REPERTORIO AMERICANO 111 Esta mpas De la funesta traición sin aspavientos, la de los impostores amparados a la alcahuetería de la legalidad.
Condenamos al infiel dondequiera que esté. Colaboración directa Hay una forma de traición a la cual es del mal que en su daño se realizaba.
insensible la llamada opinión pública. La así como el suelo, el subsuelo, el realizan hombres versados en el teje y aire, las aguas. Los países son asaltados maneje de los negocios de una nación. por los pescadores de concesiones y unos Forman la casta que pugna por ejercer se llevan esa riqueza y otros la que pasiempre el dominio irrestricto sobre el recía destinada a reserva. inalienabie.
gobierno de los pueblos. No hacen visi Para ninguna hay respeto, ni previsión ble su traición. Conocen lo chata que es cuando el cjecutor de la traición sin asla percepción popular cuando no se la. pavientos siente inquietudes devastadotrae a la vigilancia con estridencias un ias. Consumada la traición desaparecen tanto salvajes. Son cautelosos y se les todas las posibilidades de delatarla y nila sobre un pedestal de simulación, condenarla. Lo que se hizo fué al amteorizando acerca de la grandeza y pros paro de la constitución y ahora las deperidad de las naciones. De aquella en más leyes le inoculan el virus de la legaque les toca vivir por nacimiento o por lidad. Cómo va nadie a ir en contra de trasplante, hablan usando cada día el. los hechos consumados?
superlativo que más más deslumbra a De esta manera se despoja a las nala imbecilidad colectiva.
ciones de su independencia económica y Deslunibran y abren paso a la trai política. Una reconstrucción económica ción sin aspavientos. La opinión públi es imposible para una nación que ha enaca que tanto se invoca como juez in jenado su petróleo a perpetuidad o por falible, no muestra su sabiduría. El en los noventa y nueve años de la alcamudecimiento completo rodea los actos huetería de los códigos civiles. Imposide quienes lentamente despojan a los ble que una nación utilice la electricidad pueblos de su suelo, de sus riquezas na en todos los usos que va descubriendo turales, de todos sus medios de creci la civilización, si ya sus fuerzas hidráumiento fecundo. Contra esta forma de licas pasaron por actos de la traición sin traición no hay opinión pública. sin estridencias a manos extrañas y succioembargo, es la traición más funesta por nadoras. Qué bienestar económico pueque acaba con la vida noble y libre de las de esperar la nación hipotecada, sobrenaciones. No fracasan nunca y tienen en cargada de deudas de empréstitos? Para sus manos innúmeros recursos para te que una nación pueda recuperarse, pueñir de legalidad lo inicuo. Saben qué da crecer, necesita sentir libres todos sus calmante tan grande es el término lega recursos económicos que son los que gelidad y lo usan en un tono de imperio. neran el torrente de vida que entra y Por la legalidad tienen las naciones que sale prodigándose y centuplicándose.
reconocer a las organizaciones absor Mientras no disponga de sus fuentes nabentes que se clavan en la entraña viva, turales de riqueza y las ciña a principios todos los derechos que pretendan tener. de explotación justa y previsora, no conLa legalidad deriva su dominio de la tara con independencia. Por una ficción constitucionalidad. De modo que con piadosa puede creer una nación que ha un amparo todo poderoso la hija asegu enajenado su petróleo o su suelo, o sus ra el acatamiento colectivo. Si hoy llega aguas, que vive con la libertad sana y a cualquier país la ley que trae proce creadora. Pero es una simple ficción.
dimientos avanzados de una reforma El amo no admite copartícipes de su agraria, nada asegura que esa ley cum dominio. Si adquirió la riqueza que explirá sus fines sociales y económicos. plota o que trata de explotar no fué para Inmediatamente el latifundista se para preparar un festín que pudiera paladear peta tras la constitución política. El ad en compañía. Solo rumia en esa tarda quirió sus tierras al amparo de la cons digestión de los festines opulentos. De titución. ante todo la constitución, modo que es ilusión pueril de las nacioaunque nunca haya asomado por munes que entregan lo que una geografía chas décadas cultivo alguno como mues opulenta les trajo y siguen pensando que tra fecunda de la potencia de esas tie se reconstruirán, que tienen potencia creadora. Quién dió al latifundista luces para ¿Cómo puede reconstruírse económicael dominio de las inmensas regiones que mente la nación que ha metido dentro de cercadas y tituladas dan volumen a su su entraña poderes de mayor dominio patrimonio? Se las dió esa forma de que ella? Ei pescador de concesiones no traición sin aspavientos de la cual no. aventura, no clava en falso la estaca de quiere darse cuenta la pomposa opinión su imperio absorbente. Los noventa y pública. Los ejecutores de esta traición nueve años rutinarios que son la dura.
no usaron armas ni explosivos, ni necesi ción de casi todas las concesiones, sigtaron la trinchera. Simplemente ampa nifican la extensión de un dominio a perrados a la legalidad dijeron al amo que petuidad. Súmense los noventa y nueve los contrataba todos los medios visibles años de la explotación del petróleo, con en los códigos para acaparar tierras y los cuarenta de la explotación del banadejar sin ellas a poblaciones sin sentido no y los ochenta de la electricidad, y se tendrá una cifra de esclavitud tremenda.
Nación que la padece no ha de esperar liberación. Los tiempos se apresuran a llevar al oído de las naciones el clamor de la nueva civilización que alborea. De pronto una generación siente que la electricidad es un poder de liberación.
Piensa entonces en la electricidad, pero no la tiene ya porque la organización extranjera, amparada en la constitución, compró las fuerzas hidráulicas. Ahora es esa organización férrea la que dispone como quiera de la electricidad que esta generación ha visto llena de usos riquísimos en bienes. No pueden las vidas tocadas por la aspiración de vivir más noble y humanamente realizar su pensainiento. Luchar contra la organización que cuenta con noventa y nueve años de esclavitud de la electricidad es tarea vana. Leyes y más leyes amparan las concesiones. Supieron quienes abugaron por la organización atar artícuIcs como eslabones de una gran cadena de galeoto. tampoco podrán las generaciones que mañana encuentren en el uso del motor sobre ruedas la forma de unir su desunida nación, hacer nada por la aspiración fraternal. El subsuelo hinchado, no dará más petróleo que el que consuman los toneles sin fondo de la organización extranjera con concesión de noventa y nueve años. Aspiración tras aspiración, de generaciones anhelantes de un bienestar fecundo, recibirán la losa de concesiones a perpetuidau. quiénes culparán esas generaciones? Busquen en esa forma de traición a la que es insensible la llamada opinión pública, el gran mal de sus desgracias.
Traición sin aspavientos ejecutada por hombres ambiciosos. Sobre ellos no recae responsabilidad. Sirven al amo que busca para la organización de gran aliento dominador. Atraen sobre una nación los malos mayores despojándola de sus medios de vida independiente. sin embargo, para esos actos de traición inmensa no hay opinión pública celosa, no hay prensa vigilante que nutra sus columnas de artículo severo y de justicia limpia.
No es traición para los más hacerle miserable la vida a generaciones que vendrán a un mundo de mayores necesidades.
Sólo es traición sobre la cual tiene que llover fuego del cielo la que realizan los atolondrados que entregan las armas de una nación. Contra ellos aparece la flamante opinión pública, la estridente opinión pública. lleva esta opinión pública el clamor de todos los que no consideran actos de traición despojar a una nación de sus recursos naturales de riqueza y sirven al amo de afuera que organiza el despojo.
Así aparece el espectáculo en todos los pueblos desorientados por el concepto de traición. Fijan la mirada acusadora en actos sin trascendencia profunda.
Mientras tanto otros hombres que en todo invocan la legalidad y que 110 son capaces de romper nunca el régimen constitucional mediante escaramusas armadas, cometen errores grandes contra la independencia económica y política de las naciones. Son aliados perennes de un enemigo mayor que viene de afuera a convertir en esclavo a todo un pueblo. Son simuladores de amor a la parras. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica