producción, el cuento no vale Se llama El solitario. lo hago porla pena de ser escrito ni leído. El lector que lo creo plenamente grado. Al hablar sentirá que ha sido objeto de un abuso de a Uds, tal vez no conserve siempre una proconfianza. Diez minutos de curiosidad, se lijidad académica. Desde ya pido perdón.
dira, para que después nos hallemos en Siempre recuerdo una frase de Rudyard presencia de un caso sin importancia! Se Kippling. Decía así: Al tirano hay que sentirá defraudado.
hablarle siempre claro. en materia puOtro requisito, peligroso pero necesario.
bliscitaria el exigente y el tiránico, es el Al escribir un cuento hay que exagerar público.
algunos rasgos secundarios.
El argumento de El solitario es el siVoy a dar la razón. La creación artísHoracio Quiroga guiente: Hay en el mundo un matrimonio tica pierde un poco de energía al pasar de judío. El es un pobre hombre en cuanto la cabeza, al papel. Sufre un debilitamiena carácter y un verdadero artista como ento que es necesario tener en cuenta, Pengarzador de joyas. La mujer es am. El solitario sar exageradamente, pues, no equibiciosa; está ansiosa de tener luvale a realizar obra exagerada. Es De Cuentos de amor, de locura y de muerjos de piedras, seda y pieles. Todos añadir a lo creado una sobrecarga te. Editorial BABEL, Buenos Aires. 1925 los días, la mujer padece la enviKassim era un hombre enfermizo, joyero de de vigor, para que el desvaimiento dia de ver cómo se engarzan las subsecuente, se haga a expensas del profesión, bien que no tuviera tienda establecida.
joyas que irán a parar a manos de Trabajaba para las grandes casas, siendo su esexceso y no de las partes vitales de otra. incita al cónyuge a que pecialidad el montaje de las piedras preciosas. Pola narración.
aumente sus ganancias, de cual cas manos como las suyas para los engarces de.
Seguramente, Quiroga pensó esquier modo. Quiere, por sobre to licados. Con más arranque y habilidad comercial, te cuento, y desde luego los magdas las cosas, que robe el solitario hubiera sido rico, Pero a los treinta y cinco años níficos relatos de Misiones que hay ique en ese momento engarza iel proseguía en su pieza, aderezada en taller bajo en este libro, aplicando tal procedila ventana.
marido en un largo alfiler de oro.
miento, que llamaríamos de progKassim, de cuerpo mezquino, rostro exangüe natismo intelectual. Este relato hePara espolearlo, lo increpa y hassombreado por rala barba negra, tenía una muta le confiesa que le ha sido infiel.
cho sobre personajes que vemos tojer hermosa y fuertemente apasionada. La joven, El hombre accede. Le dice que dos los días y pasiones tan repede origen callejero, había aspirado con su hermocuando termine el engarce le dará tidas, conservan un mismo vigor sura a un más alto enlace. Espero hasta los veinel alfiler y el solitario. cumple te años, provocando a los hombres y a sus vecinas en toda su extensión. No hay un su palabra, mientras la mujer duer con su cuerpo. Temerosa al fin, aceptó nerviosasolo momento en que el relato dime. Le da el solitario unido al alfi mente a Kassim.
suene. por lo débil, con las esceler. Pero clavado en el corazón.
No más sueños de lujo, sin embargo. Su manas violentísimas de las imprecaPor lo pronto esta narración tierido, hábil artista aun, carecía completamente de ciones, ni con su trágico final.
carácter para hacer una fortuna. Por lo cual, mien para finalizar voy a referirme ne un argumento neto y rotundo. tras el joyero trabajaba doblado sobre sus pinzas, a un punto, que por lo menos yò, conste que yo no llamo argumen ella, de codos, sostenía sobre su marido una lenta no he ha tratado en parte alto a la secuencia retórica de exory pesada mirada, para arrancarse luego bruscaguna. Me refiero al problema de dio, nudo y desenlace. Llamo ar mente y seguir con la vista tras los vidrios al tranlos nombres de los personajes.
gumento a lo que llama asunto mi seunte de posición que podía haber sido su marido.
amigo Mallea, una idea central que Cuanto ganaba Kassim, no obstante, era para Quien no haya intentado alguna vez constituye, en el cuento, el foco ella. Los domingos trabajaba también a fin de poescribir un cuento, creerá que es irradiante de su dinamismo. Entre derle ofrecer un suplemento. Cuando Maria de.
el autor quien impone el nombre a el argumento tal como se concibe seaba una joya iy con cuánta pasión deseaba sus personajes. Es un error. Son ella. trabajaba él de noche. Después había tos y los personajes quienes imponen su por lo general y el verdadero argupunzadas al costado; pero María tenía sus chis.
nombre al autor. Tal vez esto remento, según mi manera de ver, pas de brillante.
sulte arbitrario, pero yo lo siento hay la misma diferencia que existe Poco a poco el trato diario con las gemas legó así. mi juicio hay un destino inentre la forma, como contorno de. a hacer amar a la esposa las tareas del artífice, coercible entre el personaje y su las cosas, y la forma, en sentido siguiendo con ardor las íntimas delicadezas del nombre. si nos sometemos a la platónico.
engarce. Pero cuando la joya estaba concluídaprueba y antes de bautizar a un Los cuentos de argumento, en debía partir, no era para ella, caía más hondasentido retórico, se olvidan al termente en la decepción de su matrimonio. Se propersonaje, empezamos por evocarlo, minar su lectura. Los otros llevan baba la alhaja, deteniéndose ante el espejo. Al tratando de averiguar cómo se llafin la dejaba por ahí, y se iba a su cuarto. Kassim ma, veremos que, de pronto, de una fuerza que los hace perdurase levantaba al oir sug sollozos, y la hallaba en los oscuros complejos de la creables, al menos por largo tiempo.
cama, sin querer escucharlo.
ción artística, surgirá un apelativo Resultan siempre una cosa orgáni Hago, sin embargo, cuanto puedo por ti, de muchísimo más jugoso, más des. ca, rotunda, cerrada. Pueden con cía él al fin, tristemente.
criptivo y más vibrante que el que tener una vida o un episodio de Los sollozos subían con esto, y el joyero se reins obtendríamos buscándolo en el cavida, pero deben responder siem talaba lentamente en su banco.
lendario. Esta virtud se halla en el pre a algo que sea definitivo. Por Estas cosas se repitieron tanto que Kassim no cuento analizado. En verdad, traeso, me aventuro a decir que el se levantaba ya a consolarla. Consolarla. De qué?
cuento está muchísimo más cerca Lo cual no obstaba para que Kassim prolonga.
tándose de un personaje judío, Quira más sus veladas a fin de un mayor suplemento.
roga tuvo a su disposición setenta del arte teatral, que de las demás Era un hombre indeciso, irresoluto y callado.
mil nombres para bautizar al madisciplinas literarias.
Las miradas de su mujer se detenían ahora con rido, engarzador de piedras precio El solitario también se lee de más pesada fijeza sobre aquella muda tranquilidad. sas. Pero no se le ocurrió llamarlo un tirón. Otra virtud. Los relatos. eres un hombre, tú! murmuraba.
Braustein, ni Goldenberg, ni Robien logrados son así. Deben te(Pasa a la página 61) senthal. Lo bautizó con el nombre. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica