REPERTORIO AMERICANO Tomo XXV SEMANARIO De cultURA HISPANICA San José, Costa Rica 1932 Sábado 13 de Agosto Año XIV. Ņo. 598 Núm. SUMARIO Arturo Capdevila González Ulpi La República Ulpl Tablero.
Constanza.
Eres la madre de un niño El entierro de Isaias Gambon Canciones de los Indior de la tribu Ouago, do Norte América Guillermo Jiménez Charles Louis Philippe Ernesto Martin Mutls en el Ateneo Científico Literaria de Madrid. Jorge Zalamea La leyenda de Icaro.
Persiles Una Biblioteca Mínima Cubana (4)
Emilio Roig de Leuchsenring Formemos en la gente nueva el espíritu de sacrificio, Juan del Camino Sobre un ensayo de Aldous Huxley. Emilia Prieto Exposición Francisco Amighetti Ulpi verso: Ya pocos lo saben, platenses. Mañana la erudición es como un salto de pa¿quién lo recordará? El nombre de Ulpi yaso. Voltereta al cabo de la cual se es ahora un recuerdo para los crepúscuvuelve a caer en el mismo sitio.
los. Pero ayer, en la gran hora tan azul De La Prensa. Buenos Aires Fué entonces la hora justa de aquel de las conmemoraciones cívicas del Centan noble señor de quien tengo dicho en tenario, Ulpi (Universidad La Plata Internado) fué el nombre de un ideal exAquel anciano de gran linaje, tremadamente bello.
casi un hermano del buen Kabir. Destino extraño el tuyo, ciudad que cuyos ensueños, hechos celaje, se iban al cielo del porvenir.
amo: en una vida tan breve una peripecia espiritual tan singular.
Este que sigue merece meditación, platenses. El verdadero fundador se disPero antes digamos que por ese tiemtingue del falso, en que otros fundadopo había en la atmósfera moral de la res vienen o vendrán en pos. Dardo Ropatria una sagrada inquietud. Muchos la cha se prueba con Joaquín González.
registramos puntualmente. Se decía, se Pues harto se asemeja toda fundación clamaba: Necesitamos maestros. Algunos de verdad al templo de Júpiter Belo que histriones respondían: Nosotros somos había en Babilonia: Ocho torres se alzalos maestros. Mas no lo eran. Querían ban sucesiva y armónicamente a los cieantes bien hacerle un sacrílego fraude a los en aquel famoso templo, una sobre la vida. tan luego cuando la juventud otra, cada cual de un color blanca, purestaba vestida de blanco, ansiosa como, púrea, azul hasta la cúpula casi inacnunca de maestros de verdad, penetrada cesible, de oro. De igual modo, en toda de un intenso, de un vehemente deseo función de verdad siempre hay torre de revelaciones! Tan luego cuando esa más alta que construir, según el espíritu juventud declaraba: Nada más despreva soñando nuevos y más dilatados esciable que el falso sacerdote, que el menpacios. Dijimos que Ulpi fué el nombre tido apóstol, que el fingido anunciador.
de un ideal. Añadamos ahora que Ulpi Todo esto, porque se quería acabar para fué como una torre sobre otra torre en siempre con las máscaras, aniquilar la el templo de los mejores ensueños de mentira, preparar la hora de los verdala patria.
deros guías. se decía y se clamaba: González Ayer todo esto; hoy un recuerdo para Necesitamos maestros. Dechados de ablos crepúsculos.
negación, y no: hombrecillos munPero aun diré que de haber llegadanos y frívolos. Maestros que supieran sembrar infatigablemente en las almas: de quienes se contasen De Inter nos. La Plata, fama, de Inglaterra, del Japón, de pluguiéralo Dios rasgos subli Cuando los escritores políticos quieren significar la la India, no pocas conferencias nos mes; corazones abiertos a todas las imposible realización de ideales de gobierno, suelen in hubiera tocado escuchar para envoces. bien así como quien está ventar nombres simbólicos de aquella condición: el rei carecimiento de sus métodos. Ahosiempre listo para oír una nueva no de topía. por ejemplo; y nuestro Alberdi ha escrito ra bien: como Ulpi no fué una noverdad: que no tanto en el buen verdaderos romances para exponer al vivo las vicisitudes ticia extranjera sino una hermosa de la libertad en estas zarandeadas democracias hablar cuanto en el sabio escuchar realidad argentina, sólo vivió diez americanas.
se reconoce a los maestros que de breves años, si tanto.
También los poetas. filósofos y estadistas a su moveras lo son. Se buscaba a los recDestino extraño el tuyo, ciudad do, y no siempre los peores, a pesar de la sentencia sobre entre éstos a los que ellos dic por ese déspota de la belleza que fué Platón, de La Plata: en tan corta vida una supieran ser como los hermanos. suelen tener sus poemas de gobierno de las socie peripecia espiritual tan dramática.
mayores de sus discípulos. Maes. dades humanas; y cuando digo que acaso seaa los metro que supiera inspirar, promover, jores es porque, reconstruyendo su proceso mental, con Pero ¿qué fué Ulpi?
despertar, Maestro creador. Dicho cibo como ellos una república que tenga de todo lo que He aquí cómo hablan de Ulpi 103 en suma total: Maestro capaz de hay en la naturaleza, esto es, en el hombre en cuanto es animal, y en el animal, en cuanto se halla regido lejos empero de conocerla en su que creen conocer su historia, bien ser un autor de hombres.
por leyes comunes con aquel su soberano por derecho Había sed, grande sed de palaverdadera esencia: de conquista.
bra viva. Se quería delante del ma Mogeolle, Bordier, Maeterlinck y otros, Fabre el Habéis de saber adoctrinanpa de los tiempos nuevos el sentido último y más concreto. han señalado a la crítica las que siempre viajan por los cielos de la vida nueva. No libros sola ventajas y defectos de las organizaciones político so nubes de ensueños y utopías que mente, sino además palabra viva.
ciales de las hormigas y de las abejas; y los esposos un viento casual va llevando por Porque pensaban: La erudición por (Pasa a la página 83)
el mundo de unas a otras partes.
La República Ulpi doel persamiento que informó la sur. tos; pero Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica.